El mal día de Nishinoya

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Había tenido un mal día, uno muy malo. Todo había empezado cuando se había dormido y había llegado tarde a su primera clase, el profesor le había gritado delante de toda la clase y lo había mandado a esperar a que terminara la hora en el pasillo. Por si eso no fuera suficiente vergonzoso, en ese momento pasó Daichi que le dió una mirada aterradora que aseguraba un sermón antes del entrenamiento. En las dos clases siguientes le dieron dos exámenes con sus respectivos suspensos, Sugawara seguro iba a enfadarse mucho con él, por qué llevaba todo el mes diciéndole que estudiara en vez de holgazanear.

Seguro de que el día no podía ir a peor, decidió saltarse el resto de las clases y pasear para calmarse. Estaba a punto de salir por la puerta de atrás sigilosamente cuando decidió parar un momento y sacar el almuerzo de su mochila. La estaba abriendo cuando una voz demasiado familiar lo hizo congelarse y le cayera la mochila en el suelo.

- Noya ¿No tienes clase?- de todas las personas del mundo, junto tuvo que ser Asahi el que lo pillara escabulléndose de la escuela. Y entonces, Nishinoya colapsó y pagó su frustración con él.

- ¿Y qué si tengo clase? Estoy harto de que estéis todo el día encima de mí viendo que hago o que dejo de hacer. ¿Por qué no os vais todos a la mierda y me dejáis en paz?

Asahi se quedó de piedra, no esperaba que Noya le gritara pero no le gustó nada. Iba a replicarle cuando el pequeño libero corrió y lo perdió de vista. Perplejo como estaba, decidió hablar con Daichi y Sugawara sobre lo que acababa de ocurrir, pero primero fue a recoger la mochila que con las prisas Noya había olvidado y fue cuando se percató de los dos suspensos que sobresalían entre los papeles. Su ceño de frunció, Nishinoya tenía mucho que explicar.

Antes del entrenamiento, se reunieron los tres de tercero citados por Asahi que los puso al día de los acontecimientos con Nishinoya:

- Se ha ido de la escuela sin terminar sus clases y se ha olvidado la mochila así que he encontrado estos dos suspensos en ella.

La cara de Sugawara cambió de la preocupación por su pequeño libero a una de enfado muy grande. Iba a decir algo cuando Asahi continuó

- No solo eso, me ha gritado porque dice que somos muy pesados con él y no lo dejamos en paz...- la voz de la estrella sonaba triste cuando dijo esas palabras

- Somos pesados porque nos preocupamos por él, no solo ha hecho lo que tú dices sino que esta mañana lo han enviado de clase y me lo he encontrado esperando en el pasillo. Se está comportando como un niño y como los mayores del equipo no lo podemos permitir.- dijo Daichi muy serio, pensando que podían hacer con el pequeño Noya.

- ¿Y qué vamos a hacer con él? A este paso no podremos ni castigarlo sin jugar al vóley porque logrará que lo sancionen por sus calificaciones.- contestó Sugawara.

Se pusieron a pensar en que deberían hacer y Daichi pronto dio con una idea, no sabía como reaccionarían sus compañeros de equipo pero tenía que probar.

- Chicos, ¿recordáis cuando Hinata y Kageyama se pelearon hace unos meses? El entrenador Ukai y yo hablamos con ellos y ahora se comportan como niños mayores...Bueno tengo algo que contaros...- Los ojos de Sugawara y Asahi se abrieron a medida que la historia avanzaba

- Bueno...veréis...el entrenador y yo hicimos algo más que hablar, les dimos a Hinata y Kageyama unos azotes. Al principio no estaba muy seguro pero luego me convencí de que sería lo mejor para el equipo y los partidos. Fue duro pero las mejoras son evidentes.

- Estas diciendo que azotaste a Kageyama y Hinata...¿cómo a niños pequeños? ¿Y SE DEJARON?- estalló Sugawara

- Les dimos dos opciones, o no jugaban el próximo partido o aceptaban los azotes, fue su decisión. Y yo solo azoté a Hinata, de Kageyama se encargó el entrenador. Creo que a Noya le hace falta también pero esta vez no lo haré yo, lo harás tu Asahi. Y nose si Suga tendría que decirle algo por sus notas.

La cara de Asahi fue digna de enmarcar, lo último que se esperaba hoy era escuchar que debería darle unos azotes a Nishinoya. Sugawara se mantenía callado y serio, pensando en lo que acababa de oir. Entonces dijo:

- Está bien, creo que tienes razón. Asahi es el que debería hacerlo, Noya lo admira y es al único al que hará caso. Pero yo también quiero hablar un momento con el asolas antes.

- Pero...yo no quiero azotarlo...- dijo Asahi secamente.

- Sé que no quieres, pero piensa en cómo está actuando y en cómo puede evolucionar el asunto si no intervenimos ahora.

Tenían razón, era su obligación como amigos del libero, frenarlo antes de que se estrellara. Sin estar convencido del todo, aceptó la idea de Daichi y los tres se fueron al gimnasio.

Más calmado, Nishinoya volvió al colegio para el entreno de vóley, no pensaba perdérselo. Cuando abrió la puerta del gimnasio, algo en el ambiente hizo de que se le erizaran los pelos del cuello y un escalofrío le recorriera el cuerpo. Aún no había pensado como afrontaría el regaño que seguro le caía de Daichi y Asahi pero tenía asumido que iba a ocurrir y que se lo había buscado. Con un suspiro entró y se acercó a los tres mayores que lo miraban enfadados y con los brazos cruzados. El gimnasio se quedó en silencio, notando la tensión del ambiente. Nadie sabía que había pasado pero todos tenían claro que Noya estaba en serios problemas si los tres de tercero estaban tan serios. Un hormigueo recorrió los traseros de Hinata y Kageyama recordando que pasó la última vez que vieron a su capitán con esa cara.

- Nishinoya Yu, siguenos un momento.- dijo Daichi con la voz más seria que pudo poner.

- El resto del equipo, practicad recepciones.- Ordenó

Los tres mayores se encaminaron fuera del gimnasio, cuando pasaron por al lado de Nishinoya viendo que no parecía tener intenciones de moverse, Daichi lo sujetó de la parte superior del brazo y le susurró:

- Te sugiero que nos sigas, sino quieres que empiece a sermonearte delante de todo el equipo.

Sin esperar a que reaccionara y sin soltarlo, Daichi lo "arrastró" fuera del gimnasio, hasta el cuarto vestuario, una vez allí lo soltó y los de tercero se pusieron otra vez con los brazos cruzados, preparándose mentalmente para lo que se venía.

Haikyuu spankingWhere stories live. Discover now