CAPÍTULO IV

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     -No puedo creer que me hayas estado engañando todo este tiempo mamá. - reprochó Flavio a su madre entre lágrimas.- Mientras estabas prometida, te atreviste a engañar a tu propio marido con otro. ¡Pensaba que eras diferente!.

     -Te he dicho que me arrepiento de lo que hice y que si pudiese volver atrás corregiría ese enorme error que cometí años atrás. El mismo error que golpea mi cabeza cada día al despertarme. Tu padre y yo estábamos en una crisis y me vine abajo, No fui lo suficientemente madura me dejé llevar por la situación.


Flavio miró a su padre, que se encontraba sentado sin decir nada en el sillón. Le preguntó qué pensaba al respecto y éste finalmente le contestó que le costó tomar una decisión pero que perdonó a su mujer.

     -Sabéis lo que significa esto, ¿Verdad?. - siguió reprochando Flavio.- Me habéis estado engañando toda mi vida. Resulta que ahora Hugo no es hijo de papá pero sigue siendo mi hermano; eso cambia muchas cosas de la familia aunque no lo creáis y aun sabiendo todo esto, no habéis tenido el valor de decírmelo durante todo este tiempo. Bruno nos ha traído del trabajo un reconocimiento facial. Quiero que siguiendo las instrucciones, dibujes el rostro del hombre con el que te acostaste para poder localizarlo con más facilidad.


María, la madre de Flavio, hizo caso a su hijo y cumplió su orden. Empezó por las cejas; siguió con los ojos y seguidamente pasó a la boca. Varios minutos después, terminó de rellenar el rostro digital vacío con el que se había encontrado al principio, y avisó de que había acabado. Los tres amigos, junto con el padre de Flavio, se acercaron a ver cuál había sido el resultado. Flavio y Samantha no se podían creer lo que estaban viendo. El rostro que María había dibujado con el ordenador, era el del padre de Nick. Los dos amigos le informaron a Bruno sobre el conocimiento que tenían acerca de él e inmediatamente fueron al trabajo de Bruno en busca de Nick.

     -Otra vez vosotros por aquí, ¿Qué os ocurre esta vez?

     -Resulta que mi hermano, conocido por todo el pueblo, el mismo que desapareció hace 30 años, -comienzó a decir Flavio con un tono irónico- parece seguir vivo. Nos acabamos de enterar de que él y yo compartimos la misma madre, pero sin embargo, no el mismo padre. Para descubrir quién es, hemos decidido hacer un reconocimiento facial. Y esa persona desconocida a la que todos estamos buscando resulta ser tu padre, Nick. ¿O debería de llamarte Hugo?


El secretario dejó todos los papeles que tenía en la mano encima de la encimera y comenzó a correr como nunca lo había hecho. Acto seguido, Samantha Bruno y Flavio le persiguieron durante varios minutos. Recorrieron medio pueblo detrás de él; parecía conocer todas y cada una de las calles. Finalmente, decidieron separarse e ir cada uno por caminos distintos. Lo habían perdido de vista, miraron a su alrededor pero no le veía ninguno de ellos. Unos instantes después, fue Flavio el que dio con él tras escuchar un ruido varios metros detrás. Automáticamente avisó a sus compañeros. Le arrinconaron entre los tres, ya no tenía escapatoria. Nick tiró la toalla al ver que no podía huir de ellos y empezó a dar explicaciones.

     -Está bien, os contaré todo desde el principio, -se detuvo Nick- creo que merecéis saberlo. Ese día lo recuerdo perfectamente; estaba yendo de camino al colegio cuando de repente, un hombre se acercó y me dijo que me llevaría a casa con mi familia, ya que parecía estar perdido. No me dio tiempo ni a responder, porque en ese instante apareció Esteban diciendo ser mi padre y el desconocido huyó al instante. Me llevó a su casa y me dió de comer. Recuerdo que por la noche me preguntó sobre cómo me gustaría llamarme en caso de que el nombre de Hugo no se pudiese elegir. Ahí fue cuando le contesté que el nombre de Nick me resultaba agradable. A partir de ese día, empezó a llamarme por el nombre de Nick e intentaba hacerme ver que él era mi verdadera familia. A pesar de que siempre preguntaba por mi hermano Flavio y mis padres, él siempre me negaba su existencia. Finalmente me lo acabé creyendo, hasta que hace unos días me enteré del caso que estaba llevando Bruno. Ahí empezaron a recobrar vida todos estos recuerdos y empecé a investigar por mi cuenta. Yo fui quien entró a tu casa y se llevó esa foto. Necesitaba pruebas físicas para creerme a mí mismo.


Flavio no pudo contenerse y se acercó a él abrazándole al mismo tiempo que lloraban los dos juntos. Después de 30 años sin saber uno del otro, parecían no haberse separado nunca. Lo único que les importaba en ese momento era sentir entre sus brazos el cuerpo del otro; no podían permitirse estar separados de nuevo.

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⏰ Last updated: Mar 02, 2020 ⏰

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