°•¿Solo amigos?•°

Capítulo IX

-Vía, ¿Quieres café?- Pregunto Manu a la Morena.

-Sip, gracias- Sonrió ella.

La chica llevaba una camiseta con las mangas anchas, y estas se movían como querían, así que, por desgracia para ella, cuando fue a beber de la taza estas se retiraron de sus muñecas y de los antebrazos, dejando a la vista de sus amigos los moretones proporcionados por su novio.

Manu, sabía que algo estaba mal, le parecía extraño todo lo sucedido después de la llegada de Pablo, le tendió la taza a Vía para poder ver, sin que se notará, los brazos de su amiga y comprobar que estaba bien, pero sus sospechas de que algo iba mal parecían ser ciertas, pues noto que los brazos de la morena estaban llenos de pequeños, y no tan pequeños moratones, eso sin contar con las marcas que tenía en las muñecas. El chico tenía que encontrar respuestas a los moratones de ella, no iba a permitir que alguien hiciera daño a sus amigos, y si no hablaba Vía, lo descubriría por sus propios medios, tardará el tiempo que hiciera falta y costará lo que le costará.

-Vía, ¿puedes venir un segundo?- Dijo un serio Manu.

-¿P-para q-que?- Tartamudeo la chica.

-Tu ven. - Dijo el chico con seguridad

~Mierda tengo que pensar algo rápido~ Pensó Vía - Si lo dices por los moratones... Me caí por las escaleras...- Soltó tapándose las marcas con las mangas de la sudadera.

- No cuela, ¿ Quién te lo ha hecho?- Dijo el pelirrojo.

- Nadie, yo sola, me caí al desplomarme ya sabes... Los problemas que tengo - La chica hizo una pausa.- Me desplome en casa de Pablo y estaba bajando las escaleras ¿sabes?- Dijo la morena con toda la seguridad del mundo.

-Y tu sabes que si me enteraré si algo pasa cueste lo que cueste, ¿no? - El chico empezaba a fiarse de las palabras de su amiga, pero el presentimiento de que algo iba mal lo acompañaba desde hacía varios meses.

-Si, se que eres muy testarudo y cotilla como para enterarte de todo lo que pasa en esta ciudad- Al decir esto Vía se río, pues sabia perfectamente que Manu era un cotilla en toda regla, y no se le escapaba ni una.-Por eso si pasará algo serias el primero en saberlo ~así que si, Pablo me pega y me insulta para después disculparse y la gran mayoría de los desmayos que tengo son por su culpa.~ Ella término la frase en su cabeza.

- Bueno pues si no pasa nada... Me voy a cambiarme - el chico se levantó y le dió un beso en la cabeza a la morena.

Vía se quedó en el salón con el café en la mano, pensando por que no le había contado nada a Manu.

A lo que quería darse cuenta tenia los ojos azules de su amiga encima de ella

- Conozco esa cara de preocupación, ¿Qué pasa?- Dice la rubia.

- N_nada, solo que , no te estoy diciendo la verdad del todo...- Vía se quedo callada.

- ¿La verdad de que?- los ojos azules de Sara estaban puestos sobre Vía.

- Sobre los moratones - Dijo mas bajo

- ¿ Que pasa? - Preguntó Sara con tono de tranquilidad.

- N_no me he caído ni nada, P_pablo... Le dan ataques de celos y_y m_me pe_pega- A esto ultimo la morena no pudo contener las lágrimas y le empezaron a caer lágrimas descontroladamente.

~Que hago primero, matar a Pablo o partirle la cara~ Pensó Sara, ella abrió sus brazos a su amiga, lo que mas necesitaba era un abrazo, Vía se agarró con fuerza a Sara.

De repente la morena se soltó poco a poco y se desplomó en las piernas de Sara.

Vía estaba pálida, y apenas se podía mover, hasta que quedó totalmente inconsciente. Ante tal momento los chicos llamaron a una ambulancia.

- ¡Vía, reacciona!- dijo la rubia preocupada- ¡Manuuuu,corre baja!

- Ya voy - dijo el chico calmado sin tener ni la más remota idea de lo que pasaba.

-¡ Manuel, corre!- dijo Sara continuada de un silencio que parecía eterno~ si le digo que es Vía,¿bajará rápido?,por intentarlo nadie me muerde~ piensa la chica- ¡Es Vía, no reacciona!

El pelirrojo bajó las escaleras con tal rapidez como si las hubiese bajado de un salto.Cogió en brazos a Vía y la posó en el sofá.

- Vía, estoy aquí...estamos aquí...- dijo el chico ante la espera de ayuda.

Manu oyó las sirenas de la ambulancia, la cogió en brazos de nuevo y la acercó a aquella furgoneta sanitaria, de color llamativo y con el número de emergencias.