Después De La Muerte | MiChaeng |

31; Final

Mina

-¿Puedes contarnos la historia de nuevo, mamá?

-¿De nuevo? -mire el reloj que estaba pegado en la pared- Ya es casi media noche.

-Por favor, mamá. Nos encanta escuchar esa historia -Suplicaba la pequeña Chaeryeong.

-¿Qué opinas, Chaeyoung? -pregunté a mi esposa que estaba justo a un lado mío viendo como discutía con nuestras hijas.

-Si ellas están dispuestas a dormir tarde y despertar temprano para ir mañana al colegio, adelante -dijo entre risas poniendo a dudar a Chaer y a Nayeon.

-Mmm pensandolo bien, puedes contarla mañana de nuevo -comentó Nayeon haciendo que Chaer estuviera de acuerdo.

-Mañana será entonces -les di un beso de buenas noches a cada una, al igual que Chaeyoung- Tengan dulces sueños.

Salimos de el cuarto Chaeyoung y yo, en silencio para no molestar a las niñas, aún no era tan tarde, así que abrí una botella de vino, puse algo de música, a un volumen muy bajo, sólo para nosotras, y nos instalamos en la sala a platicar.

-¿Puedes creer lo mucho que les gusta tu historia? -preguntó Chaeyoung con una sonrisa mientras bebía de su copa de vino- Ellas lo creen totalmente.

-Esa es mi intención, fue un sueño, amor, pero fue totalmente real para mí -conteste con la mirada baja.

Y efectivamente, todo había sido un sueño, uno muy cruel, el que después de muchísimos años, aún no podía olvidar.

Sobre todo a Nayeon. Nunca más la volví a ver.

-Tengo que admitir, que te he imaginado de hombre muchísimas veces, y no serias igual de atractivo que de mujer -comentó Chaeyoung mirándome de arriba a abajo.

-Oh, créeme, era demasiado atractivo. Hubieras caído a mis encantos a pesar de lo lesbiana que eres, amor -respondí riendo, segundos después se hizo un silencio, pero no de los incómodos- ¿Qué crees que haya pasado con Nayeon? -le pregunté nostálgica. Chaeyoung lo pensó por un momento.

-Estoy segura de que sigue siendo tu ángel guardián, Minari. ¿Recuerdas todas esas veces que has estado a punto de morir? -preguntó y asenti con la cabeza- Tu accidente en moto, el de coche, la vez de aquel atentado en ese concierto. Te ha pasado de todo, y aún así, sigues aquí, conmigo -puso su mano con la mía- Ella te cuida, lo quieras o no. Incluso apostaría que está escuchando ahora mismo.

Lo pensé por un momento, tenía mucho sentido.

Extrañaba muchísimo a Nayeon. Fue mi mejor amiga.

Pero, a pesar de todo, agradezco que todo haya sido un sueño, Chaeyoung correspondió mi amor después de aquella pijamada en su casa, después de haber ido por esas rosas ella correspondió mi amor. Jamás morí, ese coche jamás me arrolló. Jamás fui Minho. Él nunca existió. Siempre fui Myoui Mina. Y ahora estaba casada con el amor de mi vida, y habíamos tenido dos hermosas niñas; Chaeryeong, y Nayeon. El significado de los nombres era muy obvio.

Sentía que había vivido dos vidas, sentía que Dios me había dado una segunda oportunidad, ¿Qué tan extraño era eso? Seguía conociendo a Jihyo y a Dahyun, que por cierto, ahora estaban casadas y eran madrinas de Chaer, a veces todo se sentía tan irreal.

-¿Estás bien, Minari? -preguntó Chaeyoung sacandome de mis pensamientos. Sacudi la cabeza rápidamente.

-Claro, seguro. Es sólo que, a veces se siente tan irreal todo, ¿Sabes? Y justamente me siento así desde que papá murió -respondí con nostalgia.

-Lo entiendo, cariño. Sabes que no es bueno cuando sobrepiensas las cosas. ¿Quieres que vayamos a dormir? -Asentí con la cabeza- vayamos entonces.

No había dormida esa noche, a pesar de haber dicho que sí. Me levanté justo a las 4;13 a.m. Tome mi laptop y baje a la sala justo con una taza de café.
Empecé a buscar en Internet el nombre "Im Nayeon". No sé por que nunca lo había echo.

Y apareció. Estaba la nota del día que ella había fallecido. Nayeon había existido. No había sido un sueño.

Pensé en lo estúpida que había sido en no haber buscado su nombre todos estos años.

Nayeon me había devuelto a la tierra. Tenías sus alas de vuelta. Ya era un ángel de nuevo.

Mis ojos empezaron a lagrimear, ella era mi ángel de la guarda, había estado cuidandome todo este tiempo, era real y estaba más que feliz de saberlo.

-Te saliste con la tuya, ¿No es así? -le hable al viento sin esperar respuesta- Gracias por todo, Nayeon. Quien diría que después de la muerte, si hay vida -Cerré mi computadora y regrese a dormir a lado de la mujer de mi vida.

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[1/05/20]