Día 3: El hechicero y el príncipe maldito.

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Paredes fueron construidas
para mantenernos a salvo,
hasta que colapsaron
Mundos aparte, éramos iguales
Hasta que tocaste el suelo

— Ángel, Theory of a Deadman.

El pequeño Ejirou pasó sus dedos por la pequeña marca que adornaba su muñeca izquierda, suspiró tristemente y tapó sus muñecas con los brazaletes que sus padres le obsequiaron de cumpleaños; aunque siendo sinceros, el pequeño niño sabía que sus pa...

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El pequeño Ejirou pasó sus dedos por la pequeña marca que adornaba su muñeca izquierda, suspiró tristemente y tapó sus muñecas con los brazaletes que sus padres le obsequiaron de cumpleaños; aunque siendo sinceros, el pequeño niño sabía que sus padres se los regalaron para que tapara la pequeña marca en forma de estrella que adornaba su piel.

En un principio, cuando la marca apareció el pequeño Ejirou corrió buscando a sus padres y eufórico les mostró su muñeca; desgraciadamente la reacción que tuvieron no fue la esperada por el niño, el rostro de su padre se oscureció y su madre rompió en llanto, a sus cortos seis años aun no entendía el significado de la marca, por lo menos hasta que le contaron la historia de su familia.

Hace muchos años su familia fue maldita por los hechiceros que vivían en las afueras del reino. Desafortunadamente, los antepasados de Ejirou habían sido lo suficientemente malvados y egoístas como para arrebatarles sus tierras, inclusive, intentaron usarlos para conquistar otros reinos; los hechiceros decidieron alejarse y asentarse de nueva cuenta en las profundidades del bosque y protegerse con magia. Hasta la fecha no había ser viviente que regresara del bosque, los rumores comenzaron a distorsionarse con el pasar de los años, algunos de ellos decían que aquellos que no regresaban era por que habían sido usados como sacrificio para los dioses y los cuentos más locos decían que fueron devorados.

No sin antes maldecir a las personas que les habían arrebatado todo. Los Kirishima serían condenados por la eternidad y la marca de esa maldición se presentaría sin falta en el lado izquiero de sus cuerpos, lo más cercano a su corazón y, sería recordatorio viviente de las desgracias que sus acciones habían logrado.

Cada generación habría alguien bendecido por las estrellas y sería guiado para encontrar a su alma gemela, en otras circunstancias encontrar a tu alma gemela sería sinónimo de felicidad eterna, pero no para ellos. La encontrarían y después de un pequeño lapso de felicidad serían separados de la forma más cruel posible, uno de ellos moriría trágicamente y con ello, se llevaría la capacidad de amar del otro, y si eso fuera poco, este viviría una larga vida recordando su amor perdido.

En un principio ninguno de ellos creyó en la maldición, no fue hasta que la marca apareció por primera en el hombro del hijo de en ese entonces rey y meses después la prometida del joven príncipe fuera encontrada envenenada en la biblioteca del palacio.

La madre de Ejirou lloró desconsoladamente por días, su pobre bebé iba a pasar por lo mismo que su hermano había pasado — encontrar a su otra mitad, amarla con locura y después serle arrebatada de la peor forma posible— y sobre todo, lo que más temía, que su pequeño hijo no soportará la pérdida y terminara sucumbiendo como su hermano lo hizo. Era inevitable.

Kiribaku week 2k20Where stories live. Discover now