Capítulo 11

5.6K 171 51
                                    


Narra Vane

-¿Nada? ¿De verdad?-

-Así es, nada.-

-¿Porque tu así lo quisiste?

-Exactamente.-

-¿Y ahora se va de viaje por cuanto tiempo?-

-No lo sabe con exactitud, pueden ser dos o tres semanas, depende de lo que les lleve filmar el documental.-

-Joder.-

Ana se levantó abruptamente de su lugar, cogió el móvil y se puso a hacer una llamada.

-No me atienden.- Dijo preocupada.

-¿Qué sucede?- Pregunté alertándome.  

-Es que estoy llamando al médico, alguien debe revisarte y decirnos que está pasando, porque que tú no quieras tener sexo, hija, algo malo e’, muy malo.- Dijo imitando mi acento andaluz.

-¡Que idiota!- Dije entre risas al tiempo que le arrojé un lápiz que tenía. -No es eso, tonta, claro que quiero, ¡créeme que sí!- Remarque abriendo grandes mis ojos. -Es solo que… no lo sé, no hay apuro con ella… no lo sé, es especial, como si no quisiera forzarlo, ¿entiendes? Cuando se dé, se dará porque es el momento y ya.-

Ana mantuvo su mirada fija en mí, afirmando con la cabeza y haciendo una mueca con los labios.

-Creo que hay que llamar al médico, esto es nuevo.- Dijo luego de varios segundos.

-Ya, tía, que no se te puede contar nada.- Volví a reír.

-No, no, ya en serio, tía, creo que esto es bueno, muy bueno.-

-Seh.- Lo dije con el ápice de duda que una palabra inexistente denota.

-¿Qué?-

-Es que, me escucho y ni siquiera parezco yo y mientras más lo pienso, más me asusta. No se si es bueno seguir con esto.-

-Wow, wow, wow, wow, alto ahí malagueña, no te lo voy a permitir, esto es bueno, ¡muy bueno! Vas a seguir y te vas a arriesgar, como lo has hecho siempre en cada índole de tu vida. Si te provoca esto, es buena señal, así que nada de miedos, ¿vale?-

-Vale.- Afirmé.

Y ahí estaba mi cómplice de nuevo dándome fuerza y ánimo, sin Ana, mi carrera no hubiese sido ni la mitad de lo que es, ella ha estado a mi lado desde que nos conocimos en un pequeño local de Madrid, siempre ahí, alentándome, siendo la voz de ánimo para saltar al precipicio más de una vez, siendo los oídos para escuchar mis miedos y frustraciones, siendo mi consejera y mis hombros para llorar más de una vez.

-Oye, por cierto, confirmamos para La Voz.- Dijo.

-Claro, no podemos decirles que no, Manu me lo ha pedido personalmente.-

-Lo sé, ¿vas a estar bien?-

-Claro que sí, Ana. Será raro volver a verla, luego de lo de Argentina, pero voy a estar bien.-

Me tocaba volver a ver a Malú y la cosa con ella era que cada vez que nos cruzábamos, tendíamos a revivir el pasado. La última vez que nos vimos habia sido aproximadamente un mes atrás cuando coincidimos en Argentina, mismo hotel, habitaciones cercanas, el resto ya se entiende, y luego de ese día quedamos en un intento de volver a vernos en Madrid, pero España siempre será España, siempre hay prensa, siempre hay gente al pendiente, siempre hay demasiados “aquí no”, que me hicieron recordar las razones del por qué lo nuestro nunca funcionó. Un par de mensajes y el final llegó antes del inicio.

Vánica. El tiempo todo locuraWhere stories live. Discover now