DESTINADOS. •j.jk•

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ANSEL EN LA IMÁGEN DE ARRIBA

...

Han pasado ya varias horas, HoSeok sigue intentando encontrar un trabajo adecuado para mí.

Ya hemos descartado la cocina, Jin me ayudó con su restaurante, pero las comidas son muy difíciles y complejas, tardo mucho tiempo en cocinarlas para que queden deliciosas, pero la gente es muy impaciente y no tengo paciencia para eso.

La economía o dirección de cualquier empresa, ya sea como oficinista o secretaria, ha quedado comprobado que me siento encerrada y me agobio, Namjoon ha tenido que cargar con un ataque de nervios por mi parte en la primera hora.

Reponedora tampoco es lo mío, TaeHyung, que tiene su propia línea de ropa y varias tiendas en la aldea me ha intentado ayudar, pero mi altura es un claro problema a la hora de colocar la ropa en estantes altos, además del factor de que no soy muy sociable con la gente que entra a comprar, al final TaeHyung ha tenido que llamar a Jimin para que probase suerte con él.

La floristería no es mi fuerte, a lo largo de la media hora que he estado con Jimin he ahogado a siete plantas, he echado demasiado abono a cinco y me han picado dos avispas que han entrado por la ventana, definitivamente no, mi madre es mejor para eso, se lo dejo a ella.

—A ver... — HoSeok parece pensar en más trabajos que tal vez se me den bien. —Con lo que has liado en los demás negocios soy incapaz de ofrecerte ayuda en mi bar. — asiento, le comprendo perfectamente, yo tampoco sería capaz de ayudarme después de todo lo que ha pasado esa tarde. — Bien, Jimin anoche dijo que eras buena en los combates cuerpo a cuerpo.

—Creo que sí. — no sé ni qué decir ni a dónde están yendo a parar sus ideas, pero se que no me convence del todo, era líder de seguridad junto con mi hermano mayor en mi aldea,  cuando mi hermano necesitaba ayuda era yo quien acudía, pero acá no se como funciona y Hoseok parece planear mucho y creo que no me gusta, no quiero causar algún daño como ya lo he hecho.

—Bien, lo comprobaremos ahora. — me toma de la muñeca y comienza a correr hasta que llegamos a lo que parece ser una estación de policía.

Entra y me pide que espere en la puerta, me pregunto qué hago aquí, pero necesito ganar dinero, necesito pagarle todo a los chicos, lograrme abastecerme sola.

Pasados unos minutos HoSeok sale del lugar y me sonríe, no me dice nada, pero el gesto que hace con su cabeza me indica que le siga y eso hago, dudosa, pero lo hago.

Atravesamos varios pasillos algo estrechos y poco iluminados, con estilos algo tétricos, muy sombríos, las corrientes de aire que acumulaba el pasillo me erizaba la piel.

—Aquí abajo es donde los cuerpos de seguridad entrenan. —me explica mientras bajamos unas escaleras que nos conducen hacia otro pequeño y estrecho pasillo que acaba con una puerta. —He hablado con algunos y han accedido a luchar contigo, si logras vencer al lobo que luche contigo entonces solo tendrás que aprenderte unas pocas leyes.

¿Aprenderme?

Asiento, poco convencida con sus palabras, se supone que no debo pelear estando aquí, pero es lo primero que hago, espero que nada salga mal porque si no estaré metida en un buen lío y miren que ya le debo una a Namjoon, no quiero que me boten después de estos días en los que todo parece ir bien.

Tras la puerta nos esperan siete u ocho lobos, de todas las tonalidades, pero uno en especial me sorprende, está sentado en el centro del círculo formado por los demás, HoSeok me da un empujoncito hacia el centro y miro dubitativa al lobo castaño frente a mí.