Capítulo 15

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Notas:

¡Último capítulo, bebés! Algunas mierdas inesperadas van a caer, así que abróchense en cinturón e intenten ignorar cualquier luz roja parpadeante...

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—Sherry.

La nombrada se volteó, dándole la típica mirada de sospecha aprehensiva. Él sonrió, casi estira su mano para colocarla sobre su cadera y acercarla, un viejo hábito, pero se dió cuenta y en vez de eso enganchó el pulgar en su propio cinturón.

—Aquí hay una situación y necesito que lo arregles.

Ella alzó sus cejas al oírlo.

—¿Qué clase de situación? —ella preguntó cuidadosa y había algo en sus ojos, había algo en la manera en la que ella se movió que rastrilló sus sentidos, lo pinchó como pequeñas garritas. Su sonrisa se desvaneció mientras la estudiaba.

—Podría perder el tiempo contándotelo, pero ya lo sabes, ¿no? Sabes de Rick.

Él dió un par de lentos pasos hacia ella y su mirada revoloteó de él hacia la puerta. Ella tragó con fuerza visiblemente y él soltó una rasposa risa como un ladrido.

Mierda, bingo.

—Entonces eres la razón por la que de repente me arrancaron el escroto. ¿Qué mierda le dijiste?

—Yo sólo... —hizo una pausa, y él notó que estaba intentando elegir cuidadosamente sus palabras.

—Sólo dilo, maldición.

—Le dije que no estaba solo. —dijo finalmente y le dedicó una dura mirada, como si lo retara a que le pidiera detalles. Él no tuvo que. Sabía que ella jugaba el rol de la jodida mamá gallina con sus otras esposas, pero era nuevo para él saber que ella las trataba como si fuera una especie de mierdero grupo de apoyo.

Cuando él no dijo nada ella alzó su mentón osadamente.

—Y no, no parece que se lo haya tomado muy bien. ¿No sabía de nosotras?

Él las había mencionado, pero ¿hablarlo? No realmente. Tal vez porque no había sido un problema hace un par de días.

—Sí. Sí, lo sabía. Mierda, resulta que no puedo tener esposas y un vínculo, entonces... —él hizo una mueca, meciéndose hacia atrás y adelante en sus talones.

—¿Y qué nos pasará a nosotras?

El tono sonaba casi con amargura, pero había una marca de miedo allí.

—Supongo que nos divorciamos, lo cual es una puta tragedia. —dijo y ella pareció relajarse levemente.

—¿Qué necesitas que haga?

—Necesito que encuentres buenos trabajos por aquí para mis ex-esposas.  Algo que se merezcan. Algo bueno. Sólo encárgate de eso por mí. ¿Entiendes?

Ella se mantuvo en silencio un momento, dándole una mirada que él no pudo reconocer.

—Muy bien. Lo haré. —ella dijo después.

—Bien. Ahora vete. —murmuró, agradecido cuando ella se fue. Ella lo arreglaría. Era astuta y conocía a sus otras esposas muchísimo mejor de lo que él lo hacía.

Para su sorpresa, notó que se sentía aliviado. Jodidamente aliviado de deshacerse de ellas. Era una responsabilidad menos. ¿Rick estaría feliz? ¿Molesto? Mierda, sabía por qué esto hacía que Rick se enojara, pero estaba bastante seguro de que Rick pudo haberse puesto así por puro impulso.

Por Favor y GraciasWhere stories live. Discover now