Tini estaba en un café que nunca había visitado, porque sabía que Sebastián la buscaría en uno de los lugares que conocían, había encontrado algo para darle a Lucas y estaba con él sobre sus piernas mientras ella comía unas galletas.— Mira nada más quien está aquí — dijo Mathias al verla, Tini levantó la mirada y trató de sonreír.
— Hola.
— Hola Tini, ¿Cómo estas?
— Bien — respondió mintiendo, se podia notar que había llorado, tenía los ojos rojos.
— ¿Seguro?
— Si, solo tuve unos problemas con Sebastián.
Mathias se sentó y sobre la mesa puso un café y un panecillo, estuvieron hablando un rato, pero Tini nunca le contó en realidad lo qué pasó, intento evadir el tema lo más que pudo, o contaba partes que eran ciertas pero sin dar muchos detalles o dejar muy claro la realidad.
— Creo que ya es momento de irme — dijo ella e Hizo una pausa — Mathias, ¿puedo pedirte un favor?
— Claro, ¿Que pasa?
— ¿Me acompañarías a mi casa? Se que es algo raro, pero no me siento bien para conducir, ¿podrías hacerlo? — dijo Tini.
— Claro que si — respondió él.
Unos minutos después el auto de Tini estacionó frente a la casa y Sebastián que no había hecho otra cosa que esperar y llamarla a el celular que tenía apagado, salió, se sorprendió mucho al ver a Mathias, pero no se sentía en el momento correcto para hacer ningún tipo de reclamo.
— ¿Estás bien? — preguntó Sebastián cuando estaba frente a ella.
— Si — respondió ella, caminando hacia la puerta para sacar a Lucas y las cosas del auto — Bueno como puedo.
Mathias vio que tenía muchas cosas en mano, y quizo ayudarla, pero Sebastián no se lo permitió, levantó algunas bolsas, y tomó a Lucas de los brazos de Tini.
— Muchas gracias Mathias, ya puedes irte ¿o necesitas algo? — dijo Sebastián.
— ¿Estarás bien?
— Si, lo conozco hace suficientes años, sé que estaré bien — respondió Tini.
— Ya sabes que si necesitas algo solo tienes que llamarme — dijo Mathias mirándola con una sonrisa.
— Ella no necesita nada, y en caso de que lo haga, aquí estoy para eso
— Lo dudo — dijo Mathias sonriendo y caminando hacia fuera.
Ambos entraron a la casa, Sebastián cargaba a Lucas mientras le daba besitos y lo hacía reír, después miró a Tini.
— ¿Podemos hablar? — dijo él.
— Pues no sé, decime vos, estuve esperando a que me digas algo hoy en la oficina de tu — hizo una pausa — ¿Cómo prefieres que la llame? ¿Novia, amiga, tu chica, la otra? — preguntó Tini con bastante sarcasmo.
— Tini, por favor, no hagas las cosas más difíciles — dijo él, Tini rio.
— Ahora soy yo la que hace las cosas difíciles.
— ¿Podemos hablar tranquilamente?
— Yo no tengo nada que hablar, te escucho — dijo apoyándose en la pared y cruzando los brazos.
— Te voy a contar lo qué pasó, el día que saliste con Sofía, Isabella vino a casa, me dijo que debíamos hablar de algo, pero al parecer había contratado a alguien para que desde la ventana tomara una foto de él momento en el que ella me daba un beso, para amenazarme con eso, y así no despedirla.
— ¿Por que no me dijiste? ¿Estabas dispuesto a hacer lo que ella dijera sólo para ocultarme un beso?
— No quería hacerte daño — dijo Sebastián.
— Pues me hiciste más daño del que creías.
Continuaron hablando un rato, entre reclamos y discusiones, Sebastián no había tocado aún un tema muy importante, el embarazo.
— En este momento no sé que va a pasar con nosotros Sebastián, lo mejor es darnos un tiempo — dijo ella.
