Hotter Than You | SeongSang

O4

Jealousy

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La resaca estaba torturando a YeoSang, le dolía la cabeza como el infierno y sus ojeras eran gigantes y oscuras, tuvo suerte que el maquillaje logró cubrirlas perfectamente, porque de lo contrario su aspecto sería horroroso y no podía permitirse eso mientras la apuesta aún siguiera vigente.

El timbre sonó y Kang hizo una mueca de dolor, su cabeza ahora dolía el doble por culpa de ese ruido tan irritante y espantoso. San quién estaba sentado a su lado, sintió pena por su amigo y lo abrazó por los hombros creyendo que quizás eso podría reconfortarlo un poco.

—No debiste hacerle caso a Woonie —YeoSang hizo un pequeño mohín por el persistente dolor en su cabeza.

—Nunca creí que la resaca fuera tan horrible —admitió, recibiendo caricias con delicadeza en su cabellera rosa intensa.

—Vamos a la cafetería, te compraré algo para tu resaca.

Choi San siempre era atento con el pelirrosa, lo consideraba como un bebé el cual debía cuidar y proteger. Y realmente Choi, estaba en todo lo cierto: YeoSang era como un bebé de diecinueve años, que necesitaba ser cuidado y protegido. Claro que sin exageraciones, aunque muchas veces sus amigos se pasaban de la línea. Salieron de la biblioteca en silencio y fueron directo a la cafetería, bajo ciertas miradas de chicos interesados en el mayor de los dos.

San hizo una pequeña fila y le compró al pelirrosa un té verde caliente para después tomar asiento juntos en una mesa.

—Tómatelo, te hará bien. Mi abuelita dice que el té verde es lo mejor para la resaca —aseguró con una sonrisa dulce y aunque YeoSang dudaba de si tomarlo o no, al final no tuvo más opción que hacerlo.

—¿Estás bien, Yeo? Anoche tomaste mucho rápido ese vodka—pregunta YunHo sentándose al lado de San, seguido por MinGi que se sentó al lado del castaño.

—Siento que mi cabeza va a explotar.

—Wow, YeoSang se ve mal —comenta JongHo, apareciendo de repente sentándose al lado del antes mencionado.

—Anoche se bebió tres tragos de vodka en menos de cinco minutos —explica San y JongHo hace una mueca.

Ni él mismo habría hecho tal locura y menos siendo tan intolerante al alcohol a como lo era YeoSang.

—¿Quieres otro té? —Kang asintió—. Ya vengo... —San se levantó de su asiento, causando que la silla chirriara muy agudo— Lo siento, Sangie —se disculpa al ver que una mueca se adueñaba otra vez del rostro de YeoSang.

—Entre otras cosas, ¡¿A dónde demonios fuiste anoche?! Un momento estabas a mi lado y al siguiente despareciste —MinGi lo apunta con una papa frita demandante de la verdad.

—Un chico me haló y me alejó de ti... Te busqué con la mirada pero no te encontré, luego llegó SeongHwa y-

—¡Uy! ¡Llegó tu hombre a salvarte! ¡Qué romántico! —molesta JongHo con una sonrisita cómplice y esa mirada de saber algo.

Últimamente, no entendía a qué se referían sus amigos con esos comentarios e insinuaciones respecto a él y SeongHwa.

—¿De qué hablan? ¿Por qué dicen esas cosas de SeongHwa y de mí? —interrogó confundido y los chicos se ríen nerviosos.