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Ni siquiera quiso pensarlo dos veces, encendió la música y empezó a bailar al compás de la seductora melodía, no era el mejor pero emanaba sensualidad, y sin importar el sexo u orientación de la otra persona, sabía que lograba excitarlo sin problemas. El plan cada minuto parecía más descabellado, no por lo que estaba haciendo, sino porque su vecino parecía no querer despertar, se estaba cansando de esperar y cuándo iba a darse por vencido.. vio por el rabillo del ojo, al rubio despertando y manteniendo su mirada fija en él. 

Se puso de pie y caminó hacia la ventana, a pesar de que no habían escuchado la voz del contrario y mucho menos el nombre, eso era lo que menos les importaba por el momento porque no había necesidad de transmitir palabra cuándo las hormonas y el deseo sexual están a tope. 
Jimin pasó su humeda lengua por sus gruesos labios dejándolos más apetitosos, 
para después sonreír coqueto, el mayor sólo pudo suspirar. Soltó una risita al ver cómo su vecino se deshacía de la camisa, arrojandola en algún extremo de la habitación, y sentándose torpemente en la cama sin apartar la vista de él. 

El rubio se quitó la remera de forma lenta, para después darse la vuelta y quitó su pantalón, bajando junto a la prenda, dándole una gran vista a su vecino que mordió su labio inferior. 
Tener la vista del peli-negro lo prendia en demasía, pasó sus regordetas manos por su trasero y soltó un gemido, en cuestion de segundos ya tenia una erección que por esta vez no lo obligaba a masturbarse a sí mismo o al menos no exactamente así; volvió a mirar a Yoongi que ahora no tenía ropa alguna en su cuerpo, dejando a la vista su dotada hombría.

"¿Cómo haría para meter eso en él?"—pensó. 

El pálido ahora lo miraba con necesidad, deseaba tocar esa cálida piel, simplemente comenzó a masturbarse más rápido.

Jimin ya había tomado una decisión, quería hacerlo. Se quitó toda la ropa y se posicionó en cuatro en el suelo de su habitación, levantó su trasero y comenzó a jugar con su entrada; el pálido se puso de pie acercándose un poco más a la ventana, obteniendo una mejor vista. 
Jimin, con ya dos dedos dentro de él, estaba lleno de placer. 

—Ah... ahh mierda  —susurró el rubio comenzando ha acelerar los movimientos, perdido en la excitante sensación que recorría su cuerpo y su pene algo desatendido. 

Mientras Yoongi estaba peor o igual que su vecino. Todo hecho un desastre, en busca de la liberación. 

Can I eat ur ass? -YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora