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Baby

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Su turno estaba apunto de terminar, pero aún así se negaba a irse a cambiar y se mantenía llenando algunas repisas con productos. Ese día el trabajo no había sido agitado y lo agradecía pues ya bastante tuvo con lo que pasó en la universidad con Chan.

Aún se negaba aceptar que SeongHwa no estaba molesto con él por haberse besado con el castaño. En realidad, no se besó con él, sino que ese chico le robó un beso. Sin embargo, el pelirrosa todavía se sentía inseguro ante las palabras de su hyung. A pesar de que éste le dejó bien claro que no estaba molesto y que eso no fue su culpa.

—¡Cuidado! —advirtió el azabache atajando con una mano la lata de frijoles que casi se estrella contra el suelo.

—Lo siento mucho, JunMyeon hyung. Me distraje un momento y... —lo interrumpe.

—Te he dicho un millón de veces que no te disculpes por todo, YeoSang. Estos accidentes son normales y también te he dicho que me llames SuHo hyung ¿si? —el pelirrosa asintió sonrojado y SuHo sonrió, ese niño era muy tímido y tierno a pesar de vestir con ropa muy atrevida.

—Lo sie... Está bien, SuHo hyung. Ya estoy terminando con esto —dice Kang tomando la lata de frijoles que SuHo tenía en la mano y colocándola nuevamente en la repisa.

—YeoSang, sólo faltan minutos para que termine tu turno ve a cambiarte, mañana otro se encargará de hacer eso... —miró las repisas que se encontraban limpiamente ordenadas y llenas—. ¿Qué más vas a hacer? ¡Ya todo está listo! Eres increíble, YeoSang sin dudas el empleado más eficiente de todos —halagó y el tono de las mejillas del menor aumentaron tres tonos más intensos.

—Gracias hyung —hizo una pequeña reverencia e intentó seguir en lo suyo de rellenar los casi inexistentes espacios vacíos.

—Ya deja eso así y ve a cambiarte, anda a tu casa y descansa, ya haz hecho mucho por hoy —le regala una sonrisa y YeoSang asiente.

Se agachó para tomar la caja y guardarla en el almacén, más rápidamente SuHo se la quitó de las manos y negó lentamente con la cabeza.

—Ya hiciste mucho por hoy, YeoSang, de verdad. Yo llevaré esto al almacén —señala la caja que está entre sus brazos con un ademán con su cabeza.

YeoSang sin más opción, acató la indicación de SuHo. Fue hasta la sala de empleados donde guardaba sus cosas siempre que iba a trabajar, tomó su bolso y fue hasta el baño a cambiarse. El uniforme del supermercado le gustaba, era de un bonito color negro, azul y verde, pero por más que le gustara y sintiera cómodo esos pantalones holgados, esa camisa ligera y la gorra negra que cubría su cabello rosa, debía mantener esa faceta de chico sexy. Cosa que lo llevaba a despojarse de su uniforme y ponerse esos jeans ajustados a sus muslos, esas camisas que no le daban del todo la comodidad que deseaba y de las botas que, realmente, no se quejaba de ellas.

Acomodó su cabello peinándolo con sus dedos, y salió del baño luciendo esa ropa que podía robarte un suspiro y algo más que sólo eso... A pesar de faltar poco tiempo para que la apuesta finalizara, había logrado acostumbrarse un poco a esa ropa, quizás seguiría usando ciertas prendas luego de que terminara la apuesta.

—¡Yeo, te busca un chico sexy en la entrada! ¡¿Es tu novio?! —avisa la cajera y lo mira cómplice. YeoSang caminó velozmente desde la entrada del baño al final del pasillo, hasta las cajas registradoras al principio del pasillo.

Hotter Than You | SeongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora