♥Capitulo 83♥

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Mientras iba, pensaba en la posibilidad de aceptar la oferta de Louis. Exponer mis fotografías en un salón inmenso, mientras ofrecían aperitivos elegantes a la gente que admiraba mi trabajo era el deseo que tenía desde que empecé a dedicarme a la fotografía; el deseo de todo fotógrafo profesional que dispara su lente para encontrar la belleza en este mundo. Pero existía otro lado de la moneda. La parte oscura del sueño. No podía exhibirle a medio mundo mi... mi... ¡ni siquiera sabía qué era! Simplemente no podía exponer esas fotos. ¿Qué pensaría Marinette si se enterara? Si hubiese una remota posibilidad de perdón, seguro desaparecería. O Adrien, a lo mejor creería que lo había utilizado. Ya no podía ser más mala de lo que ya me sentía, ya no soportaría que me catalogaran así.

Caminando, hice un poco más de una hora y cuando llegué, inmediatamente recordé la ubicación de su oficina, a donde Sabrina había ido el día anterior. Me dirigí hasta allá y le sonreí a la señorita tras el escritorio.

-Hola, soy Chloe Bourgeois, vengo a ver a Louis Tomlinson. -Anuncié.

-Permíteme un momento. -Me sonrió y descolgó la bocina del teléfono y en un susurro parloteó algo que no pude entender; luego colgó y me sonrió. -Pasa, te está esperando.

-Gracias. -Le devolví la sonrisa de manera fugaz y luego entré a la oficina. Al instante, el olor a pino fresco me rozó la nariz, haciéndome arrugarla levemente.

Había visto su fotografía en Internet, pero sin duda de eso ya había pasado algún tiempo. Era un sujeto con pelo castaño claro y piel clara. Me sonrió.

-Chloe Bourgeois. -Se levantó. -Que placer me da conocerte. -Me extendió la mano y la tomé, receloso, con mi ceño ligeramente fruncido. -Siéntate, por favor.

La silla rechinó en el suelo cuando así lo hice.

-Señor Tomlinson... -Empecé.

-Louis, por favor. -Me interrumpió, afable.

-Bien, Louis. Esa fotografía no debió llegar a usted, es que...

-¿Cómo que no? -Se echo para atrás, como sorprendido.

-Es que esa foto era... -Luche con mi fuero interno para no decir "prohibida" y buscar la palabra adecuada. -era...

-¿Fenomenal? ¿Excelente? ¿Maravillosa? ¿Cautivadora? -Me interrumpió, de nuevo. Y a pesar de todo lo que dijo, aquello no se acercaba ni un poco al significado que yo le daba. Me reí.

-No, es que... -Resoplé, frustrándome. -Esa foto es personal.

-Piénsalo, sería una bellísima exposición fotográfica. -Gesticuló, como imaginándose la escena, ignorando mi comentario. Luego de un segundo, me miró. -Y sin duda sería una gran oportunidad para ti. No me digas que no es lo que quieres. Todo fotógrafo lo quieres. Presionó y tenía razón.

-¿Qué fotografía le dio Sabrina?- .Inquirí, quería saber cuál era la imagen que le había fascinado tanto.

Suspiró al verme renuente, luego se levantó de su silla de cuero y fue por una carpeta azul de su archivero. Volvió a sentarse y me dio el fólder. Lo tomé y luego lo abrí. El corazón se me expandió por todo el pecho y el estómago se me encogió. Entre mis manos tenía una de mis fotografías, una de tantas imágenes que no había visto hace tiempo. El hermoso rostro de Adrien exponía su perfil izquierdo, y las luces de fondo de aquella feria proyectaban un centelleo en sus ojos. Era hermoso.

-No sé si vea lo mismo que yo veo en esa foto. -Me dijo Louis. -Yo veo una frase de alguna canción romántica, un cuento para contarles a mis hijas en las noches. No sé si me doy a entender. -Me gustaría ver todas, por favor.

Entonces lo miré. Luego saqué de mi mochila el sobre que contenía las demás, y aun medio vacilante, lo deslicé sobre la madera del escritorio hasta las manos de Louis. Él me sonrió y luego abrió el sobre, sacando todas las fotografías.

Cerré los ojos por un momento, bajando la cabeza, No sabía qué estaba haciendo, o mejor dicho, si sabía pero no estaba segura de hacerlo. Marinette y Adrien vinieron a mi cabeza. Si de alguna manera se dieran cuenta, ¿cuál sería su reacción? ¿lo creerían un abuso o quizá una burla? Sobre todo el rubio, él es quien aparece en las fotos y... ¡Adrien! Por un momento pude ver una cara de la moneda que no había visto. Si Adrien llegase a saber, ¿vendría a buscarme? Al menos para reclamarme, enfadarse o cualquier cosa, y yo... lo volvería a ver. No que eso cambiará las cosas, quizá me odiaba por destruir su relación con Marinette y más aun por publicarlo sin derecho alguno pero... era tanto el anhelo de saber de él que de cierta manera se había convertido en una necesidad. ¿Llegaría la noticia hasta Estados Unidos o dónde sea que el rubio se encontrara? Miré a Louis y de pronto lo vi como una esperanza.

Él había terminado de ver todas mis fotografías y la sonrisa en su rostro me decía que le habían gustado. Repentinamente la idea de exponerlas no me resultaba tan descabellada.

-Vaya. -Dijo, admirando la última imagen. -Son fantásticas. -Confesó. -Es como si te contaran una histiría.

Me reí.

-Tienen una historia, no hay fotografía que no la tenga. -Admití.

-Me gusta, estoy encantado con su trabajo, señorita Bourgeois. Sería un honor para nosotros exponer estas fotografías. -Me dijo, con los ojos rebosando de excitación. -¿Qué dice usted?

Y entonces mi mente había cambiado por completo, mi perspectiva ya no era la misma que hace unas horas.

-Hagámoslo. -Acepté, llenando mi cabeza de la imagen de Adrien, ignorando si estaba bien o mal.

La sonrisa de Louis se volvió aun más intensa, luego me extendió la mano.

-Hagámoslo. -Repitió.

Estaba loca, severamente loca.Había aceptado la propuesta de Louis y ahora no podía echarme para atrás. Y es que alguna parte de mi cabeza, quizá la más destornillada, tenía la ridícula esperanza de que aquella exposición, de alguna manera me acercaba a Adrien.

Tenía que llamar a el señor Tomlinson para darle el nombre de la exposición, me había dado solo un día para pensarlo, ya que todo se llevaría acabo en un mes, a finales de enero.

Manual De Lo Prohibido~AdrienxChloe~(Adaptada)Where stories live. Discover now