Ángel
Después de unos días de estar con nuestras familias, decidimos regresar a la capital del estado. Ángela se muestra un poco más efusiva conmigo y me abraza con fuerza antes de irme.
—No pasaste tiempo conmigo por estar con tu noviecita —me reclama Caty.
—¿En serio? Tú no pasaste tiempo conmigo por estar con tu celular —le recuerdo.
—Mmm... Por esta vez te la paso, pero ya no traigas novias molestas a la casa, ¿quieres?
Decido molestarla un poquito.
—No voy a traer más novias, sólo a ella.
—Agh...
—No seas grosera, es tu futura cuñada.
Caty rueda los ojos.
—No te creo.
Después de despedirme de mi familia, paso por Estrella. Nos despedimos de sus padres y nos vamos. Después de unos veinte minutos de viaje, la castaña se acomoda en el asiento para dormir.
—Eres una floja —me burlo.
—¡Ya! —Se queja.
Me río un poco y la veo por un momento, pero en seguida me enfoco en el camino.
—Me gustó mucho que conocieras a mi familia, les agradaste —comento. Dentro de lo que cabe sí les cayó bien, no estuvieron muy entusiasmados pero tampoco disgustados.
—Gracias, tú también le caíste bien a mi mamá.
—Se nota que a tu papá no.
Ella ríe.
—No es personal, no le agradan los chicos que salen conmigo ni mis amigos excepto... —Se interrumpe a sí misma.
—¿Excepto...? —La veo de reojo.
—No importa.
—Dime. —Fijo la vista en la carretera.
Estrella suspira.
—Excepto Leonardo —dice al fin.
No sé por qué pero siento una pizca de celos, sé que es cercana a él. Desde la primera vez que vi a Leonardo me cayó mal, y me desagradó aún más cuando empezó a competir para ser mejor que yo en todo, en deportes, matemáticas, español, computación, etcétera. Estábamos a la par, en lo único que era visiblemente mejor que Leonardo era en artes, él siempre fue pésimo en esa materia. A mí la verdad no me importaba mucho sacar buenas calificaciones pero el idiota era el que parecía querer superarme en todo, nunca entendí por qué pero me molestaba, así que yo también me esforzaba por demostrarle que era mejor. Y ahora, al recordar que tiene una relación estrecha con Estrella, hace que los celos me invadan un poco.
—Oh. Me imagino que todavía hablas con él.
—Sí. —Acepta.
—Ammm...
—No te pongas celoso —ríe un poco—. Leo es mi mejor amigo de la infancia, sólo eso.
—Oh, claro, pero no estoy celoso —miento.
Estrella me lanza una sonrisita divertida y se recuesta en el sillón.
—Ajá, sí.
—Es verdad.
—Clarooo.
Ambos reímos un poco y continuamos el viaje en silencio, pues ella se queda dormida. Llegamos a nuestro destino pero antes de despertarla, volteo y la admiro. La adoro, me encanta el hecho de que hayamos conocido a nuestras familias, de que pasemos más tiempo juntos, de que nos comprendamos. Me fascina hacerle el amor, oírla jadear cada vez que beso su cuerpo, que las yemas de mis dedos recorran cada uno de sus lunares, de que me deje abrazarla y besarla durante largo rato para terminar dejándonos llevar por nuestros instintos más primitivos y darnos placer mutuamente. No cambiaría lo que tengo con ella por nada del mundo.

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Entre amores y traiciones © |Completa|
Chick-LitEstrella está a punto de iniciar la maestría en Administración de Negocios. Su vida es muy tranquila, se dedica a hacer ejercicio, es muy cumplida con sus estudios y quiere muchísimo a sus amigos. Su estabilidad se ve perturbada al darse cuenta que...