《ESQUIZOFRENIA》[JTK x (TN) x AB]

Capituló 42

Me quede callado, si cualquier otra persona se hubiera atrevido a hablarme así no hubiera dudado en cortarle la yugular en menos de un segundo, pero había algo que me impedía asesinar a (Tn) justo ahora. Puedo imaginar su piel siendo cortada por mi cuchillo como si se tratara de mantequilla, su sangre saliendo sin control, la expresión de dolor en su rostro y mis manos sujetando su cuello cortando el flujo de aire en sus pulmones, su corazón acelerado golpeando su pecho, su boca entre abierta suplicando por aire, sus labios rojos...

¿Qué mierda?...

La empuje dentro del baño y cerré la puerta.

- Tienes 15 minutos, te traeré ropa limpia.- Me alejé de ahí casi corriendo.

Ya en mi habitación me dejé caer sobre la cama, exhausto y muy confundido. Por qué mierda mis pensamientos se volvieron tan... Raros. Comencé a recordar aquella noche donde la conocí, solo era otra noche, una casa más de ese vecindario, dos victimas más, nada fuera de lo común, ella apareció después, defendió a sus padres, otras de mis victimas también lo hicieron, o al menos lo intentaron, ¿Qué hizo diferente a todas las otras personas que he asesinado?

Observé la cicatriz en mi brazo, no era la gran cosa, pero ahí estaba. Ella ha sido la única de mis victimas que pudo pelear y escapar de mi, todos se congelan del miedo con tan solo ver mi rostro, ella también lo hizo, pero tuvo el valor de enfrentarme. 

- No me teme.- Acaricié mi cicatriz.

No la he matado solo porque ella no me teme. ¿Acaso era solo eso? Me obsesioné tanto con ella, porque fantaseaba con todas las diversas torturas que le haría y en cómo la mataría. Ahora que la tengo, no sé que hacer...

Me levanté de la cama y abrí el armario, saqué una de mis sudaderas blancas, busqué entre la ropa que le había traído unos shorts azules y una blusa de tirantes verde. Volví a colgarme la mochila negra, salgo de mi habitación con la ropa en mano y voy a la bodega a buscar una toalla.

- ¿Qué haces?- Escuché a Slend atrás de mi.

- Llegaste temprano hoy.- Hurgué entre las cosas que Eyeless y yo robamos. A veces solemos robar cosas de las casas de nuestras victimas que podríamos usar aquí. 

- ¿Qué buscas?- 

- Una toalla.- Bufé.

- Hazte a un lado.- Me empujó hacia atrás con uno de sus tentáculos. - Ustedes dos descerebrados solo lanzan las cosas aquí sin ningún tipo de orden.-

- Es que tu eres la señora de la casa.- Ensanché mi sonrisa. 

- Muy gracioso.- Estiró su brazo para darme la toalla. - Aquí tienes.- 

-Gracias señora.- Corrí antes de que me lanzará el objeto más cercano que tuviera a su alcance.

Llegué a la puerta del baño, podía escuchar el agua caer de la regadera. Toqué la puerta.

- ¿Qué?- Contestó.

- Voy a entrar.- No le di tiempo a protestar y giré la perilla.

- ¡¿Qué haces?!- Preguntó molesta cubriendo su cuerpo con la ropa sucia del viaje, no hay cortinas en este baño.