¿El comienzo de una nueva historia?

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Min Yoongi es un joven empresario surcoreano que vivía para su trabajo.

Ser un gran CEO, dueño de varias empresas, a la corta edad de 27 años no era tarea fácil, pero a él le gustaba, aunque vivía malhumorado por ello. Si, realmente un muchacho algo complicado.

Su socio y mejor amigo, Kim Namjoon, era prácticamente la única persona que aguantaba el humor del pálido Min, llegando así a ser el único verdadero amigo de Yoongi.

Al moreno no le agradaba ver como su amigo se la pasaba en el trabajo, sin tener tanta necesidad de estar en él, así que decidió darle un regalo especial para su cumpleaños, el cual ya estaba cerca...

En la cena de cumpleaños de Yoongi.

- Yoongi, recuerdas que Kim Taehyung tiene un "baby".

El pálido eleva una ceja mostrando confusión mientras tomaba un sorbo de su vino.

- Si, ese niño hiperactivo y con rostro similar al de un conejo, lo recuerdo, ¿por qué?

Yoongi no entendía como habían pasado de hablar sobre futuros negocios, a meter al abogado Kim y a su "baby" en la conversación, cambiando así rotundamente ésta.

- Pues, ¿Que tal consideras la idea de tener un baby? Se que te gustan esas cosas, tenemos gustos bastantes similares.

Cuestionó y comentó el moreno mientras cortaba finamente su comida para luego degustarla.

- No se a que quieres llegar con esto, pero no seré aguafiestas el día de mi cumpleaños.- El moreno sonríe dejando apreciar sus lindos oyuelos- La verdad es que si, me gustan esos niños, pero sabes que no estoy en un momento de mi vida para tener un baby, solo quiero concentrarme en mi trabajo, y un niño solo seria un estorbo en mi tiempo. Así estoy bien.

Soltó serenamente para luego meterse un trozo de comida a la boca. Namjoon no sabía si darle la sorpresa o no. Ya la tenía pero su amigo no se oía muy de acuerdo con tener a un baby.

El menor sonríe nerviosamente bajo la atenta mirada del mayor.

- ¿Que te pasa?

Preguntó el pálido mientras dejaba su comida a un lado, demostrando que le ponía atención a las palabras del otro, quien sonreía raramente.

- Suga... yo... tecompréunbabyparatucumpleaños.

Habló rápidamente y en un tono bajo, muy poco audible para su amigo quien lo miraba de mala forma. Yoongi no dijo nada, o al menos no con palabras, su mirada lo decía todo, estaba comenzando a molestarse.

- Yo... - Volvió a tomar palabra el Moreno- te compré un baby para tu cumpleaños.

Sonrie alegremente Kim para tratar de calmar a su amigo quien se veía realmente molesto.

- ¡¿Que hiciste que?! No no no, no se que harás con esa persona pero a mi no me la das, no me hago cargo Kim.

Namjoon agradeció haber reservado todo el restaurante para ellos solos. Sabía que a Min no le gustaba estar rodeado de mucha gente, y también sabía que había posibilidades de que llegara a alzar la voz, así que optó por reservar el lugar.

- Piénsalo Yoongi, vives estresado con el trabajo que haces, puedes contratar a alguien que te ayude y tomar tiempo libre para estar en casa con tu baby o salir a algún lado... además, se que el chico que escogí te va a gustar. Es tierno, muy lindo, sexy, educado, ordenado y aniñado como todo baby, se que te va a gustar.

Yoongi mentiría si decía que la idea no le interesaba en lo más minimo, porque con esas características dadas por su mejor amigo, al parecer ese niño sí era lo que el buscaba pero... que estaba pensando, que pasaría con su trabajo, quien haría las cosas como el las hace, así estaba más atento y tenía controladas sus empresas, no tenía tiempo para jugar con un niño tierno y sexy.

- No Namjoon, lamento rechazar tu regalo pero no quiero aceptarlo, no quiero inconvenientes en mi controlada vida, sabes lo que me costó tener todo bajo control después de la muerte de mi abuelo, un niño solo complicaría las cosas.

- Pues lamento decirte querido amigo mío que no puedes rechazarlo.- Miró su reloj de muñeca y sonrió- El jovencito ya esta en tu mansión esperándote.

Yoongi abrió los ojos como platos, no podía creerlo, ¿ahora qué haría?. No podía regalarlo, por más que esos niños puedan comprarse y regalarse, el sabia que era un ser humano, y no le gustaría que se sintiera como un objeto para nada, aunque solo los utilizaban como eso, objetos.

- Aaaaagh~!

Soltó un suspiro de frustración el mayor para luego tomar todo el líquido de su copa.

- Ya no estés así, prometo ayudarte si tienes complicaciones, pero el niño ya es tuyo, sus papeles están a tu nombre.

- Si esto no sale bien TÚ lo arreglarás.

El moreno asintió felizmente y ambos siguieron comiendo mientras repentinamente cambiaron de tema, otra vez.

Narra Yoongi.

Conducía camino a casa, era algo tarde, como las 2 a.m., y me encontraba raramente nervioso, mis manos al volante sudaban frío, ¿por qué? Porque al llegar a casa probablemente toda mi vida cambiaría, o tal vez exagero, pero si que seria diferente tener un chico al cual cuidar, un chico al que no conozco en lo más mínimo, un total extraño en mi casa al que ahora debo mantener en todos los sentidos. Y en el sentido financiero no era un problema.

Estaba muy consciente de que esto no se trataba de una mascota, un perrito o un pez, era totalmente diferente.

De tantas cosas que iba pensando el camino se hizo corto y en breve estuve en el garage de mi dulce hogar.

Apago el motor de su BMW ¡8 negro y bajó de éste, acomodó su pulcro traje negro al igual que su cabello azabache antes de entrar a su gran mansión.

- Buenas noches Sr. Min, informo que tiene visitas, el Señor Kim las envió.

- Gracias señor Lee, ya puede retirarse.

El hombre hizo una reverencia y se retiró del lugar.

Me adentre y me dirijo hacia la sala.

《Olvide preguntar a donde estaba el niño》

No tuve que buscar mucho ya que vi a un bulto en el gran sofá de la sala, estaba dormido. Me acerqué para verlo mejor y vaya que si era lindo, pequeño y tierno como Namjoon lo describió.

Sus castaños cabellos reposaban traviesamente en su frente, sus rosados y carnosos labios brillaban sutilmente, su respiración muy tranquila y su aroma a durazno podía percibirse desde un metro de distancia, era dulce y suave a la vez, perfecto.

Una pequeña maleta color amarillo pastel reposaba a un lado del sofá.

- Me esperaste por mucho tiempo, ¿no?

Pregunté en un tono ronco, suave y bajo para no despertarlo, y al parecer era de sueño pesado o estaba muy cansado como para despertar.

Mi sofá no era incomodo, pero no dejaría que pase la noche ahí, hacia frío. Lo tomé cuidadosamente en brazos y me dirigí segundo piso de mi casa. Lo llevé hasta mi habitación y lo dejé cuidadosamente en uno de los lados de mi cama. Pararía esta noche aquí, pero solo porque las otras habitaciones no están preparadas y estoy cansado como para hacer el trabajo de mi personal.

Lo arrope con las cobijas y me dediqué a cambiar mi ropa por mi pijama, para luego acostarme del otro lado manteniendo el espacio entre su cuerpo y el mío. Apagué las luces y me dormí inmediatamente.

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Perdón por los errores ortográficos, los estaré corrigiendo.

Gracias por leer!

Solitario D.

No Me Deje, Daddy [Yg × Jm]Where stories live. Discover now