Can I eat ur ass? -YM

-9-

Parte de él estaba sumergido en la corriente de ideas y pensamientos que pasaban por su mente, una de ellas, si lo estaba haciendo bien o no, si realmente esto era para lo suyo o Yoongi gemía sólo por consideración. Y esa respuesta llegó a su boca como un cálido líquido, que saboreo y tragó; entonces supo que su trabajo fue bien hecho. 

—Eres tan malditamente sexy.. —el pálido tomo el mentón de Jimin y unieron sus labios, entrelazado sus lenguas creando una guerra entre ellas; el menor aprovechó para tocarlo. 

Terminaron uno encima del otro en el reducido espacio del Mustang rojo, Yoongi siguió besando los labios del menor hasta que pasó sus manos por las piernas de tonalidad cálida, miró sus ojos, su rostro sonrojado y con una pizca de miedo. 
Entonces sonrió al darse cuenta que su ternura era el envoltura, y vendría lo mejor. 

Yoongi sacó su miembro de la ropa interior y comenzó a masturbarse de sólo pensar en que lo tendría, de ser el primero entre esas suaves piernas, lo apretado que estaría su pequeño, y mordió su labio inferior; pasó sus dedos por la entrada de Jimin, recibiendo un jadeo de su parte. 

—Eres tan sensible...—sonrió satisfecho— ¿qué opinas de esto? —adentro uno de sus dedos en la cavidad anal del menor, el cuál retuvo en su garganta un grito de dolor. 

El pálido sacaba y metía sus dedos repetidamente, Jimin gemia ante el estímulo y movió un poco sus caderas. 

—Por favor.. —tomó el brazo del mayor, deteniendo los movimientos, y buscó la mirada del contraria para susurrar con necesidad.— Ya hazlo, necesito sentirte dentro de mí ahora. 

—¿Estas listo? —el menor asintió—. Te dolerá, pero luego no vas a parar de suplicar por más. 

Yoongi levantó un poco las caderas del menor mientras que con su mano derecha llevó su miembro a la rosada entrada y aplicando presión logró ingresar a ese caliente y estrecha abertura. 

Los ojos claros del menor se abrieron de golpe a sentirse completamente lleno. 

—Ahh me siento tan extraño... esto es los más cercano que he estado del paraíso—susurró extasiado cerca de los finos labios.—Bésame, maldita sea. 

Juntaron sus labios que carecía de dulzura, era salvaje, necesitado y sumamente sensual para ambos estando en esas condiciones en medio de la noche. 
Yoongi empezó a acelerar el ritmo rápidamente, ese culo devoraba su pene con locura, mientras el rubio estaba a punto de llorar entre gemidos por las sensaciones que recorrían su cuerpo, le dolía pero no quería que termine de dar esas abruptas embestidas. 

Perdió el poco control que le quedaba sobre su cuerpo, él había tocado algo en su interior que le hizo desfallecer de placer en un segundo, un grito de placer escapó entre sus labios que permanecían entre abiertos, no sabía que era pero rogaba internamente que siguiera maltratando esa zona una y otra vez; y el peli-negro parecía haber leído su mente, penetraba con toda la fuerza que quedaba en su cuerpo mientras sujetaba el gran trasero que adoptaba la forma unas marcas color carmín de sus palmas. 

Ya no le importaba lo que pensarán los demás, para esta instancia los gemidos de ambos salían en descontrol, el mayor empezó a repartir besos, chupones y mordiscos en su cuello. 

—Vamos bonito, gime mí —su voz era más grave de lo usual, dirigió su rostro hasta los labios del menor, mordiendo y jalando a su antojo. 

—¡Ahh!.. —agarró entre sus dedos el cabello, algo húmedo, del azabache para mantener cerca ambas bocas y susurrar—. Yo quiero más. 

—Di mi nombre.. —demandó dándole una nalgada.

Jimin se quedó callado. 

¿Nombres?