CAPÍTULO 30

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-Chico Bestia... Chico bestia, ¿Qué te hicieron?

Se transformó en un enorme dinosaurio cuya cola me amenazaba con latigazos continuos, bloquee cada ataque con mi energía mientras retrocedía, no me sentía capaz de hacerle frente. No a él. Pronto llegué con la pared, voltee a verla un momento y al otro ya tenía una cola gigante a punto de acabarme.

-¡Raven! ¿Sigues ahí? ¡Responde!

¡Robin!

En un acto de reflejo, le lancé un ataque a su cola y mientras oía su rugido, aprovechaba para alejarme de la zona. No podía derrumbarme, no cuando estoy aquí para salvar a alguien. No consideraba útil pelear, solo me quedaba huir y obligar al viejo a cooperar; en cuanto estaba cerca del laboratorio, un conjunto de cohetillos comenzaron a encenderse, rápidamente me alejé de ellos cubriéndome con los brazos mientras reventaban, no me di cuenta hasta que voltee atrás y vi una cola que se acercaba a mí en gran tamaño, me estrelle contra la pared con gran violencia, sentí que me faltaba el aire y mi cabeza daba vueltas, vi como el mimo estaba a unos pasos de distancia, flotando. A su lado estaba un dinosaurio, observándome de reojo mientras yo seguía sujeta a la pared por su cola.

-Eh preciosura ¿Cómo lo ves? No es lindo el ataque sorpresa.

-.....

-¿No vas a hablar?

-Hay una segunda planta baja, un laboratorio con animales en jaulas, verás claramente un cuarto de pruebas... yo estoy ahí, con chico bestia... él no está bien.

-¡Oye! ¡No me ignores!

-deben atrapar al viejo...

-¡Raven! ¡¿Qué ocurre?!

-¡He dicho que no me ignores!

Un láser hirió en la cola de chico bestia, me soltó y antes de caer me tomo por la capa. No opuse resistencia cuando de una sola me lanzó al suelo con fuerza. Sentí como mi cuerpo rebotaba contra el piso y si seguía así, es seguro que me rompería algún hueso.

Creí ver al mimo haciendo algo con sus manos, hice un esfuerzo y de un salto me alejé de ahí, en cuanto pise el suelo, mi cuerpo entero tambaleo y tuve que apoyarme de una mano en el suelo, trate de concentrar energía y lanzarla pero era inútil: no tenía fuerza y mi visión seguía siendo mala, al tratar de enfocar mi vista hacia adelante vi una serpiente moverse rápidamente hacia mí, en cuestión de segundos sentí una presión en mi cuello, me estaba ahogando. Me llevé las manos y traté de quitármelo, no podía.

-No...

De repente sentí como una mano gigante me lo quitaba de encima violentamente, permitiendo dar bocanadas de aire, me senté mientras respiraba y me recuperaba. Mi cuerpo me lo pedía, miré al que estaba delante de mí, era el mimo, su mirada...

-¿Sabes? Cambie de opinión, el doctor siempre pide muestras para experimentar, pero me dijo que podía tomar lo que quisiera... ahora sé que quiero.

Su mano acarició mi mejilla, era repulsivo. Miré un momento hacia la zona del laboratorio, él noto mi mirada y me respondió.

-No podrás escapar, he colocado un buen conjunto de bombas que estallaran en cuanto cruces esa pared, eso te matará. ¿No lo quieres verdad?

No le respondí, pero definitivamente prefería la muerte a que me toqué.

Incluso antes de morir debería ponerlo a salvo. Dejé que me acostará mientras recuperaba energía, vi como saco una vacuna y le metía un líquido entre las escamas a chico bestia.

Esa vacuna...

-Te contaré un secreto. Ese doctor es un idiota y no hace más que presumir con sus logros. Esos mutos que ves ahí, son producto de miles de inyecciones, les ha puesto alguna tontera que los altera pero una vez que lo pones el antídoto vuelven a estar bien. Te lo cuento porque sé que no volverás a recordarlo y nadie más lo sabrá.

Lanzo a la serpiente unos metros por delante y en cuanto se me acerco, lo ataque con mi mayor energía posible, lo suficiente para dejarlo inconsciente. Me incorporé y tomé a chico bestia que iba perdiendo forma para tomar la de un hombre, corrí lo mejor que mis piernas lo permitieron y sin dudarlo pisé la línea que diferenciaba entre laboratorio y cuarto de pruebas, sentí un fuego que me abrazaba la espalda y me lanzaba por los aires, volví a caer en el suelo, está vez cerca a la jaula, con esfuerzo metí a chico bestia que aún era pequeño y cerré herméticamente la puerta, estaría bien por el momento, hasta que los titanes llegarán. Escuché gritos de fondo, pero ya no me importaba, él estaba bien ¿No? Le miré un momento, su carita confundida y... humana. Alcé una mano y trato de acariciarlo pero las fuerzas me dejan y solo quiero dormir.

-No te preocupes. Estás a salvo. Chico...

ENTONCES...Where stories live. Discover now