Atrapado.

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Bueno, ¿y a quién le importa?

Lo había desperdiciado todo por un capricho infantil. Mi collar, mi dignidad, mis oportunidades y sobre todo, a mis amigos. ¿Qué sería para ellos en ese momento?

La luz de la luna entraba por una pequeña escotilla, solo era yo mirando al piso y la luz montándose a mis espaldas. No sabía que pensar, no sabía que hacer, el único ruido era el de mi cola moviéndose de un lado a otro lentamente expresando mi tristeza. Estuve inconsciente durante bastante tiempo, todos ellos me engañaron, me utilizaron por haber sido un maldito zorro, Mary, Lein, Byron, todos vieron en mí lo que soy por fuera como un valor superficial, pero, igual y no se equivocan, después de todo solo soy un patético zorro, ymientras yo estuve inconsciente atrapado en esta jaula, pasaron muchas cosas a mi al rededor sin haberme dado cuenta.

Había cinco jaulas en la habitación, una mía, otra del Rooth, y la ultima para el grifo, Lein. Las ultimas dos estaban vacías, supuse que eran de Danyon y Byron, el sergal y el ciervo, quienes me mintieron, o por lo menos así lo sentí. Lo más probable es que hayan escapado de alguna manera, la puerta a este lugar estaba abierta.

«Soy un zorro» Rechisté.

—¡Soy un maldito zorro! — Grité con todas mis fuerzas.

«¿Por qué entre tantas cosas, un zorro? No hay nada de especial en eso, no tengo nada destacable, solo que por azares del destino, soy un zorro»

Se escucharon unos pasos que lentamente fueron incrementando el sonido, alguien se estaba acercando.

—Aquí estás — Decía una voz familiar —Nunca pensé en la probabilidad de que te hayan raptado, te busqué como un criminal y no como un rehén, pero al fin te encuentro, Mary y Sebastián han estado muy preocupados por ti, incluso... incluso recurrieron a cosas bastante geniales para ubicarte — Expresó con una sonrisa, recordando a sus figuras paternas en sus palabras.

Pero no respondí, estaba tan sumergido en mis pensamientos, que me dio igual lo que me dijera.

—Roxy, ¿estás escuchando? — Preguntó Chris

—Déjame solo, idiota — Respondí

—Roxy, ¿qué te pasa?

Seguí sin responder, no había mérito ni objetivo para hacerlo, no tenía que salir de ahí, no quería salir de ahí, se supone que los zorros no salen de sus jaulas.

—¡Roxy! Voy a sacarte de aquí. Vas a volver a ver a Mary, y a Sebastián para convivir con ellos. Iremos todos a la ciudad cuando se calmen las cosas y todo será mejor que antes, créeme — Explicaba Chris tratando de  convencerme

—¿Vivir en la ciudad? — Cuestioné sujetando mi collar — Se supone que los zorros no somos domésticos, por eso estoy en una jaula

Hubo silencio, Chris no contestó porque no supo que decir, mis palabras le dieron que pensar por más de una razón, pero en mí, vio a su antiguo ser. Recordó cuando rechazaba su identidad por ser un perro, comportándose como un niño siendo un niño, pero también se le vino a la mente aquellos que le ayudaron a aceptarse a sí mismo no por lo que era, si no por quien era

Yo estaba en la misma situación por la que él había pasado durante años, pero un como adulto, y maduro Husky, supo lo que tenía que hacer.

—Cierto, los zorros no deberían ser domesticados. ¿Pero qué hay de ti Roxy?, ¿no crees que deberías ser libre al menos?

—No lo creo — Respondí —No aquí realmente

—Un zorro debería ser libre, justo como cualquier persona o animal. Te diré algo, un animal cómo tú suele ser solitario, pero aún así, hay personas buscándote, eres más que un simple zorro, recuerdalo.

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