Calma

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—¿Estás listo? —Pregunto el azabache con una dulce sonrisa que adornaba su rostro. Naruto asintió levemente con la cabeza mientras su mirada se centraba en el suelo. ¡No estaba listo para decirle todo lo que había pasado a un desconocido! — Recuerda que es alguien profesional, está para escucharte y ayudarte.

—¿Tú me acompañaras a la sección? —Miro con un claro pavor.

—Estuve hablando anteriormente con la psicóloga, ella prefiere que entres solo. —Sasuke revolvió los cabellos del rubio intentando darle tranquilidad.

—Me gustarían que estuvieras ahí conmigo. 



....

—Lo siento —Musito cabizbajo.

Sasuke se enterneció ante tal respuesta.

—No tienes porqué disculparte Naruto. Esta bien, las cosas sucederán poco a poco ¿si?  —Respondio el azabache con una sonrisa dedicada al menor, a su vez que revolvía sus cabellos de forma amistosa.

El rubio se sentía culpable por no haber podido decir nada durante la sección con la Psicóloga... Trataría mejor la siguiente sección dentro de dos días.
Era una muchacha bastante risueña y amable, pero no la conocía y eso le incomodaba demasiado.

—Si.. Lo intentaré la siguiente sección —Chasqueo su lengua con cierta indignación.

—Hazlo cuando te sientas cómodo, no te presiones. Pero eso sí, termina tu comida. —Naruto miró el platillo que yacía frente de el... Era exquisito puesto lo había realizado Sasuke, pero su apetito en ese momento era casi inexistente... No podía introducir nada en su estómago, al menos no ahora.

—Pero... No tengo hambre. —El azabache sonrió mientras negaba con la cabeza y levantaba el plato para así llevarlo hacia la cocina—No lo tires, me gustaría comerlo mañana .

—¡De acuerdo! —hablo desde la cocina.

El rubio se removió un poco incómodo en su silla, hacia varios días estaba teniendo un pensamiento que no sabía realmente si llevar o no llevar a cabo... Puesto a que podría llegar a ser muy raro a los ojos del mayor. ¿Un chico de 16 años durmiendo junto a uno de 27? Es más que posible que no aceptara la oferta... aunque de igual modo, supuso que no perdía nada intentando... 

—Hora de ir a dormir, pequeño.—Sonrió tras volver de la cocina. 

—Si... De hecho quería preguntarte algo —murmuró captando la total curiosidad del mayor— Queria saber si... tal vez... ¿Podríamos dormir juntos? —Estaba demasiado avergonzado para mirarle a la cara, aparte el silencio que se había apropiado del salon lo ponía el triple de nervioso pensando que era un no rotundo —  No, olvidalo, fue una tonta pregunta.. Ya me voy a dormir. —Sonrió avergonzado. 

—Naruto... —El rubio había comenzado a subir las escaleras, sin darle lugar a decir nada.

Por mucho que quiso escapar de aquella situación, le fue imposible. una vez cerro la puerta, la misma fue abierta por su tutor, dejándolo perplejo. 

—¿Que haces aquí? —Mascullo incomodo. 

—Es hora de dormir —hablo suave, revolviendo los rizos dorados con ternura—. Ven, vamos hacia mi habitación. 

—Pero... —Los ojos ajenos le miraron con atención. 

—Solo si quieres, no te obligaré a nada. —Tomo la mejilla ajena acariciandola suavemente en un gesto paternal.  Acto seguido, extendió su mano en un intento que el rubio la tomara. 

Naruto sentía sus mejillas arder, aquellos gestos tan tiernos y llenos de amor que tenía con el, le hacían sentir tan querido y lleno de felicidad... Algo que hacía mucho no experimentaba, calor humano, amaba que viniera de Sasuke. 

El roce de ambas pieles le daba un vuelco en el estomago, se sentía completamente ajeno a todo, sus sentidos se disparaban y no podía evitar hacerse adicto a aquello. Sasuke aferro con fuerza la mano ajena, era cálida y pequeña... Era perfecta para el. 

El menor optó por usar una de las remeras negras de Sasuke como pijama, mientras el ajeno utilizaba un pantalón deportivo en vez de su habitual boxer. (Mas que nada para no incomodar al menor)

Ambos se acostaron en el amplio sommier, uno en cada esquina, la incomodidad era notoria, sin saber que hacer del todo o como actuar ante el otro, fue Sasuke quien se digno a acercarse y romper con todo aquello. 

—Ven —Sonrio calidamente dejando que el rubio se acomodara entre sus brazos, apoyando la frente en el pecho desnudo del azabache. 

Sintio un calor recorrer su pecho, el como era aferrado por el contrario, la forma en que su cuerpo era envuelto, los latidos ajenos que demostraban tanta calma y paz, seguido de la respiración chocar contra sus cabellos, era todo lo que pedía para poder estar bien... Era lo que siempre necesito. Sin embargo, había algo vagando en su mente desde hace tiempo, que no lo dejaba descansar totalmente.

—Sasuke.. —Musitó indeciso. 

—¿Qué sucede? —el azabache se apartó levemente, en un intento de verlo a los ojos. 

—Yo... —Trago saliva sintiendo como en su garganta se formaba un nudo— ¿Acaso yo... soy una carga? 

—¿Que? —chillo sin poder creérselo—¿De donde sacas esas ocurrencias tan tontas? Tu nunca seras una carga para mi. 

—Lo siento... Todo lo que haces por mi, es dificil creerme que no soy una carga... Después de todo es lo único que he estado escuchando durante años —rio amargamente, sintiéndose un tonto por haber dicho eso. No queria que el mayor tuviera pena por el.

Los dedos del mayor se colaron entre las hebras del cabello ajeno, dándole leves masajes en un intento de relajarlo. 

—No importa lo que te hayan dicho o lo que creas. Quiero que de verdad sepas que nunca, jamás, serás una carga para mi... Estuve meses buscando por una razón, ¿Crees que lo hubiera hecho de igual modo si pensara que serías una carga? Naruto, siempre fuiste aquello que quise proteger y eso nunca cambiará, ¿de acuerdo? 

Naruto se limitó a asentir, removiendose entre los brazos del azabache. Llegaba a ser molesto... El que fuera tan perfecto y el que se ganara su corazón en tan poco tiempo...  Lo quería demasiado.







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Mi Tutor (SasukeXNaruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora