Después De La Muerte | MiChaeng |

30; ¿Sueño?

La muerte es algo con lo que nadie debería jugar, no sabemos cuándo nos toca, podría ser hoy, mañana o incluso en unas horas. Nadie puede saberlo.

Abrí mis ojos lo más rápido que pude, me sentía ahogada, me faltaba el aire.

El sudor que pasaba por mi espalda y cuello era bastante, me sentía empapada completamente de sudor.

Mis labios estaban resecos como nunca antes, y ya no tenía saliva para remojarlos.

Todo estaba obscuro, no sabía dónde rayos estaba, no podía ver nada, moví mis manos al rededor mío, estaba en una cama.

Seguí moviendo mis manos hasta sentir algo.

Era un cuerpo.

-¿Mina? -esa voz, aquella voz, esta vez sonaba tan real, tan cerca, nunca me había sentido tan aliviada de escucharla en mi vida, no podía verla, pero la escuchaba.

Era Chaeyoung.

-¿Chaengie? -moví mis manos por toda la cama para poder tocarla de nuevo- ¿dónde estás? No puedo ver nada.

-Mina, ¿estás bien? -sus manos me tomaron por los hombros- Contéstame.

-¿Dónde estamos? -pregunte confundida.

-¿A qué te refieres?

-No sé dónde estamos -mi voz sonaba ahogada, tenía una ansiedad terrible.

-Creo que aún sigues dormida, encenderé la luz -escuche el rechinar de la cama, se había levantado, unos segundos después, la habitación donde estábamos estaba iluminada.

-¿Qué? ¿Tu habitación? -mire todo bastante confundida.

-Mina, tranquilízate, ¿qué te sucede? -Chaeyoung se acercó hacia mi, y empecé a tocar su rostro.

-¿Ya acabó la fiesta? ¿Dónde están Dahyun, Jihyo y Nayeon? -pregunte casi al borde del llanto por no entender nada.

-¿Qué fiesta? -negó confundida- ¿y quién demonios es Nayeon?

No.

No podía estar pasándome esto.

Era un maldito sueño.

¿Todo había sido un jodido sueño?

Me levante rápidamente a buscar mi teléfono, estaba en la mesita de noche del tocador de Chaeyoung, rápidamente me fui a contactos, buscando primera mente la letra "N"

Ningún rastro de Nayeon.

-¿Qué pasó? ¿Estás bien? -me volvió a preguntar Chaeyoung- no estoy entendiendo nada.

-¿Qué hicimos hoy? -pregunte sin decir nada más.

-Pues estuvimos viendo películas y comiendo, ¿por qué? -me volvió a mirar confundida- ¿Quieres por favor explicarme qué está sucediendo?

No dije nada más, me solté a llorar.

Minho, Nayeon, Namjoon, Dios, todo, nunca existió, jamás pasó nada, ¿qué jodidos estaba pasando?

Tome a Chaeyoung rápidamente para abrazarla fuertemente.

-Te extrañe, demasiado -dije con mi cabeza en su cuello mientras ella me acariciaba el cabello.

-¿Quieres que llame a tus padres? Estás rara- me toco la frente tiernamente- tienes temperatura.

-¿Mis padres? ¿Ellos están bien? -me volví a levantar de la cama a caminar de un lado para el otro- ¿mi papá no está muerto?

-Dios mío, Mina, aún estás soñando, ¿quieres un poco de agua? -la preocupación de Chaeyoung solo indicaba que en efecto, todo seguía normal, nada había pasado, todo fue un sueño.

Me quede en silencio un rato, mirando a la nada, pensando en todo lo que había pasado.

En Nayeon, Nayeon era lo que más me dolía de todo.
¿Acaso ella si existía?

Cuando muera de verdad me gustaría verla de nuevo.

-Chaeyoung... -llame su atención de nuevo, se estaba quedando dormida- ¿podemos ir a casa de mis padres? -le pregunte mientras mordía mis uñas.

-¿Estás loca? Son las 5 de la mañana -me miró de manera extraña.

-Por favor, tus padres no están, podemos ir en mi coche, solo quiero verlos -suplique.

-No entiendo nada Mina, ¿tuviste una pesadilla? -asentí con la cabeza lentamente, aun no me creía que todo había sido un sueño. Chaeyoung suspiro fuertemente- Dejame quitarme la pijama y vamos, ¿sí?

-Gracias Chaengie.

-

Todo el camino a mi casa fue en silencio, estaba pensando en aquel sueño, no me parecía real nada, todo era demasiado confuso, ¿Dios estaba jugando conmigo?

¿Cuando muera va a ser de esa manera?

¿Así realmente se siente morir?

No podía contarle a nadie nunca de este sueño, era algo mío, que seguramente iba a recordar toda mi vida.

Y a Nayeon... se convirtió en mi mejor amiga.

Ojalá pudiera verla una vez más.

-Llegamos -dijo Chaeyoung quitándose el cinturón- ¿ya vas a explicarme qué está pasando? -me preguntó mirándome a los ojos.

-Te amo.

-¿Qué? -preguntó sin entender.

-Te amo -dije de nuevo- demasiado Chaeyoung.

-Sabes que yo también Minari, pero no entiendo que tiene que ver con...

-No, no, no, no te amo de esa manera, en verdad lo hago, como algo más que amigas -dije finalmente, tuve que morir para poder decirlo- Vamos, dime algo.

-Yo... Mina, no, no sé qué decirte... -empezó a tartamudear.

-No tienes que decir nada ahora, solo quería que lo supieras -y era verdad, solo tenía que decirlo, antes de que algo me matara de nuevo- Vamos, tengo que ver a mis padres.

Bajamos las dos de mi auto, y nos dirigimos a abrir la puerta la casa con mis llaves, todo estaba en silencio y a oscuras. Le dije a Chaeyoung que se quedara abajo mientras yo subía a la habitación de mis padres.

Una vez ya arriba me metí entre las sabanas, abrazándolos a los dos, fuertemente.

-¿Mina? -dijo mi mama con la voz ronca y con la poca de luz entrando por su ventana me alcanzaba a ver- ¿qué haces aquí? -encendió la luz de su lámpara y se reacomodo en la cama.

-Vine a decirles que los amo, solamente -dije seriamente.

-¿Está todo bien? -me preguntó mientras movia a mi padre- Akira despierta.

-Si, si, solo quería verlos, los extrañaba -mi padre despertó y me vio con sorpresa.

-¿Mina? ¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Chaeyoung?

-Si, solo quería verlos.

-¿En verdad está todo bien? -volvió a preguntar mi madre, mientras yo me levantaba de la cama poco a poco.

-Si, solo quería decir eso... los amo -les di un beso en la mejilla a cada uno- vuelvan a dormir, iré de nuevo con Chaeyoung, ¿sí? Volveré en la mañana.

-Hija... puedes quedarte aquí si quieres, estás rara -dijo mi papá.

-No no no -reí levemente- volveré en la mañana, lo juro, duerman, está bien -fui directo a la puerta- los amo.

Salí de ahí con un alivio que necesitaba sentir, todo estaba como antes, y aunque todo había sido un sueño, los había extrañado.

-¿Lista para irnos? -volví con Chaeyoung que estaba sentada en la entrada.

-Si, si -se levantó despacio- pero... Mina

-¿Sí? -voltee a verla rápidamente- ¿Qué pasa?

-También te amo -dijo sonriendo, haciéndome sonreír a mí también.

Definitivamente, prefería estar viva.

-
[1/04/20]