Sweet December.

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Estaba expectante a la respuesta de Sofía. Ella estaba paralizada, de pie frente a él, mientras tenía su mano alzada en su dirección. Sofía empezó a llorar, sentía esa fuerte opresión en su garganta que le impedía decir algo inclusive tragar. Se agachó a la altura de Tom (sí, bueno, más o menos) Y seguía sin poder decir nada, empezó a llorar desconsoladamente, él intentaba limpiar las lágrimas de Sofía con sus pulgares, pero estas seguían emanando cuál manantial.

-Eh, linda...no llores-intentaba verle el rostro, pero ella se lo cubrió con las manos y seguía llorando e hipando. Cuando ya tuvo un poco de claridad, Sofía comenzó a hablar.

-Perdóname por favor- se sentía podrida- por favor Perdóname-tomó un poco de aire, intentó componerse y dejar de hipar- Tommy, yo.... yo soy un desastre en todos los sentidos... no sé cocinar, con suerte puedo hervir agua, y preparar de esas sopas instantáneas que tanto detestas, sólo se hacer dulces, te tendría gordo como una pelota y al borde de la diabetes. No tengo una casa, siempre ando con mis pertenencias a cuestas como una nómada, no tengo nada estable para ofrecer, apenas y tengo este empleo que va por proyectos, nada concreto, pueden prescindir de mí en cualquier momento. Soy extremadamente desordenada, mira, como sin más, solamente llegue y me tomé tu comedor y lo estoy usando de taller de costura, está todo desordenado, pedazos de tela por acá, otros por allá, hilos, brillos y lentejuelas desparramados por todas partes, hasta estoy segura de que Bobby se comió algunos botones... Olvido pagar las cuentas y sacar la comida podrida de refrigerador, sería una pésima ama de casa, ni siquiera podría llevar una...y no hablar de los hijos, sería tan mala madre, que los dejaría olvidados en el auto o en el supermercado, olvidaría darles de comer y cambiarles el pañal... apenas pude mantener con vida un cactus....¡un cactus.!...¡y murió por falta de cuidados! Sunshine, no creo que yo sea ese tipo de mujer que necesitas, no creo que yo pueda ser lo que tú necesitas... y sé que al final, terminarás decepcionado porque yo tenía razón.

La miraba con ternura y con una dulce sonrisa... él todo perfecto, mientras ella moqueaba e hipaba y tenía los ojos rojos e hinchados por el llanto, lo opuesto a él.

-Sofi ¿y cuál es el problema? Tengo está casa enorme y siempre estoy solo, salvo por Bobby o cuando tú vienes. Sabes que me gusta cocinar y cocino bien, respecto a los dulces, creo tener fuerza de voluntad para no llegar a ese punto crítico. Puedes utilizar mi casa como te plazca, te lo he dicho muchas veces. En lo concerniente a los hijos, créeme que hay cosas que no se te olvidarán y puedo dejarte recordatorios en teléfono. Las cuentas puedo pagarlas yo, serían gastos de la casa.... sinceramente, de algún modo me acostumbré a tu maravilloso desorden, porque me recuerda que estás aquí, conmigo...y, además, también ando como nómade, a veces debo viajar por trabajo...y mi trabajo, también es por proyectos, como el tuyo... sinceramente no creo haberme equivocado, estoy seguro de que es contigo con quien quiero estar.

- ¿Por qué siempre haces que todo suene tan fácil?

-Porque lo es.

-Tommy.... Es muy pronto, sé que te vas a arrepentir de haberme conocido.

-Lo dudo bastante.

-Sunshine.... no quiero enemistarte con tu hermana por mi culpa... escuché la discusión en la cocina el día de Navidad, en realidad todos la escucharon y no sólo la parte del supuesto embarazo, si no de que yo estoy contigo por tu cuenta bancaria... es, es demasiado pronto, y créeme, posiblemente creerán que si ando tras tu dinero.... lo siento.... de verdad lo siento -le decía Sofía con pesar y con gruesas lágrimas saliendo de sus ojos sin control.

Tom estaba apenado. Lo había intentado, pero no se rendiría tan fácil.

-Entonces, supongo que tu respuesta es no.-suspiro derrotado.

Los hilos que nos unen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora