C A T O R C E

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Habían pasado dos meses después del fallecimiento del mexicano, poco a poco el ruso se le quitaba ese sentimiento de culpabilidad  y ya estaba mejorando.

Según sus hermanos, después de la visita hacia México, había mejorado de sobremanera. En su autoestima y en todo.

Y eso le alegraba.

Ya no estaba el mexicano, pero las palabras que estaban escritas en el diario lo reeconfontraban de sobremanera.

Y es que, en cada noche leía de nuevo el diario.

Algunos días sacaba lagrimas y otras veces  unas pequeñas sonrisas que lo animaban para mostrarle a Venezuela el diario.

Ya estaba decidido, que cuando mejorara de autoestima, le pediría a Venezuela ir al café donde se reunía con el mexicano para mostrarle ese cuardenito.

Oh, Noviembre.

Tocaba junta mensual, y tocaba en el país tricolor de América del Norte.

Rusia ya estaba mejorado y ese mismo día le había pedido a Venezuela ir.

Y ahí estaba, esperando en la misma silla donde recibió el último mensaje del mexicano esperando al del 8 estrellas a que llegara.

Escucho la puerta cerrándose llamando su  atención de inmediato, viendo a Venezuela con unas notables ojeras por lo que estaba sufriendo el territorio en esos días. Pero ahí estaba, parado enfrente de él con la cara seria y esperando a que dijera algo el euro-asiático.

-Estoy aquí. ¿Ahora que quieres?-

Preguntó molesto arqueando una ceja al ver que el comunista traía un cuaderno en sus manos captando su vista en esa portada amarilla con flores naranjas.

-Oye. ¿No viniste al funeral de México verdad?-

Rusia rápidamente bajo su vista al tener una respuesta negativa a lo dicho anteriormente. Tenía sus razones pero no podría decirlas plenamente hacia el país de América del sur.

-¿Por qué no?-

-Это ... (Eso es...)-

Venezuela golpeo la mesa haciendo ruido por la taza llamando la atención de los demás clientes que ahora fijaba la vista en ellos dos. Rusia lo miro como el latino quería golpearlo en esos momentos pero por la multitud no lo iba a hacer.

-Lo siento.-

Bajo su mano de la mesa mientras que su mirada aun se encontraba en el suelo para no ver la cara del amigo de su "hermano".

Estaba enojado consigo mismo y con el eslavo. 

No pudieron hacer nada para detener la muerte del tricolor.

Rusia sabía lo que estaba sintiendo pero no podía expresarse adecuadamente como el quisiera. 

Dirigió su mirada hacia al cuaderno recordando el por que había citado al sudamericano aquí.

-Thanks for coming. I think this is the first time we can talk- (Gracias por venir. Creo que es la primera vez que podemos hablar)- Comenzó con su pequeño discurso que se hizo rápidamente en su mente para ya no incomodar a Venezuela -I asked you to come here so I could talk to you about something. I'm not sure where to start- (Te pedí que vinieras aquí para que te pudiera hablar sobre algo. No estoy muy seguro de donde comenzar-) -

-Sé claro-

Interrumpió Venezuela frustrado por como el ruso quería arreglar todo esta situación de la incomodidad que se había formado.

I  Want To Eat Your Pancreas (R U S M E X)Where stories live. Discover now