"Carta a papá"

86 4 0
                                    

Quito, diciembre 25 del 2019

Querido papá:

Solo espero que cuando tengas esta carta en tus manos no la desgarres en mil pedazos, estarás desgarrando una parte de mi ser con ella. Ha pasado mucho tiempo desde que nos abandonaste a mamá y a mí y sabes, aún me duele aquella decisión que tomaste, tendrás tus razones y las respeto, tú solo ibas en busca de tu felicidad, aunque olvidaste que la mía se quedaba incompleta con tu partida.

Me es difícil describirte por todo aquello que he pasado, cientos de lágrimas corrieron por mis mejillas en tu ausencia, al igual que miles de sonrisas se plasmaron en mi rostro y no gracias a ti, aún recuerdo cuando niña, mientras jugaba con mis amigos en la guardería, levantaba los brazos cada vez que un avión pasaba volando, ¿Por qué? Pues ingenuamente creía que ahí estabas tú... Aún sigo sin entender por qué algunas personas tienen el descaro de dejar a sus hijos e ir corriendo en busca de dinero y placeres, eso hiciste tú y espero estés feliz.

Tal vez nunca entiendas la gran herida que has plasmado en mi alma, o pienses que son solo cosas que una adolescente suicida piensa a su corta edad, pero no, soy tu hija y desde siempre he querido saber que se siente tener un papá... te comparto algo que durante mi adolescencia surgió, fui siempre excluida por todos mis compañeros del colegio y créeme quería un papá que me defendiera, me humillaron, me ultrajaron y por ultimo encontré una alternativa errónea ante estos problemas, empecé a cortar mis brazos y dejar que estos sangraran, sentía por un momento que mi mundo se paralizaba y que ese dolor aliviaba todos mis problemas mentales, pero, no...

Más tarde y gracias a la corrección de mamá entendí que esa no es la única forma de escapar de ese contexto social tan cruel, encontré la música, el dibujo y la escritura, y es algo que tú jamás entenderás, porque claro es mi mundo y no tu realidad.

Me es doloroso decir que no tengo un padre, que me olvidó y que se fue en busca del sueño americano, no falta siempre una persona que pregunte ¿Y tu papá? Con un nudo en la garganta y un sudor frío recorriendo mi cuerpo respondo que no te tengo, y sabes, no te culpo, muchas veces he sido yo quien tontamente ha creído que algún día regresarías por mí, pero sé que eso no pasará, tengo la certeza de que allá eres feliz, tienes una esposa y unos hijos que quizá ya ocuparon mi lugar.

He pasado por momentos en los que he mirado a muchos niños y jóvenes correr a los brazos de papá, con la espera de un abrazo caluroso y un te quiero sincero y se me han escapado lágrimas por pensar que a mi esa sensación me la arrebató ese hombre que me abandonó, sé que suena a envidia y si, les he tenido envidia, porque tú nunca estuviste y nunca estarás, pero, quien me entiende, al menos las personas que tienes a su padre junto a ellos no lo saben valorar. A mi tú me haces falta.

Aquel ser que secó mis lágrimas y me levantó en las caídas, no fuiste tú, todo se lo debo a mamá, ella ha sido el pilar fundamental en mi vida, me ha dado armas para defenderme ante los peligros y sabes, me siento muy agradecida con ella y con Dios porque, aunque no me dio un papá, me dio una mamá valiente y leal, que por más golpes que hemos recibido ella nunca desistió de mí, lo ha dado todo porque yo sea feliz.

Te agradezco, porque entendí que, aunque no estás para mí, he superado grandes obstáculos y lo he logrado sin tu ayuda, con ello me he dado cuenta que tu ausencia no solo me ha hecho de corazón fuerte sino también de confianza y sueños firmes. Soy tu primera hija, ¿Lo recuerdas? Espero que sí... Y cuando hayas leído esta carta pensarás en mí al menos una vez. Me parece injusto tener que reclamarle a Dios por tu ausencia, Él sabe por qué lo hizo y sé que algún día te darás cuenta de aquella hija que perdiste y aun así te espera siempre con el corazón dispuesto a perdonarte...

Con todo el cariño y amor que nunca te pude dar, me despido a la distancia. Cuídate mucho y que Dios te bendiga a cada paso que des.

Tu hija que tanto te extraña.

Posdata 1: Te comento que mientras te escrito esta carta algunas lágrimas rodaron por mis mejillas, no de tristeza, sino de la alegría de poder decir al fin que te he perdonado

Posdata 2: No espero tu respuesta, pero, tal vez para cuando leas esta carta te des cuenta que fui yo tu primer olvido.

- MJ

ALAS NEGRASWhere stories live. Discover now