¿Qué es una obsesión? Una maldita inquietud que te mueve día y noche y no te deja dormir ¿La mía? Es alta, morena con ojos tan grises que me hacen dudar del tiempo y de quien soy.
Me odia, es un idiota homofóbico que no puede mantener la bragueta c...
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«Sé que eres mi amigo. Si alguien estará de mi parte el día que las cosas se pongan feas, ese serás tú».
Yevgeny se detuvo en la taza de café, recordando la frase de Iván. ¿Por qué mierda debía tener consciencia? ¡Vamos! El tipo era un bastardo, ¿por qué lo protegería?
—Has llegado temprano —dijo la voz profunda que paró frente a su mesa.
—Gabriel. —Le dio una sonrisa tímida.
Siempre sucedía lo mismo.
La personalidad del rubio era tan avasallante. Sus ojos esmeralda estaban llenos de fuego, de algo extraño que lograban que Yevgeny temblara como una hoja.
—Denis no vendrá hoy. Tiene otros asuntos que atender creo que con su esposa. Cuéntame, ¿cómo te fue?
El nudo en el estómago se apretó. Quisiera o no, un deje de arrepentimiento lo carcomió incluso antes de darle la información que había conseguido.
—Está confirmado, Gabriel. Iván y el doctor Ferrari están juntos. Los vi besándose.
—¿No te parecen tiernos? —preguntó burlón—. ¿Tienes pruebas? Sabes que no podemos ir con tus dichos nada más.
—Por ahora es todo lo que tengo.
—Amigo —la mano pesada cayó sobre el hombro de Yevgeny—, quiero una foto, un video, algo suculento para explotar y que deje a Iván por el piso.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Seguro.
—¿Tienes necesidad de hacer esto? Lo has vencido y tienes el título, y al paso que va, creo que volverás a derrotarlo. ¿Por qué arruinarlo de este modo?
—Tengo que asegurarme de que jamás vuelva a molestarme dañándolo de tal modo que lo empuje a su retiro.
—Alejandro no lo abandonará.
—¿Y eso qué?
—No lo conoces. Iván está enamorado. Todo este revuelo le dolerá, pero si su médico se mantiene con él recuperará las fuerzas. Tarde o temprano regresará y te vencerá, Gabriel.
—¿Cómo sabes todo eso?
—Es mi amigo desde siempre. Sé cuándo hay algo que lo lleva a seguir adelante, a esforzarse al máximo, y ese algo es su médico.
—Qué tontería. —Gabriel chasqueó la lengua con molestia.
—¿Querer algo más que apalear gente te parece tonto?
—¿Qué mierda te pasa, Yevgeny? ¿Te estás acobardando o qué? ¿Juntarte con los maricas te contagió?
—Hablas pestes de Iván, pero eres igual a él.
Gabriel dio una respiración profunda. Sus fosas nasales se abrieron.
—Nunca, bajo ningún concepto, vuelvas a compararme con él. Ahora, mueve ese culo deplorable y consígueme una foto que Lukas pueda publicar. Sin eso, no hay cheque, ¿estamos de acuerdo?
