¿Tú?

1.6K 177 26
                                    

Una sonrisa apareció por entre mis labios. Se Hun estaba bromeando.

Observé su rostro. Estaba inexpresivo como de costumbre y eso me hizo inquietar, no estaba sonriendo, no estaba con burla en su rostro...es más, se notaba sincero y realmente serio.

—¿Es un broma, cierto?—farfullé mientras sonreía tratar de alivianar el momento. Sin éxito.

—No, Annie. Esa es mi hipótesis—sonrió—Y la de todos los chicos.

—Pues su hipótesis está muy lejana a ser verdad.

Aquella última frase me había puesto los pelos de punta. Kyung Soo estaba posicionado tras de nosotros, aguardando a que nosotros voltearamos y lo vieramos tan furioso y amargado como de costumbre.

—Era una broma—susurró Se Hun sonriendo mientras volteaba para parecer inocente.

—Quiero que sepas la real razón por la que no te he hecho ningún rasguño—se acercó a nosotros con ni una pizca de amistad en sus palabras—Quiero llegar al fondo de todo lo ocurrente en Hunting Monsters y tú eres el único lazo que nos une a ellos. Solo por eso te mantengo con vida. Porque me convienes.

"Porque me convienes". 

Bueno, esperaba esa respuesta. No podía esperar nada más de Kyung Soo, se ha comportado tan cavernícolamente mal conmigo que ninguna cosa de él podía asustarme o sorprenderme.

—No creas que haz visto todo—susurró Se Hun en mi oído después de leer mi mente... y para nuestra mala suerte Kyung Soo escuchó. Frunció el ceño y con indignación apartó a Se Hun de mi lado y tomó mi brazo con una fuerza desgarradora. 

—Quiero que durante tu estadía en esta isla te mantengas alejada de todos y cada uno de nosotros. 

—Kyung Soo, estás siendo muy...—no alcanzó a terminar cuando Kyung Soo lo tomó del cuello de su camisa y lo miró amenazantemente.

—Querido Se Hun, o me obedeces o realmente te pasará lo mismo que a Min Seok.

Mi corazón comenzó a latir de manera fuerte y desenfrenada. ¿Qué tenía que ver Min Seok aquí?

—Es-está bien—alcanzó a susurrar para luego desaparecer. Se había teletransportado o prácticamente Kyung Soo lo había mandado lejos. 

El chico se posicionó a poca distancia mía y comenzó a mirarme de una manera que creí realmente tenebrosa. Una pequeña sombra se veía bajo sus grandes ojos, como si no hubiese logrado dormir en toda la noche. Sus labios estaban secos y partidos, podía jurar que vi un poco de sangre en ellos antes de que él se lamiese el labio inferior y borrara todo rastro sanguíneo. 

Sin despegar su amenazante vista de la mía, tomó mi mano y la apretó fuertemente. 

—Vete.

—No me iré. Tengo que...—me interrumpió.

—¿Ejecutar una misión?, ¿Tienes que matarme?—preguntó con un brillo totalmente desconocido destellando de sus ojos—Pues hazlo, me tienes aquí. 

Me soltó y se posicionó pasos más atrás. Abrió los brazos esperando una futura muerte, pero no. No lo iba a asesinar. No era capaz. 

Warn tenía razón, soy la persona más cobarde existente en la tierra.

—¿Qué esperas?—volvió a insistir mientras su labio inferior temblaba. ¿La real razón?, ni idea.

Negué con la cabeza y lo único que hice fue desaparecer. Mi cuerpo actuó por si solo y aparecí en otra isla totalmente diferente a Quail. Ya no estaba ni cerca de los Omegas.

Me recosté bajo un árbol realmente bello y cerré los ojos intentando procesar información. Nada era como yo imaginé. ¿Por qué Min Seok estaba en la isla y qué le había pasado?.

Solo una persona podía saberlo a la perfección. Junmyeon.

Intenté crear una conexión en mi cabeza y hablarle como él lo hizo ayer, pero realmente no pude. Una puntada en la parte frontal de mi cabeza me hizo dejar de intentar lo que estaba haciendo y quedarme totalmente tirada como un muñeco de trapo bajo el árbol. La telepatía agotaba más de lo que creía.


Kyungsoo:

¿Canalizar mi ira? eso realmente no se encontraba en mis planes. Nunca lo había hecho y no encontraba explicación cuerda para no haberlo vuelto a hacer. Tenía que asesinarla, tenía que hacer algo para que no nos hiciera daño ni a mí, ni a los chicos. Pero no podía, no podía matar a una persona que no tenía la culpa de todo lo que estábamos pasando. Ella intentaba congeniar conmigo, intentaba llevarme por el lado amable y era la única persona que cuando se dirigía a mí, no temblaba. No me temía como las personas que me conocían, y eso me hacía sentir especial de una manera muy distinta. 

Pero finalmente había logrado mi objetivo, ella se había ido y todas las cosas ya se acabaron. 

—¿Qué hiciste con Annie?—gritó Yi Fan cuando me vio entrar a su casa. 

—Ya no está—susurré con mi cara inexpresiva.

—¿La mataste?—esta vez era Tao quien se dirigía a mí con indignación. ¿Qué bicho les había picado a todos?

—¿Por qué me están hablando así?—exclamé mientras los miraba totalmente desconcertado.

—¿Recuerdas lo que hablamos hace un tiempo?—preguntó Jong In de repente—O mejor dicho lo que la vidente de Corea nos dijo. Lo de la chica que llegaría a cambiar el ritmo de la disputa entre Alphas y Omegas. 

Un chispazo de corriente envolvió mi cerebro. Me acordaba y realmente me ponía furioso el no haberme percatado antes de todo eso.

—Ella podría haber sido nuestro puente hacia los Alphas, algo que nos ayudaría a vencerlos.

—Aparte era una chica muy poderosa. Me ganó dos combates en donde intenté dar lo más poderoso de mí y me hizo papilla—murmuró Se Hun avergonzado. 

—¿La mataste?—volvió a preguntar Tao.

Me pasé las manos por el pelo, estaba totalmente frustrado. 

—Ella se fue, chicos. Desapareció cuando le estaba diciendo que me matase—sonreí y ellos negaron—¿Qué les parece tan mal?

—Pasas mucho tiempo a solas con ella, siempre terminan solos en algún lugar—soltó Lu Han.

—¿Hay algún problema con eso?—pregunté alzando una ceja, ellos asintieron.

—Prometiste nunca enamorarte de alguien después de lo que pasó con Giannine, ¿La recuerdas?.

Giannine, la francesa. La recordaba más que demasiado,ella había sido una infiltrada de Warn para enamorarme y luego robarme un poco de lo que me hacía fuerte. Quitó parte de mi ADN mientras yo dormía y se marchó. Había sido la primera vez que me había enamorado y prometí que sería la última. 

—Yo no estoy enamorado de Annie.

—Pues yo sí.

Y ahí fue cuando un oleaje de escalofríos recorrió mi cuerpo, volteé totalmente petrificado y con los chicos nos miramos las expresiones que manteníamos en nuestro rostro. Quería abalanzarme contra quien había dicho eso y golpearlo hasta matarlo, pero aquel tratado de paz que firmamos hace unos años me lo impedía...

—¿Qué demonios haces acá?—grité, apartando a los chicos para posicionarme en frente ante un posible ataque.

—Que agradable manera de recibirme luego de tantos años, chicos.

--------


Biological Love [BL #1 | D.O]Where stories live. Discover now