Los Kim que no son los Kim de la derecha.

38.

—te di mi corazón y tú lo regalaste—Minseok se encuentra cantando alrededor de la cocina mientras prepara la cena—promete que serás feliz, te ponías tan guapa al reír, y así solo así quiero recordarte.

Ten frunce el ceño, está mirando memes en Facebook pero está seguro que su padre no está cantando la misma canción.

—a los ojitos azules que ahora van a tu lado—Minseok se lleva una mano al pecho fingiendo dolor y Ten deja de mirar su celular y mira a su padre—por eso esperaba con la carita empapada que llegarás con rosas...

—¿por qué siempre haces eso?—decide preguntar.

Minseok arquea una ceja—¿qué cosa?

—que cantas la estrofa de una canción y luego continúas con otra canción y sigues así, es extraño.

Pensativo, su padre hace una mueca—el tiempo es muy corto, Tennie, si puedes cantar veinte canciones en cinco minutos entonces por qué no hacerlo—encoge los hombros, le guiña el ojo.

Su padre le había regresado el celular luego de haber aprobado cuatro materias, aún le quedaba mucho recorrido por seguir pero las vacaciones habían comenzado asi que era en vano retenerle el aparato.

Lo que más le sorprendió de revisar sus redes sociales fue la foto de perfil que Johnny tenía en su facebook, por muchos años había tenido una foto de él con Donghyuck haciendo una mueca pero ahora la había cambiado por una con Doyoung en un parque.

Doyoung se veía tan bello, tenía puesto un suéter mostaza y sonreía tan adorablemente, Ten sentía tanta envidia, también le pediría una foto a Doyoung, la conservaría como oro.

—pero igual que se espera como esperan en la plaza de mayo—Minseok canta y de pronto se corta la luz, rápidamente Ten enciende la linterna del celular.

—¿qué demonios?

Minseok abre las cortinas y mira que la casa de Jongdae tiene las luces encendidas—¿olvidé pagar la luz?—se pregunta preocupado.

—¡Minseok alguien está entrando por la ventana!—grita desesperando Jisung, sus pisadas apresuradas se escuchan por toda la casa.

El corazón del hombre comienza a acelerarse con temor, no puede ser un robo ¡¿qué se supone que tiene que hacer en un robo?!

—¡escondete!—le grita a Ten, corriendo a encontrar a Jisung, a penas pasa por la puerta de la cocina y lo atrapa entre sus brazos, cubriendole la boca.

Ten sin saber cómo reaccionar, decide meterse adentro de la alacena con ollas, cuando esta por cerrar la puerta, Minseok le da a Jisung y le dice que se queden en completo silencio.

Son segundos cruciales, Minseok abre el cajón y divisa entre la oscuridad un cuchillo filoso y un palo de amasar, el cuchillo sería lo más confiable pero no quiere sangre en las alfombras así que escoge el palo.

En la segunda planta oye a Jaemin gritar y Donghyuck llamar a Johnny con espanto pero no hay señales de su hijo mayor, Minseok está al borde de las lágrimas, sostiene el palo contra su pecho.

Mira cuidadosamente alrededor, Jisung estaba en la sala viendo televisión cuando vio a alguien entrar por la ventana, así que debe estar atento. Empieza a subir las escaleras y oye las ventanas de la habitación de Johnny ser completamente abiertas, el ruido brusca resuena en toda la casa.

Ten y Jisung deben estar bien, piensa Minseok con el corazón oprimido, ojalá llamen a la policía o a Jongdae, la ayuda de Jongdae sería buena—ojalá pienses Tennie, por favor—se dice a sí mismo con esperanza Minseok.