capitulo 5

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Dos días después, Emily acompañada por Aaron y Amanda se dirigía al pueblo en busca de víveres y otras cosas que necesitaba.

Aaron había estado muy renuente a llevarla, y aún más cuando le dijo que tenía intención de comprar algunas cosas para la niña.

-Al patrón no le gusta que Petite vaya al pueblo- había dicho el hombre- a menos que el la lleve.

-Entiendo- había dicho Emily- pero necesito comprar algunas cosas para ella y no podemos esperar a que el Sr. Brown regrese.

Resignado, Aaron había enguachado la carreta y emprendieron el camino hasta el gran almacén.

Cuando llegaron y bajaron frente al gran almacén, Emily pudo notar que otra vez que la gente susurraba en su dirección, algunos discretamente y otros con total descaro.

-¡Sra. Brown !- la rechoncha mujer del reverendo la llamo con voz estridente desde la otra acera y rápidamente la alcanzo- que gusto verla Sra. Brown.

-Buen día Sra. Keller- saludo con calma Emily.

-Es muy bueno verla por aquí, sabemos que el trabajo en un rancho como el suyo nunca termina, pero a veces es bueno pasar a saludar ¿Ya conoce a mi hija Amelia? - la mujer que apenas respiraba al hablar señalo a la muchacha que estaba a su lado.

-Nos conocimos el día de la boda -reconoció Emily- un gusto verla Srta. Keller.

La muchacha solo asintió con una mueca de desagrado en la cara, desvió la mirada hasta que encontró a Amanda aferrada a las piernas de Aaron y una expresión de horror la inundo.

-Que maneras tan educadas tiene usted Sra. Brown, se nota a leguas que es una dama- la elogio la anciana- espero verla en el servicio religioso el domingo.

-Por supuesto Sra. Keller, ahora si me disculpan, tenemos algunas compras que hacer.

-¿Va al almacén? Permítame acompañarla- Emily suspiro con pesar, no sería fácil deshacerse de la mujer- Los Sres. Geller lo tienen muy bien surtido, puede encontrar todo lo que se pueda necesitar en un rancho- seguía hablando mientras la conducía hasta dicho almacén.

-Eso es bueno- contesto Emily- necesito comprar algunas cosas para Amanda.

-Para ….oh Dios- exclamo al percatarse de que la niña y el hombre negro las seguían- bueno, es muy raro ver a la criatura por aquí.

-Este no es lugar para ella- dijo Amelia pasando rápido junto a su madre.

Emily miro extrañada a la muchacha, pero la mujer mayor rápidamente cambio el tema. Emily le dio una lista de víveres a Aaron para que los pidiera en el mostrador mientras ella y Amanda iban a la parte trasera de la tienda a ver los artículos de damas. Amanda estaba pálida y se movía con renuencia, pero siguió a Emily hasta los figurines y rollos de tela.

-Buen día Prudencie- saludo la Sra. Keller a la dependienta- te presento a la Sra. de Jared Brown.

La mujer evaluó a Emily de pies a cabeza, era una mujer relativamente joven, pero con cara de pocos amigos.

-Así que era cierto que Jared Brown por fin se casó-Emily entrecerró los ojos ante la actitud ufana de la mujer- bueno, es un placer conocerla Sra. Brown, dígame ¿en qué puedo ayudarla?

-El gusto es mio Sra. Geller, en realidad quisiera algunas prendas para niña- le dijo señalando a Amanda que esperaba atrás con la cabeza baja y sus manitas en puños. Las mujeres mayores se miraron de una manera extraña que no pasó desapercibida para Emily. La Sra. Geller le enseño algunas prendas ya listas, Emily le pregunto a Amanda su opinión pero la niña simplemente no levantaba la mirada, dándose por vencida, Emily consiguió tres vestidos, un par de zapatos, dos camisones y algunos listones para el cabello. Además de algunos metros de tela, mientras esperaba que la cortaran, un niño, apenas mayor que Amanda , se acercó a la niña y le regalo un caramelo de menta. Amanda miro con extrañeza al pequeño hombrecito mientras tomaba el caramelo. Era un muchachito muy guapo, con una sonrisa radiante y hoyuelos en las mejillas.

Por el corazón de Amanda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora