7.

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Se sentía mareado, aquella corta frase formulada por los rosados labios de Sakura habían sido suficientes para tirar abajo su elevado estado de ánimo, su cabeza no dejaba de dar vueltas y los latidos de su corazón no parecían tener intenciones de frenar su acelerado acompasar.

Que ahora se viese atrapado entre la espada y la pared no debería ser un hecho que lo sorprendiese, Haruno era una kunoichi bastante perspicaz, era solo cuestión de tiempo para que se diera cuenta de lo que ocurría a sus espaldas y aunque técnicamente no era consciente de la realidad de la situación, si era cierto que ya sabía que Ino y él traían algo entre manos. El recuerdo de la vez que estuvo en casa de Ino seguía erizándole la piel, no era capaz de imaginar qué habría pasado si Sakura los hubiese descubierto, pero sin duda no se habría librado de la forma en que lo hizo, la conocía muy bien y sabía que malinterpretar la situación es lo primero que hubiera hecho y no la culparía por ello, era cierto que las cosas tenían un aire bastante absurdo.

Naruto estaba desorientado, no tenía idea alguna de cómo proceder a continuación, su cerebro estaba trabajando a gran velocidad con tal de hallar una solución a su problema, pero los verdes orbes de Sakura le hacían más difíciles las cosas.

–¿Por... Por qué dices que estuve ahí?

–No creas que soy tonta, sé muy bien que estuviste ahí.

–¿Cómo puedes estar tan segura?

–Mm, déjame pensar... –Empezó Haruno con notoria ironía en el tono de su voz. –Si querían evitar que los encontrara juntos por lo menos debieron haber ocultado toda la evidencia junto contigo y no dejar tirados tus zapatos en la entrada.

Uzumaki se abofeteó mentalmente una vez que cayó en cuenta del error que había cometido, las palabras de Sakura tenían toda la razón, debido a la prisa que Ino y él tuvieron ese día no se percató de que sus zapatos siguieron en la entrada, por lo que Haruno pudo haberlos visto sin ningún problema.

–Sakura-chan, yo... –Por más que abriera la boca para intentar justificarse no tenía cómo hacerlo, su mente yacía en blanco.

–¿Ni siquiera puedes decir algo? ¿No intentarás negar nada? –Ante el silencio aportado por Uzumaki, Sakura continuó. –A decir verdad, ya tenía la sospecha de que algo ocurría, pero estaba esperando que fueras tu quien me dijera todo.

–Esto no es lo que parece, Sakura-chan, no hemos hecho nada malo.

–Si ese es el caso, ¿por qué se esforzaron tanto en esconder lo que sea que estuvieron haciendo?

–No lo sé. –Exasperado, Naruto se levantó de su asiento. –Pero debes creerme, tienes que confiar en mi.

–¡Confié en ti, Naruto Uzumaki!, lo hice y aquí te tengo, presentando pretextos inútiles y sin fundamentos.

La seriedad que entre ambos se había instaurado era palpable y Naruto era consciente de la furia que en Sakura debía estar surgiendo, lo había llamado por su nombre completo y eso no podía significar nada bueno.

–Es como si hubieran estado riéndose de mi todo este tiempo, es desagradable que me impongan este papel. –Comentó Haruno, pasándose su mano por su rosado cabello. –De repente, Ino y tu comienzan a verse con mucha más frecuencia y se ocultan de mi, y al mismo tiempo tú comienzas a ser más detallista, ¿qué es lo que intentas? ¿es acaso un intento tuyo por limpiar tus culpas?

–¡No, no es así, Sakura-chan!, estás equivocada.

–Entonces dime qué es lo que se traen Ino y tu, ¿qué es lo que no puedo saber?

–Yo...

Naruto no dijo nada, la realidad de la situación era mucho más fácil de lo que Sakura creía, pero por alguna razón, dársela a conocer estaba siendo más difícil de lo que pensó... en primer lugar, no es que figurase entre sus planes hablarle de ello, desistir de continuar empleando tal estrategia era lo que quería hacer, nada más.

Cupido YamanakaWhere stories live. Discover now