Capítulo IV

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En la mañana Candy se despertó con los primeros rayos del sol y aunque aún seguían cayendo gotas de lluvia y soplaba un viento bastante frío

Terry seguia acurrucado entre las sabanas y con su mano levemente apoyada en la cintura de Candy

-Dios mio- susurro ella

-¿Que pasa pequeña pecosa?- dijo Terry abriendo los ojos de forma adormilada

-Crei que habia soñado todo esto...

-¿Acaso siempre soñaste con dormir conmigo Candy?- pregunto él en un tono picaro y burlón

-¡Terry!- lo golpeo Candy levemente

-Tarzán pecoso es muy temprano para que me pegues- sentencio él tomandola por el brazo- ¿Y si mejor me das mi beso de Buenos días?

-Bueno...-contestó ella con timidez dejando que el castaño ni lerdo ni perezoso la besara y la tomara entre sus labios

-Escucha Candy, ire al centro para comprarte algo de ropa. No puedes salir siempre con mis camisas y menos a la calle de esa forma

-Lo sé...-Dijo ella avergonzada

-Si por mi fuera te dejaría solo con esa camisa...oh incluso sin ropa-Sonrio Terry

-¡¡Mocoso!!-grito la rubia antes de que Terry dejara plantado uno de sus tantos besos que podria matar a cualquier chica

-Te amo pecosa, te veré en un rato-Dijo Terry mientras salía de la habitación

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-hmm que le gustara a Candy?- pensaba el casataño mirando multitud de vestidos  que serian adecuados para ellas

Despues de ver algunos bellos vestidos con encaje, manga enbombada y vestidos cortos para poder disfrutar de la vista que podria tener de su pecosa no pudo evitar  fijar su vista en la sección de ropa interior...

-Tal vez deberia llevar algunas cositas de estas para Candy...además no quiero que ande sin ropa debajo de sus vestidos a menos de que estemos los dos

Terry tomo unas cuantas prendas que a su parecer le gustarían a Candy y por su puesto le gustaban a él

-¿Son para su mujer?-pregunto la cajera registrando cada prenda

-Si...son para mi prometida

-Es raro ver que el novio compra la ropa de su novia, de seguro ella le gusta modelar estos estilos para usted

-¡Oiga! Creo que eso depende de mi mujer y yo

-Perdón-sonrio la joven- solo que yo acostumbraba hacerlo con mi esposo...hasta que murio en la guerra

-Como lo siento...

-Nah...de todas formas pronto ire a su lado-confeso la mujer- después de que el muriera me diagnósticaron una enfermedad muy extraña y no me queda mucho...

-Oh Dios...como lo siento

-Descuide... pero sea feliz con su mujer y disfrute de la vida que nunca sabra cuando terminara

-Lo haré...

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Candy limpio el apartamento y preparó Te y el almuerzo para su castaño

-¡Llegue mi princesa!

-¡Terry...mi amor!- dijo la rubia saliendo a su encuentro y dejandose atrapar por los fornidos brazos de su castaño

-Te traje algunas cosas para tí mi amor...-sonrio el castaño antes de dejar un beso en los labios de la enfermera

-Ya veremos...primero almuerza

-¿Ahora cocinas pecosa?

-Tuve que aprender por los maltratos de Eliza

-Esa bruja...

Terry se sento en la mesa y disfrutó de la comida de su amada pecosa

-Vaya...cocinas delicioso

-Gracias...

-Ahora...veremos que compramos para ti eh?

Ambos subieron a la habitación y Terry dejo en la manos de la rubia la bolsa llena de ropa para ella

-Son bellísimos Terry...me encantan todos...

-En serio?

-Si...pero me encantas mas tú-sonrio la rubia

-Espera a llegar al final

-¿Terry...porque me tragiste este baby doll? Con esto me dará frio en la noche- dijo ella sacando ese modelito de ropa color rojo

-Tranquila pecosa no lo usaras por mucho tiempo...de echo deberiamos probarlo ahora...

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Un verano muy diferenteWhere stories live. Discover now