|Capitulo 4|

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Algunos días seguían pasando y el momento de irse para Elizabeth se acercaba y aún no tenían una respuesta. Tini seguía de algún modo enojada con Sebastián, preocuraba no mostrar nada cuando estaban en reuniones, porque solo era una pelea, las cosas podían mejorar.

Sebastián se sentó en la sala mientras Tini ayudaba a Lucas a comer.

— Elizabeth llamó y dijo que tenemos que tomar una decisión — dijo Sebastian.

— Tómala, vos eres el jefe, ¿no? — respondió ella, él la tomó de los hombros y la giró un poco, haciendo que sus miradas se unan.

— Tini, por favor, no quiero que sigamos así. —

— Ese es tu problema Sebastián, cuando vos queres te enojas y cuando vos queres las cosas se arreglan — dijo haciendo énfasis en los "vos" — Creo que estás acostumbrado a manejar a todo el mundo, pero se te olvida quien soy.

— Perdóname, por favor, sabes que te necesito para estar bien, los necesito — dijo él mirando a Lucas que seguía sentado.

— Necesito que te quedes con Lucas, hoy voy a salir con Carola — dijo aún enojada, cargo a Lucas y se fue a la cocina. Sebastián se quedó un momento pensando y después se dirigió a la cocina.

— ¿A dónde irás? — preguntó.

— De compras, ¿puedo o te tengo que pedir permiso por escrito? — respondió Tini.

— Martina, no más enserio — Dijo él, Tini solo lo ignoro y subió a su habitación.

Se puso algo cómodo, pero elegante, y salió de la casa a encontrarse con Carola, iban a ir de compras y tal vez a comer algo sencillo. Ella sólo quería salir a despejarse un poco, dentro de si sabía que no quería estar en más peleas con Sebastián.

Estaban saliendo de una de sus tiendas favoritas, cuando ambas vieron a alguien familiar.

— ¿Esa no es Sofía? — dijo Carola mirando a una chica. — ¿Y ese no es Mathias?, ¿En qué momento pasó eso?

— Si creo que si, ¿pasar qué? — respondió Tini.

— Está mas guapo que nunca — dijo Carola riendo.

— Te casaste hace una semana y ya estás mirando a alguien lindo, eres terrible amiga —

— Todo es culpa de mi querido esposo, hoy estaría disfrutando de Bahamas, pero se le antojo retrasar nuestra luna de miel — respondió ella, al parecer Sofía también las vio y se acercó junto a su hermano. Las saludo con un beso.

— ¿Se acuerdan de Mathias? — preguntó Sofía mirando a su hermano.

— Cómo no, ¿cuándo volviste Mathi? — dijo Carola.

— Hace una semana — respondió él.

— ¿Y desde cuando estás tan guapo? Si me visitabas antes del sábado, te juro que no me casaba — dijo Carola riendo, Tini la miró seria y le dio un pequeño golpe en el brazo.

— Discúlpala — dijo Tini, Mathias sonrío.

— ¿Porque me hablas como un desconocido Tini? — dijo él con una sonrisa, Tini sonrío también.

— Creo que ha pasado demasiado tiempo — respondió.

— Pero sigo siendo el mismo —

Después de un rato caminando por el centro comercial y de haberse despedido de Sofía y Mathias, Tini regreso a su casa, con varias bolsas y sonriente.

Sebastián salió de la cocina al verla entrar.

— Hola linda — dijo.

— Hola — respondió, su voz sonaba mucho más amable que antes de irse.

— Veo que te fue bien — dijo mirando las bolsas, se quedó un momento en silencio. — Tal vez lo que voy a decir no te guste — Tini lo miro seria, dejo las bolsas sobre el sofá y se acercó a él.

— ¿Qué pasó ahora? ¿Lucas? — preguntó.

— No no, Lucas está bien, se quedó dormido, estaba preguntando por ti. — respondió. Tini sonrío, Lucas realmente era muy apegado a su madre.

— ¿Entonces? — preguntó.

— Hace un rato llamo Eli, estaba esperando una respuesta, dijo que no tenía más tiempo, necesitaba firmar el contrato y le dije que si, que aceptamos a Isabella.

— Está bien bebé — dijo con una sonrisa.

Después de esa salida Tini había entendido que ella era la esposa de Sebastián y la madre de su hijo, y ella, no permitiría que alguien arruinara la familia que había construido, nadie le quitaría la felicidad y ella se encargaría de eso. Si Sebastián había decidido traer a Isabella, ella se encargaría de mostrarle cada día lo felices que eran juntos.

— Mami — gritó mientras bajaba las escaleras agarrándose de la baranda.

— Mi amor — lo cargó.
— ¿Sebastián que te he dicho de los calcetines? — dijo al notar que Lucas estaba descalzo.

— Lo siento nena — respondió él. Tini resopló.

— Mami, ¿mi leche? — Tini lo miró confundida, Lucas no era de pedir leche, se suponía que había cenado, miró a Sebastián —

— ¿No ha cenado? — preguntó un poco molesta.

— Si ha cenado amor — se encogió de hombros — Lu, ¿quieres tu mamadera?

— No, mami — la abrazó y se apegó a su pecho, entonces Tini entendió, se sentó en el sofá, se bajo la blusa y le dio el pecho.

Maratón 3/5

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Detrás de las cámaras - Sebastini ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora