Capítulo 8

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Empezamos ese mismo día.

Estaba harto de nunca ser normal, con mis padres y amigos siempre había un límite que debía mantener si no quería recordar aquel suceso a mis 11 años, y ni siquiera hablemos de una relación amorosa.

Al principio creí que el problema era únicamente acercarme a hombres, por lo que en secundaria incluso me había animado a tener una novia, no me molestaba tomarle la mano o incluso besarla, sin embargo, fue totalmente diferente cuando intentamos tener sexo.

Ahí descubrí que lo que disparaba este trauma eran los abrazos y caricias, quizás porque había sido la manera en que aquel hombre se había mantenido sobre mí.

Ella era realmente bella, y podría decir que yo incluso la amaba, pero en cuanto empezó a acariciarme, besarme el cuerpo y abrazarme, inmediatamente empecé a temblar y recordar cada minúscula cosa de aquel día, pensé que si lo soportaba lo suficiente, pronto pasaría, y fingí que eran solo temblores de excitación.

Pero entonces los pensamientos se unieron a los recuerdos cuando ella estaba a punto de montarme, recordé el dolor de aquel momento y me pregunté si ella sentiría lo mismo.

Y la excitación desapareció.

El dolor se hizo demasiado fuerte, como si lo estuviera viviendo de nueva cuenta, sentía náuseas y me quemaba la piel en cada espacio que ella tocaba. Por instinto la empujé lejos y no recuerdo muy bien lo que sucedió después, pero agradecí que ella se hubiera ido antes de que yo empezara a llorar y a desvariar.

Después de eso, nunca más hablamos, y yo nunca más intente acercarme a nadie, incluso llegó un momento en el que me preocupé cuando ni siquiera yo mismo podía tocarme, pero entonces volví a la ciudad y me encontré con Tharn, y la verdad, no hay ser humano en la tierra que dé más abrazos que él.

Al principio lo odié, cada noche tenia pesadillas y cuando estaba decidido a gritarle que dejara de tocarme, las pesadillas disminuyeron al igual que los recuerdos, hasta que simplemente desaparecieron.

Y yo...ya había vivido demasiados años sin poder obtener ni un solo abrazo que no me recordara todo lo malo del pasado, por lo que a pesar de siempre quejarme, realmente agradecía esas muestras de afecto.

Pensé que sería suficiente, que a pesar de la frustración de no poder celebrar con mis compañeros un gol, siempre podía llegar a casa y compensarlo con mi pegajoso amigo, pero la verdad era que me estaba desesperando.

Quería acabar con ese trauma, empujarlo lejos y poder hacer mi vida normal como la de cualquier otro chico de mi edad, quería salir a un bar, liarme con alguna chica e invitarla a mi habitación.

La única manera que se me ocurrió fue Tharn.

Mi primer pensamiento fue que probablemente mandaríamos a la mierda nuestra amistad, sin embargo, ya había sucedido una vez, y a pesar de lo mucho que intenté no recordar, yo no había tomado lo suficiente como para no recordar cada beso y caricia que me dio.

Y no sé si era porque yo era un maldito virgen, pero mierda, disfruté aquello cada maldito segundo.

Así que ahora, no debería suponer un gran problema, de cualquier manera ya habíamos cruzado el límite, y aunque nunca lo habíamos hablado, ambos lo sabíamos.

-Voy a besarte-Avisó y yo asentí, mirándolo fijamente mientras esperaba que se moviera, ya sea para acercarse o alejarse, lo que fuera

Las luces estaban encendidas porque yo necesitaba poder ver que era Tharn el que estaba en esos momentos encima de mí en la cama y tan cerca de mis labios.

Empezó con un beso [TharnType]Where stories live. Discover now