Vas a quedarte

Vas a quedarte 23

Lali estaba muy extraña pero era imposible descifrar si era por mi culpa o no, ella venía a darme un extraño discurso sobre lo que le estaba pasando y luego cambiaba de opinión para quitarme la ropa, me di cuenta que entré también en ese juego que era un locura innecesaria pero ya no podía hacer nada porque estaba demasiado inserto en el drama.

—Bueno, nosotras ya tenemos que irnos —dijo Eugenia con una pequeña valija en su mano— Te veo en Los ángeles —me dió un abrazo fuerte— Lali está media bajón, cuidala Peter por favor. No pude sacarle mucha información con Rufina ahí pero por lo que me dijo está un poco agobiada con todo esto.

—Dale, no te preocupes. Yo la vengo notando extraña pero pensé que era porque extrañaba mucho su casa, a ustedes... no lo sé —sonreí y ella movió la cabeza— Pero ahora que lo dices estaré alerta, no te preocupes

—Gracias chiquito —Rufi apareció de la mano de su otra madre y me dió un abrazo fuerte, era tan amorosa.

—Chau Pitt, nos vemos pronto. Vamos en el mismo barquito los dos, no lo hundas —dijo Bella, no entendí la broma pero Eugenia le dió un empujón así que supuse que se trataba de las hermanas Esposito.

Damian me informó que era momento de salir al aeropuerto, íbamos a tomar un vuelo privado hasta San Francisco, la gira ya había superado la mitad de shows y tenía sentido que estuviese agotada luchando con todo lo que implica ser artista, me sentí un poco culpable agobiandola con mis cosas, pero ya era demasiado tarde. En cuanto llegamos fuimos directo al hotel donde habían muchas personas esperando por ella, les hizo un pequeño saludo y entró.

—Seguro me van a criticar por eso, el del desayuno ya dijo que le hice mala cara —rió entrando al ascensor— Se piensan que soy un fucking robot que tiene que estar feliz todo el maldito día, me tomé una pastilla para relajarme una que recomendó mi psiquitra en caso de lo que necesite en la gira pero no estoy segura si puedo controlar toda esta ansiedad. Siento que tengo muchas cosas encima... —suspiró fuerte y el ascensor se abrió.

—Hey, mirame! Calma... Nadie se va a morir por una critica de un desconocido, ellos no tienen porque saber por todo lo que estas pasando, tienes todo el derecho a ser una humana colapsada de trabajo —soltó una sonrisa y abrió su habitación.

—Te veo luego —entró y luego me miró— En realidad, puedes pedir que quiten todas las cosas de mi frigobar por favor. Gracias

Me daba mucha pena verla apagada, parecía que ni siquiera estaba disfrutando de todo esto como al comienzo. Hice lo que me pidió, no volví a verla porque no salió de la habitación todo el día pero Damian me dijo que no me preocupe porque estaba descansando para ponerse bien. Al día siguiente salimos a la arena después de desayunar, no saludó a nadie que estaba fuera del hotel.
Entró al escenario para la prueba de sonido y cuando terminó se fué a sentar al piano, estuvo tocando varias melodías en solitario.

—¿Está Peter por ahí? —preguntó y me acerqué rápidamente— Escucha —me apoyé en el piano y comenzó a tocar Mia & Sebastian's theme, no sé como la sacó tan rápido pero le salió perfecta y me emocioné mucho.— Te la regalo —agregó con una sonrisa.

—La voy a guardar conmigo. —dije con una sonrisa.

—¿Pase lo que pase? —preguntó.

—Si.

—¿Lo prometes? —preguntó mirándome a los ojos, le brillaban intensamente.

—Lo prometo —respondí.— ¿Hay algo que quieras decirme? —negó y sonrió, luego se puso de pie y me abrazó para caminar conmigo al backstage.

Hizo el meet esforzándose mucho por ser simpática pero no tenía un poco de ganas, esta era la peor parte de ser artista, estar agotado y un poco bajón pero siempre tener que mostrarle tu mejor cara a la gente. Denise notó lo que estaba pasando y estuvo con ella en camarín por varios minutos, salimos al show y la tomé de la mano.