El pequeño camarón llegó a nuestras vidas y con él un sinfín de aventuras, ya no sabíamos si se llamaba Camarón, "Camarón, deja eso" o "Camarón, no" porque resultó ser un pequeño mordelón y destructor.
Vanesa insistió con que lo mandásemos a la escuela de adiestramiento ya desde los primeros días, pero yo quería disfrutarlo al máximo, además ella viajó a Miami para grabar con Carlos Rivera un tema y ultimar detalles de su nuevo disco la semana siguiente en que Camarón llegó, así que no quería alejarlo de mi lado ni un ratito.
-¿Qué tal iniciaron las clases?- Preguntó una vez que llegó de Miami.
-Uf, de las mil maravillas, Camaronchi es un alumno ejemplar.-
Claro, para ella, él sí empezó las clases, era una mentirilla piadosa que no hacía mal a nadie, una semana más, una semana menos, ¿qué tanto podía variar? Claro que eso intensificó los casos de:
-No, Camarón, deja eso.- El pequeño robando unos folios de Vanesa.
-Camarón, ¡no!- Camarón destrozando uno de los discos favoritos de Vanesa.
-Cabrón, ¡ven aquí!- Camarón marcando territorio en la guitarra de Vanesa y ella corriendo tras él.
No es que solo Vanesa haya perdido cosas, a mí en una semana me destrozó chanclas, tenis y algunos objetos más, pero Vanesa se llevó la peor parte, digamos, aunque a decir verdad tampoco mejoró con la escuela de adiestramiento, el ejemplo más notorio fue cuando llegaron 4000 copias de su disco pre vendidos para firmar y solo 3999 salieron enteros.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
(La foto es un comparativo de donde Vane firmó sus discos y la casa de Mónica, parecidos razonables)
A partir del minuto 11 ella menciona al "Perrito"
Pero bueno, para esa parte de la historia todavía falta un tirón, en el tiempo en curso nos encontrábamos planeando la boda mucho más rápido de lo imaginado, queríamos casarnos antes del lanzamiento de su nuevo disco porque una vez que empezara sabíamos muy bien que se volvería un no parar, además firmó contrato como coach de La Voz Kids, así que era en ese momento o en ese momento.
Por ende, nuestro primer viaje en familia fue a Málaga a presentar al pequeño a sus hermanos y a avisar a todos de nuestra decisión.
-¡¿Dos meses?! ¿Estáis locas?- Preguntó Toñi.
-Si no fuera porque es biológicamente imposible, juraría que estáis esperando un hijo y por eso el apuro.- Agregó su padre.
-Bueno, ya tenemos un hijo y por eso hemos venido.- Bromeé pero me gané un par de miradas no muy de acuerdo con mi broma.
