Capítulo 49

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Raymond

Los días pasaron y se convirtieron en semanas y estás se convirtieron en meses, tres para ser exactos. Hace un mes pudimos confirmar que el bebé sería un precioso niño pero eso yo ya lo sabía gracias a ese sueño que tuve hace meses, estábamos tan felices al saber por fin el sexo del bebé pero toda esa felicidad desapareció en un instante justo cuando estábamos saliendo del consultorio de la doctora Green recibimos un mensaje del doctor Maxwell diciendo que regresáramos pronto a la UCI al llegar con él nos dio la lamentable noticia que todo el progreso que había tenido Christian se vino abajo cuando empezó a convulsionar.

La angustia y el dolor se instaló en Ana y en mi.

Ese día nos negaron el permiso para estar con él ya que su estado era muy delicado y a nosotros no nos quedó de otra que obedecer y por desgracia tres horas después de la primera convulsión le sucedió de nuevo.

En total este último mes había convulsionado 6 veces y a pesar de todos los intentos de los doctores el simplemente no mejoraba, los temblores en sus manos eran más frecuentes y cada día vivíamos con el miedo que algo peor le pasará.

La vida de él  dependiendo de un hilo y de esas jodidas máquinas a las que estaba conectado, los primeras semanas me mostré siempre positivo y trataba que Ana también mantuviera su fe intacta pero un día me di cuenta que no se trataba de lo que nosotros quisiéramos si no lo que mejor era para él.

Hablé con el doctor Flynn y él me hizo entender que a veces nos aferramos tanto a algo que no lo dejamos ir y en el proceso todos salimos lastimados.

Él decía que era tiempo en dejar de pensar en nuestro dolor y ver el dolor de Christian y que nos plantearamos dos preguntas:

¿Estamos haciendo lo correcto?

¿Es bueno mantenerlo en ese sufrimiento solo porque alimenta nuestra esperanza?

Y cuando encontráramos las respuestas sabríamos que hacer.

Encontré las respuestas a esas dos preguntas y la verdad no me gustaron yo sabía cuál era el siguiente paso y no encontraba las palabras ni el momento para decirle a Ana lo que era mejor para Christian porque aunque era una decisión difícil yo sabía que era la correcta.

Taylor y los muchachos ya sabían lo que era mejor, una tarde los escuché discutir sobre el asunto y ellos llegaron a la misma conclusión que yo era momento de dejarlo ir.

Suena duro lo sé pero también sabía que estaría en un mejor lugar donde no había dolor ni sufrimiento y estaría en lugar donde ya nadie le haría daño.

Un mes secuestrado, 3 meses en coma y solo Dios sabe cuánto tiempo más de dolor, todos queríamos que viviera pero no de esa manera, Ana claramente lo dijo un día él era un hombre muy activo e independiente y ahora solo es un hombre reducido a una cama de hospital tenía millones de dólares pero ni todo el dinero del mundo lo podía curar o al menos hacer que abriera los ojos, era desconcertante e irónico a la vez porque tenía de todo y a la vez no tenía lo principal que era la salud.

Me encuentro en un dilema seguir alimentando la esperanza de mi hija o dejar descansar a quien desde hace meses considero mi hijo. Pero también estaba la familia de él que estaban ajenos a todo esto y no sabíamos con certeza si ellos realmente hicieron esto. Si lo hicieron pues bien que se jodan pero y si no eran los culpables nosotros les estaríamos negando los últimos días de Christian y les estaríamos privando de dar su opinión sobre que hacer con él.

Una avalancha de sentimientos me ataca que ni siquiera sé cómo afrontar uno a uno, cómo afrontar la tristeza, el dolor, la ira y la impotencia todos a la misma vez. Es difícil porque como padre quiero hacer lo mejor para no causarle sufrimiento a mi hija y simplemente no puedo, se en el fondo que tengo que hacerla entender que es lo mejor para Christian pero en el proceso puedo perder la a ella también y es lo que más temo.

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