Cap 05 Lalisa Manoban Part 3

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Lisa se quedó pensativa, reflexionó sobre al respecto y supo que tenía que
investigar más para ubicarse sin problemas. No obstante, también hubo algo que le daba vueltas en la cabeza.

—Hay otra cosa que me llama la atención. ¿Por qué vinimos aquí?

—Ah, sabía que me preguntarías eso. Pues, muy sencillo. Aunque no lo creas, la periferia abrazó por completo esta práctica hasta hacerla algo muy común. Claro, hay espacios reservados para ello pero lo interesantes es que se puede hacer sin que alguien te juzgue. Dentro de todo, los Omegas se hicieron expertos en admitir que la naturaleza humana tiene matices de todo tipo y que no siempre las cosas son en blanco y negro.

>>Al principio había pequeños grupos pero después se hicieron más grandes a lo largo de la periferia. Con el paso del tiempo, también permitieron el ingreso de Alfas y Betas, con la condición de que los asuntos de clase y política quedaran detrás de la puerta. De resto, todos podemos ser
como queremos, expresarnos como deseamos sin que nadie nos diga qué es correcto y qué no.

—Ya veo… ¿Cómo tú te enteraste de esto?

—Como en tu caso, alguien me presentó este mundo porque también vio algo en mí que parecía encajar con todo esto. Me tomó un poco de tiempo por la crianza que tuve y porque no me sentía enteramente preparada, sin embargo, no me arrepiento de haber tomado esta decisión. Es lo mejor que
me pasó y quiero que también lo sea para ti. Que sepas que este mundo no te juzgará y que siempre podrás ser como deseas.

—¿Podría venir?

—Claro, créeme cuando te digo que la gente respeta este tipo de cosas.
No importa del lugar de donde provengas, si respetas las reglas y las normas de comportamiento, serás capaz de conocer placeres como nunca has imaginado.

Esa última frase fue lo suficientemente tentadora como para hacerle pensar que era una chica con bastante suerte. Estaba con una mujer que tenía confianza en su sexualidad y en sus gustos. Así que esa conexión la sintió más fuerte y la aprovecharía para conocer aún más sobre ese mundo que parecía abrírsele mágicamente.

Después de esa noche, la cabeza de Lisa anduvo mil por hora. Llegó
finalmente a la casa que alquilaba cerca de la universidad y se acostó en la cama, pensando en todo lo que había visto en esa noche. Cerró los ojos y de inmediato fue como sentir que había regresado allí, a ese nido de
perversiones y lujuria. En definitiva ese mundo era el suyo, allí pertenecía.

Comenzó a experimentar el control y el dominio con Jisoo de todas las
formas posibles: aprendió a atarla, a usarla con cadenas, a azotarla y a medir el dolor para que también fuera sumamente excitante para ella. Supo cuándo debía tener cuidado y se apoyó de la observación para comprender las expresiones y los ritmos de cómo iban las cosas. Cada situación con ella le brindaba la posibilidad de estar más cómoda consigo misma.

Sin embargo, a pesar de vivir en esa especie de panacea, estaba claro que
su vida estaba aún atada a esa relación fofa de la secundaria y en las
exigencias familiares. En ese momento, se sintió un poco harta de todo y pensó que lo mejor que podía hacer era tomar distancia y dedicarse al pequeño mundo que era la universidad.

Todo resultó bien durante un tiempo, pero no por mucho. Sus padres le
advirtieron que si bien ella podía aprovechar su juventud para pasarla bien, no debía olvidar que era heredera de una clase social poderosa e importante, que su comportamiento debía ser ejemplo para los demás porque no se trataba de una simple muchacha. De nuevo, sus deseos y placeres quedaban dirigidos por
extraños y no por ella misma.

Jisoo comprendió todo aquello, así que se apartó de Lisa por voluntad
propia.

—Entiendo por lo que estás pasando. Los Alfas y Betas nos imponen
condiciones y estilos de vida que debemos seguir para mantener el estatus quo. Pero tengo la sensación de que eso terminará pronto, espero que sí.

Finalizada: Mi pequeña esclava [Jenlisa G!P]Where stories live. Discover now