Capítulo XI

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-¿Que...?~solo faltaba que fuese Pablo~

- Cielo, dime que ha pasado- Dijo la madre de Vía terminando de entrar en la habitación.

- Bueno nosotros mejor os dejamos solo, *susurrando* ya nos lo contaras luego- le dijo Manuel que quito la mano de la pierna de Vía y se levantó del borde de la camilla.

Vía asintió con la cabeza y los amigos salieron de la habitación.

-Hija, nos llamó el hospital hace un par de horas acabamos de llegar a Alemania, por el negocio con el Sr. Michel y hemos venido lo más rápido posible lo sentimos.- Dijo su padre con bastante pena en sus ojos aunque casi nunca estuvieran presentes y fueran bastante fríos, tanto él como su madre querían mucho a Olivia.

-Estas llenita de moratones Vía, mi amor ¿Va todo bien?- Dijo la mujer sentándose en la camilla junto a su hija y cogiendo su mano.

-Si mamá, estoy bien y todo está bien, solo que últimamente estoy muy torpe y entre eso y todos los exámenes que tenemos me caigo mucho y el otro día me caí por las escaleras de casa de Pablo, además...- La chica no pudo decir nada más pues su padre la interrumpió.

-¡¿Sigues con ese chico Olivia?!- Su padre habló más alto de lo normal pero no tanto como para que se escuchará fuera de la habitación.

-¡Hija, tu padre y yo te dijimos que ese chico no nos inspiraba buena confianza y no nos sentíamos seguros si estabas con él, seguimos creyendo que es peligroso!- Cuando Pablo fue a conocer a los padres de Vía, acabo todo en desastre, por aquel entonces todavía no había empezado los ataques de furia del chico, y sus padres discutieron con ella acerca de el, terminando con una prohibición y el enfado de sus padres. Y que razón tenían.

-¡¿No me digas que ese desgraciado te ha hecho esto?!- El hombre, de solo pensarlo, apretó fuertemente sus puños por la colera.

Su mujer agarro las manos de su hija haciendo que su atención se posara en ella.

-¡Vía, jurame que eso no es cierto!- Los ojos de su madre reflejaban temor, y los de su hija todavía más al ser descubierta.

-¿Que? ¡No, nunca! ¡Pablo no haría eso!~Otra mentira, hasta a mis propios padres... Si supierais que habéis acertado... ~La chica desvío la mirada mientras pensaba.

Sus padres, desconfiados se relajaron y hablaron con su hija de los últimos 3 meses, pues estos no habían regresado a casa y ya que estaban se pondrían al día con su hija. Hasta que llegó el momento de que ellos volvieran a partir.

- Bueno gracias por dejarnos a solas chicos, Vía esta en las mejores manos- dijo Emilio, el padre de Vía.

- Sois muy buenos amigos y un gran apoyo para ella- dijo Begoña, su madre, poniéndole la mano sobre el hombro de Manuel- Nosotros nos tenemos que ir por el trabajo, nos han dicho que se puede quedar uno o dos como máximo. Gracias por traerla tan rápido chicos.- Begoña se dirigió hacía Vía- Cuidate cielo.- Término depositando un cálido beso en su frente.

- De nada mujer, por los amigos lo que sea- dice David casi sin poder hablar porque tenía un brauni de chocolate en la boca.

Cuando los padres de Vía se fueron, los tres amigos entraron de inmediato y un rato se quedaron todos dormidos.

Tras unos minutos Sara se levantó y despertó a Vía con mucho cuidado.

- Vía...Me tengo que ir vale pero no tardo nada- dice Sara dándole un beso en la frente al terminar la frase.

David también se despertó y al ver que no había comida fue a la cafetería y bajo a por más y más comida.

Manuel y Vía se despertaron nada más que David salió de la habitación.

- ¿Que tal te encuentras? - dijo Manuel preocupado.

- Mejor... - dijo con un silencio que siguió de unas palabras de Manuel.

- Bu-bueno, ¿ me cuentas lo que te pasaba antes ? - dijo el chico seguido de unas auto respuestas para corregir sus palabras- bueno solo si tu quieres claro.

- Si... Eso quería decirte- dijo ella con una media sonrisa por la actitud del chico la cual le provocaba cierta ternura.

°•¿Solo amigos?•°Where stories live. Discover now