— No podemos hacer esto Tini, no somos dos niños, no tenemos una relación de meses, eres mi esposa y no podemos dejar todo por una tontería cómo está.
— Vos caíste en lo que otra persona quería, no fue difícil para ti dejar todo
— Sé que estás embarazada.
— ¿Qué? ¿De que hablas?
— No me mientas Tini, no vas a negarme esto — dijo y tomó de la mesa las pruebas de embarazo.
— ¿Estuviste revisando mis cosas? — preguntó aún más enojada.
— Si mi esposa se va con mi hijo y después de cinco horas no aparece, cualquier persona haría lo mismo — respondió Sebastián, ella no dijo nada, sólo lo miraba.
— ¿Estás embarazada? — preguntó.
— Si — dijo ella.
— Y, ¿Cuándo pensabas decírmelo — Hizo una pausa esperando una respuesta pero ella no dijo nada. —¿Desde cuando lo sabes? — preguntó Sebastián, La voz se le quebró al imaginar que lo sabía mucho tiempo atrás.
Tini estaba ahí, sin decir nada, sin poder al menos mirarlo a los ojos, aunque ella sabía que no tenía nada por lo cual estar avergonzada o al menos sentirse mal, Sebastián había cometido los errores, simplemente sentía que el vínculo entre ellos no estaba, eso de amarse para toda la vida estaba quebrándose en ese preciso momento, y dentro suyo le costaba imaginar que por un beso, todo su matrimonio se acabaría.
Sebastián por su parte estaba mal, nervioso y al ver a Tini mirando al suelo cualquier cantidad de cosas pasaron por su mente, incluso la posibilidad de que el bebé no fuera suyo, pensó en Mathias nuevamente, pero descartó por completo esa idea.
— Si, estoy embarazada y lo sé hace dos días — respondió después de su silencio. — Te lo diría esta noche, pero paso todo lo que ya sabemos, todas tus mentiras — Dijo, una lágrima salió de los ojos de Sebastián y empezó a acercarse a Tini, para abrazarla, para levantarla entre sus brazos de la felicidad que tenía, pero ella se alejó.
— No estamos bien Sebastián, si no hay confianza entre nosotros, definitivamente no estamos bien — dijo ella con la voz entrecortada.
— Solo fue un beso Martina, y no lo quise, ella me lo dio, perdóname por favor.
— Eso es lo que más miedo me da, si por un beso creo que nuestra relación se está dañando, esto no está bien, nuestro matrimonio no va bien.
— Pero Tini... — Ella lo interrumpió.
— Necesitamos un tiempo, me voy a ir unos días, no puedo ir a casa de mis padres, porque no quiero que se preocupen, me voy a un hotel — Hizo una pausa, esta vez esperando que él dijera algo* Con Lucas.
— No Martina, no te puedes ir, no te puedes llevar a mi hijo — dijo él con desesperación.
— Si, si puedo, o se te olvida que también es mi hijo.
— ¿Vas a terminar con todo por un beso?.
— No estoy terminando con nada, estoy diciendo que necesitamos un tiempo — dijo ella, cargó a Lucas y empezó a subir las escaleras, Sebastián caminó tras ella.
— Tini estás embarazada, no estás en condición para hacer este tipo de cosas.
— No es mi primer embarazo y creo que sé como manejarlo — respondió ella.
Tini saco una maleta de un pequeño armario que tenían en la habitación y empezó a meter algunas de sus cosas, Sebastián no supo que hacer o que decir, se sentó en la cama y con su mirada seguía cada uno de los movimientos que ella hacía, sorprendido todavía por lo que estaba pasando.
Maratón 2/8
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Detrás de las cámaras - Sebastini ✔️
FanfictionMartina y Sebastián, esposos y padres del pequeño Lucas. Todo era felicidad en sus vidas, hasta que contratan a una nueva manager y los problemas no tardan en llegar. ¿Podrán arreglar sus diferencias?. Bienvenidos a la alocada vida de Martina, junto...