|1.6| Corazón frígido

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Año 2016

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Año 2016.
18 de abril.
Hokkaido.
Madrugada.

Llegó una petición de Iván.

—¿Y ahora qué quiere?

Conocía ese nombre, de simple mención, nunca lo trato directamente. Para él era una pieza más del enorme tablero cual se movía con destreza. Por eso mismo no se adentró a informarse, prefirió regresar en otro momento.

Y se hubiera desatendido del asunto si no fuera porque lo siguiente le intereso más de lo que debió.

Que eliminemos a alguien por él. Esta es la fotografía... si me permite decir, la chica tiene un singular color de cabello, y se llama Sakura.

—Oh... que coincidencia, ¿no lo crees, Fauno?

No lo era.

El destino juega en las mentes, poniendo a las personas dónde no debería y muy cerca del peligro.

Acercándose más a la puerta, se apoyó en esta, atento a la voz de mujer, tan llena de odio y rencor, capaz de lo que sea para conseguir sus objetivos. No se tentaba el corazón.

Le recordaba a cierta persona.

Lo parece, mi señora —respondió la misma voz rasposa llena de respeto por la mujer.

¿Y qué me dará a cambio de arreglar su problemilla?

Le dará la manada completa.

Fue suficiente para entender que ella aceptaría el encargo, pase a que detestaba encargarse de pequeñeces, obtener a los veinte miembros de la manada de Iván era un gran intercambio, desde que pactaron, estaban detrás de los Lobos. La derrota de hace casi un mes en China. Necesitaban los Mestizos de la manda de Iván.

Abrió la puerta de sopetón sin anunciarse como tal, adentrándose a la estancia a paso apesadumbrado. La oscuridad en el gran salón apenas ocultaba las dos presencias. Fauno, de pie a las escaleras, lo miró con sus enormes ojos negros, mostró sus dientes de Minotauro en todo su esplendor. Un gesto de rechazo, nadie le agradaba en lo absoluto.

Se detuvo a medio salón, con la luz de luna filtrándose por los ventanales, las cortinas cafés caían con gracia, ondulándose a la brisa del bosque. Si silueta fue tomando forma a medida que daba otros pasos.

—Oh, llegas justo a tiempo, Sasori —La mujer seguía sentada en una de las butacas del fondo, distinguió sus ojos rojos teñidos de sangre—. Tenía otro trabajo para ti, pero creo que este será más entretenido.

Fauno se acercó a él tendiéndole la foto que antes sostenía ella. La examino sin mostrar ningún gesto en su rostro al comprobar de quién se trataba. Cabello rosado y ojos verdes. Verla plasmada en ese pedazo de papel le trajo muchos recuerdos cuales se ha empeñado a enterrar.

Descendientes del Sol [SasuSaku]Where stories live. Discover now