Entre amores y traiciones © |Completa|

Capítulo 21.

Por fi, no me vayan a matar cuando terminen de leer, aún soy muy joven, tengo como 10 historias más que compartir y muchas ideas nuevas.

Ángel

El día de ayer Estrella quedó muy alterada. Sus palabras me dolieron pero entiendo que está triste por lo que dijo su amiga, así que decido visitarla hoy para ver si ya está más tranquila. Toco con fuerza la puerta y nadie me abre, así que insisto. Luego de un rato, mi amada abre la puerta. Se ve pálida, ojerosa y muy desanimada, quiero abrazarla para que se sienta mejor.

Como no me invita a pasar, carraspeo un poco. Estrella me ve a los ojos sin ninguna emoción y no sé qué pensar respecto a eso.

—Pasa, no te quedes ahí —murmura.

Hago caso a su petición y cierra la puerta tras de sí.

—Mi amor, ¿qué tienes? —Trato de abrazarla pero no me deja, se hace para atrás.

Me hace una seña para que la siga, así que nos dirigimos a la sala. Una vez ahí, me invita a tomar asiento y dice que espere. Se va a la cocina y trae consigo dos tazas de café, me extiende una, que agarro en seguida, y con sus dos manos agarra la otra para darle pequeños sorbos.

Toda la situación me parece muy extraña, así que dejo la taza en el suelo, cerca del sillón, y la enfoco.

—Estrella, estás actuando muy raro... —murmuro.

Ella me mira con fijeza, sigue sin tener alguna expresión en su rostro, parece ausente. Nos quedamos callados unos segundos, mirándonos a los ojos.

—Ángel, en verdad te aprecio —dice de repente, imitando mi acción de colocar la taza en el suelo.

«¿Te aprecio? ¿Aprecio?» pienso. Paso mi lengua por mis labios, no entiendo nada, estoy preocupado y no sé por qué.

—Eres un chico atento, detallista y he descubierto una parte de ti que no conocía...

Yo también, el chico amoroso y esmerado en quedar bien con la chica de sus sueños no existía antes de estar con ella.

—No entiendo... —La interrumpo, pero ella continúa con su discurso.

—Cualquier chica sería afortunada de tenerte como novio, pero lamento decirte que yo no, ya no podemos estar juntos.

Me quedo anonadado, sin saber qué decir. No me esperaba eso, estábamos bien y de repente no.

—¿Por qué dices eso? —Pregunto luego de procesar bien sus palabras.

—Lastimé mucho a Cora por estar contigo, no quiero seguir haciéndolo.

—¿Pero qué...? Es obvio que no se tomaría bien lo nuestro, pero eso no te impidió con anterioridad estar conmigo. —Trato de convencerla. Está confundida, eso es todo, pero ella me ama, ¿cierto...? ¿O solo me aprecia?

—Creí que lo tomaría de buena manera —murmura—. Pero no lo hizo, así que no debemos estar juntos.

—¿Pero por qué? —Intento tomar sus manos pero no me lo permite—. ¿Por qué te lo impide? Debes seguir a tu corazón, no es justo que no estés con la persona que amas solo porque los demás no estén de acuerdo.

Veo una expresión de dolor en su rostro.

—Justo ahora estoy siguiendo a mi corazón, por eso tomé esta decisión. Es lo mejor...

La veo con atención sin captar su punto, hasta que mi cerebro hace clic. No. Puede. Ser. ¿Será que...? Empiezo a conectar todas las señales que me dio con anterioridad. Mi vista se fija en la muñeca que le regalé, que sigue en la mesa de siempre, y me doy cuenta, con horror, que es igualita a mi exnovia: cabello negro y lacio, ojos miel, facciones finas. Recuerdo que la chica del cuadro también se parecía a Cora, con razón se me hizo familiar, y la forma en que Estrella la veía, la manera en que se ensombreció su rostro cuando le dije que nunca estuve con chicas hermosas antes de ella, la mueca que hizo al escuchar su nombre en el video que grabó Layla, la vez que defendió al arte de mi padre, no porque yo ame hacer eso, sino porque es una actividad que le gusta a su amiga... Joder, ¡la mujer que amo está enamorada de mi exnovia!

Para convencerme de que no estoy delirando, necesito hacerle unas preguntas.

—¿Eres lesbiana?

Estrella hace una mueca y alza una ceja.

—¡No! —Responde con rapidez.

—¿Bisexual?

—No.

Necesito ser más específico.

—¿Estás enamorada de Cora? —Pregunto con tono duro. Ella me mira con fijeza pero no responde en seguida, tarda unos segundos en hablar.

—Es mi mejor amiga, la quiero mucho.

Esto es demasiado para mí. Me levanto del asiento y camino hacia la salida. Antes de irme, me dirijo a ella una última vez.

—Está bien, gracias.

Sin esperar su respuesta, salgo azotando la puerta. Bajo las escaleras y me dirijo con paso rápido hacia afuera. El portero, que ya me conoce, se despide de mí pero no le respondo, salgo y voy hasta mi auto. Una vez ahí, la impresión es sustituida por el dolor. Siento una lágrima resbalar por mi mejilla, así que la quito de un manotazo pero es inútil, pronto todo mi rostro está cubierto de más.

—¡Gracias por nada, maldita perra! —Exclamo y me suelto en llanto. Escondo mi cara entre mis manos y me quedo ahí un largo rato, pero es inútil, el dolor, la tristeza y decepción aumentan cada vez más.

F por los sentimientos Ángel.

¿Recuerdan que hace algunos capítulos dije que venía un giro en la historia? Pues es este. Tampoco es que me lo haya sacado de la manga, comenté que prestaran atención, desde los primeros capítulos hay señales, a partir del 12 son más claras... En el 16 ya es muy obvio.

La historia  casi desde que empezó a subirse tiene las etiquetas lgbt, bisexual y de ese tipo, no sé si las hayan notado antes 😅 pero no quería dejar la advertencia tan clara porque sentía que era un spoiler muy grande, me gusta que los lectores vayan deduciendo las cosas por sí mismos, ¿se esperaban esto?

Los invito a seguir leyendo, ya estamos en la recta final, faltan muy pocos capítulos para que esto termine y yo sé que quieren saber qué pasará con estos personajes. Ahora podemos comprender más a Estrella, y aún falta saber algunas cosas que hizo Ángel, por qué ella le tenía tanto desprecio, ya la entenderán más...

Y para terminar les contaré una curiosidad de esta historia: la escribí en dos semanas, la edité como en dos días, por eso soy consciente que necesita mejoras.

¡Nos vemos pronto!