|Capitulo 23|

1.8K 111 40
                                    

—Wacha, el pibe ya no te gusta te encanta. No me jodas— me dijo Cata.

Vinimos a la plaza a tomar mates, para de paso conversar sobre el tema de Mateo y la pelirroja. Y lo confundida que estaba yo acerca de mis sentimientos hacia él.

—No digas boludeces— negué, mirándola como si tuviera un tercer ojo —Él es mí garche, y a mí mis garches nunca me gustaron, onda me atraían y estaban recontra buenos, pero no me gustaban.

Ya dije que no pienso admitir que me gusta Mateo, y así va a ser.

—Uh, ¿posta te vas a poner en modo tarada a negar lo evidente?— rodo los ojos —El trueno te gusta y mucho. Y a él le encantas, ya te lo dije la otra vez. Deja de darle tantas vueltas.

Ojalá le gustará a él.

—¿Le encanto y por eso se chapa a otra enfrente mío, no?— pregunté con molestía recordando a esa pelirroja —Él solo me ve como un pique más y listo. Al igual que yo a él. 

Catalina soltó un bufido y me miró mal.

—¿Sabes qué? Andate a cagar. Sos una terca de mierda— soltó con enojo —Y cómo se que no vas a dar el brazo a torcer, porque te conozco como si te hubiera parido, te voy a dejar que te des cuenta solita, para que después vengas a decirme; Cata, tenías razón me gusta Mateo. ¿Que hago me tiró de un punte? Porque soy una cagona que no quiere admitir sus sentimientos— imito mí voz, aunque le salió como el culo, lo que me hizo reír. 

—Bueno, bueno. Tranquila morocha, no era necesario que me cagues a puteadas— dije riendo —¿Y si dejamos el tema de Mateo de lado? Porque sino vamos a seguir discutiendo.

Y porque sino, yo voy a terminar admitiendo que me gusta. Y si eso pasa, va a ser el doble de difícil olvidarme de ese sentimiento.

—Mejor decime; dejemos de hablar, porque sino lo voy a admitir y no quiero— alzó una ceja y sonrió sabiendo que tiene toda la razón.

Me reí y negué. No le puedo mentir a Cata, está piba me conoce más que yo misma.

Seguimos conversando de pelotudeces, hasta que a ella la llamo su madre para que la acompañe a hacer las compras. Y yo me quedé un rato más en la plaza fumando un porrito.

Estaba en mí muendo, fumando, cuando me cayó un mensaje de whatsapp.

Manucho.

Amigaaaaa.

Ya te pude sacar información sobre la pelirroja mal teñida y Mateo.

¿Ya había dicho que lo amo a Manuel?

Yo.

Jajajajajaja te amo.

A ver, contame.

Manucho.

Me siento una vieja chusma, pero todo sea por vos.

Agradecelo regalándome un porro o escabio. Gracias jajajaja.

Bueno te cuento.

Me dijo que se chapo a esa minita por celos, pero que ahora se arrepintió.

En conclusión, es un pelotudo.

Yo.

Celos??

De que tenía celos, si no hice nada en toda la noche, más que bailar con ustedes?

Fuego || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora