Capitulo 1

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Bluetowns, territorio de Colorado 1886

Emily Collins estaba intentando ponerse más cómoda, pero después de tantas horas en esa incomoda diligencia tal tarea parecía imposible. Intento distraerse mirando por la ventana pero a su paso solo había millas y millas de llanuras, planicies y valles y pronto perdió el interés.

Estirando un poco su cansada espalda saco de su pequeña maleta de mano un fajo de cartas atadas con un listón verde, se sabía cada una de las palabras escritas en esos pedazos de papel, tomo la última y la releyó:

“Estimada Srta. Collins:

         Me alegra mucho que haya aceptado mi oferta de matrimonio, le aseguro que no se arrepentirá. Le mando el dinero necesario para un billete de la diligencia que la traerá hasta BlueTowns y una lista detallada de instrucciones para que su viaje sea más fácil. Estaré esperándola en la estación en la fecha que usted me indique. Le aseguro que su nueva vida será tal y como usted la desea.

                                                                                                       Atte.

                                                                                                Michael Brown

Cualquier persona sensata pensaría que estaba loca por aceptar matrimonio de un total desconocido, pero Emily estaba cansada de ser sensata.

Había crecido en una lujosa mansión en el corazón de Londres, con los mejores tutores e institutrices. Al ser hija única de un próspero comerciante, había tenido todo lo que su pequeño corazón había deseado. Pero al morir su amado padre cuando solo tenía diez años, su vida perfecta se había esfumado.

Sin más parientes a los cuales recurrir o que quisieran hacerse cargo de ella, había sido mandada a América al cuidado de una tía solterona por parte de su madre.

Durante los siguientes diez años se vio reducida criada y doncella para su tía Gertrude, una mujer arisca y resentida con la vida, eternamente celosa de la juventud y la belleza de su sobrina.

Fue para su tía criada, ama de llaves, cocinera e incluso fregona, sin la oportunidad de hacer amigos y eternamente recluida en esa casa, limpiando, bordando o leyendo la Biblia, nunca tuvo amigas y mucho menos un pretendiente, pues su tía no quería que se casara.

Cuando una enfermedad envió a Gertrude a la cama achacada con fuertes dolores, Emily se vio por primera vez libre y fuera de su estricto control. Empezó a ir a fiestas y conoció mucha gente incluso a unos cuantos pretendientes. Desgraciadamente, ignorante de la malicia del mundo, se vio seducida y embaucada por un hombre que la engaño con promesas de amor y matrimonio pero que la desecho una vez que hubo conseguido su objetivo.

Avergonzada y herida, se había recluido nuevamente en su casa, dedicada solo al cuidado de su moribunda tía, cuando esta falleció finalmente tres años después, se encontró de nuevo sola, con una modesta fortuna y una reputación destrozada.

Una mañana al leer el periódico, vio un anuncio de que se buscaba esposa para un ranchero en Colorado. Últimamente aparecían muchos anuncios asi, hombres prósperos que habían hecho fortuna en el oeste estaban a la búsqueda de esposas pues las mujeres eran escasas en ese lado del país.

Había mandado la primera carta solo para tener algo que hacer, como un juego tal vez, realmente no tenía pensado aceptar, pero las agradables palabras de Michael Brown le hacían sentir esperanzas en el futuro, por sus cartas se daba cuenta de que era un hombre culto y estudiado. Cuando su pasado amenazo con alcanzarla tomo la radical decisión de aceptar su propuesta de matrimonio y en tiempo récord había vendido lo poco que tenía, incluyendo la pequeña casa que su tia le había heredado y con un par de maletas llenas de sueños y esperanzas dejo Boston para siempre.

Por el corazón de Amanda Where stories live. Discover now