ALAS NEGRAS

"EL SUEÑO DE STRADIVARIUS"

El éxito de la vida se encuentra en todo aquello que sueñas con algún día conseguir, no siempre será un camino fácil, pero sí lleno de misterios y aventura. Francisco es un joven que tras superar grandes derrotas ha alcanzado grandes metas y hoy es feliz y agradecido con Dios. Todo empezó una tarde de Abril, a la edad de catorce años, Francisco caminaba cabizbajo de vuelta a casa, desilusionado, triste y sin esperanzas de vivir, ¿Por qué? ... Era el peor estudiante de su clase y sus compañeros que decir, lo criticaban por ser diferente en algún sentido.

Al llegar a casa y no encontrar una vez más a su madre que hacía ya cinco años de su trágica muerte a causa de la maldita leucemia mieloide que le fue descubierta, tristemente tarde, para Francisco le fue muy difícil superarlo y entre lágrimas se sentó a almorzar en el banco de madera, cerca de la ventana, de vista a su jardín... En ese momento llegó su padre que trabajaba y labraba el campo, esforzándose cada día por que los sueños de su hijo se cumplieran, llevaba consigo un regalo para Francisco, un violín de Stradivarius de segunda mano.

Muy animado lo tomó y empezó con amor esa corta melodía que día a día aprendía por sus propios medios, fue perfeccionando poco a poco sus técnicas y creando de sus días de música un hábito que lo llevaba inmerso en cada nota que de su violín resonaba, de vuelta al colegio, como siempre tan alejado de los demás y solo, se encontraba contemplando a una preciosa niña de ojos azules y cabello castaño rizado que desde la el sexto grado había sido su amor platónico, de esos amores que uno sueña con tener algún día y a la vez parecen ser inalcanzables, pero, para Francisco nada era imposible, como era tímido e introvertido, nunca se arriesgó a decírselo y su única meta era, llegar a los grandes escenarios y ser el mejor violinista de la historia.

Una mañana mientras recibía clases de matemáticas su maestro lo miró haciendo los talleres en hojas sueltas y no en su cuaderno de apuntes o materia, al acercarse notó que no su mochila no contenía nada más que un viejo y obsoleto violín, muy molesto empezó a regañarlo y con ello soltó un gran oprobio que decía: "La música nunca será la que te dé de comer ni de vestir, eres malo para todo lo que haces y tal vez jamás cumplas tus sueños, estarás destinado a criar vacas y puercos como tu padre"; muy herido y decepcionado salió de allí, no quería saber nada de aquello en lo que no era feliz.

Sus palabras fueron como puñal al pecho, pero, los insultos y oprobios solo lo hicieron más fuerte y resistible a todo aquello que no le convenía creer, ese año dejó de estudiar y al siguiente se inscribió en una institución diferente, allí conoció a quien sería su más grande mentora en el arte, su nombre: Isabel, una mujer que con el peso de los años ya contaba con una cabellera blanca pero sonrisa firme; ahora era diferente, contaba con el apoyo y dulzura de una persona que en algún sentido ocupado ese pequeño espacio guardado para mamá, ella, una madre que se le fue.

Empezó por ser uno de los mejores alumnos de su clase, alguien lo escuchaba, alentaba y apoyaba incondicionalmente; Isabel tan encariñada y agradecida por ese cariño de Francisco, tan leal y carismático, le invitó a participar en un evento en el que se presentaría con su Stradivarius. Al llegar el día muy nervioso subió al escenario pero al mirar a la multitud solo recordó las palabras de su profesor de matemáticas, se echó a llorar y huyó del escenario; tenía tantas ganas de desistir, en ese momento se le acercaron su padre y doña Isabel con tono tan dulce le dijeron: "Es momento de hacer aquello que amas, no hagas que los miedos se conviertan en tus peores enemigos, son capaces de destruir incluso al soldado más instruido y valiente que pueda existir, ve por ello, ese es tu sueño y de nadie más", en ese momento entendió que debía hacerlo, fue y se presentó, tal vez de una manera que jamás nadie nunca lo había hecho.

Desde ese momento su fama surgió, su nombre recorría todas las naciones y fue reconocido como uno de los mejores violinistas de la historia, aunque pareció inalcanzable, su sueño nunca fue imposible, su nombre: Francisco  Veracini.

Hoy se encuentra en una gira por el mundo, su padre es su representante más cercano, Isabel se fue a vivir en Francia con sus hijas y que decir de su vida amorosa, se casó con aquella niña de ojos azules y cabello castaño rizado, gracias a que sus miedos fueron superados y su timidez fue echada a la basura y, resulta que aquella pequeña niña lo admiraba por la habilidad escondida que en su corazón y su mirada reflejaba.

"Tú eres capaz de cumplir tus metas, no le temas a aquello que te hace caer una y mil veces, no importa de dónde vengas, la profesión que tengas o estudiaste o estudias, confía en ti y valora el esfuerzo que tus padres hacen por ti, papá y mamá solo una vez en la vida"