44- Pasaje de ida al infierno

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Narra ____:

Y de la nada todo comenzó a volverse lento, mientras las burbujas desaparecían en la superficie y el agua comenzaba a calmarse. Todo había terminado por casualidad, destino o caos.

De no ser porque la pelea nos había arrastrado hasta el estanque, el Indominus nos hubiera derrotado. Tal vez debíamos vivir. Tal vez él debía morir.

Miré a la Tiranosaurio, de reptil a reptil. Ví sus cicatrices, sus ojos, su piel arrugada, sus garras gastadas.

Lo supe, entendí por qué el I-Rex la había llamado vieja. Era la tiranosaurio de Jurassic Park, la que rompió las vallas de segueidad aquella noche de pesadilla.

Y ahora, me había salvado la vida.

La observé, ella a mí. Pensé que tal vez su escasa inteligencia la lanzaría a atacarme, pero ¿Los prejuicios son horribles, no?

Simplemente se dio media vuelta y se fue. En alguna parte de su cuerpo, había notado que ya era suficiente batalla por hoy.

Yo también comenzaba a notarlo. Miré a mi alrededor en busca de Owen, Claire y los niños, pero sólo hallé la silueta de un hombre arrodillado entre los escombros.

-¡Owen!- grité, o mas bien, rugí.

Comencé a acercarme mientras mi cuerpo mutaba. Las escamas dejaron lugar a piel. Las garras a uñas gastadas y ennegrecidas. La velocirraptor a una humana.

A dos pasos de Owen me noté desnuda y deseé haberme quedado en forma de raptor, pero cualquier banal pensamiento humano se borró de mi mente cuando ví a Blue tumbada en el suelo y a Owen con la cabeza hundida en sus costillas.

Estaba muerta. No, no podía estarlo. No.

Había venido hasta esta condenada isla para que muriera frente a mí? Me negaba a creerlo. No. No. No.

Aparté a Owen y apoyé mi oído sobre ella. Nada. Tenía las escamas mojadas, Owen había estado llorando.

No, no íbamos a dejarla ir. Comenzé a sentir el dolor de mi herida apenas comenzé mi carrera de la locura.

Entrelazé mis manos, me encomendé a John y comenzé a bombear sobre su corazón.

Owen me miraba estupefacto. No, no existía el masaje cardíaco para dinosaurios, pero tampoco existían los dinosaurios ¿Quién me iba a decir a mí lo que era imposible y lo que no?

Bombeé con fuerza y mi herida comenzó a sangrar. No le presté atención, ni a las punzadas, ni al mareo. Sólo existía el corazón de Blue. Sólo existía Blue.

No hubo señal. Estaba pensando en rendirme cuando sentí un frío recorrer mi cráneo. Llámenme loca, pero sentí que era la vida intentando volver a ella.

Y seguí bombeando. Y comenzó a nublarse mi visión. Y decidí que si debía dejarme la vida en recuperarla, lo haría.

El siguiente escalofrío vino acompañado de un ruido rítmico, potente, demencial. Un pequeño tambor bajo mis manos.

-Vive- murmuré, y me alejé para darle espacio.

Narra Owen:

La imagen del ojo amarillo de Blue abrirse fue como haber ganado la copa del mundo. De la nada, ya nada más existía.

Tras haber estado en paro por 3 minutos, Blue había vuelto a la vida y comenzaba a incorporarse dócilmente.

-_____, esto es impresionante....- dije, y volteé con los ojos llenos de lágrimas para lanzarme a sus brazos y agradecerle hasta el infinito.

Mi rostro se deformó y el corazón se me encogió. Se me cerró la garganta. Se me cortó la respiración ¿Algo más podía hacer mi cuerpo para demostrar que quería estar con ella? ¿Que quería dejar de respirar, latir, vivir, para estar con ella?

Frente a mí, una mujer desnuda yacía en el suelo, o lo que quedaba de ella. Su abdomen estaba cubierto de sangre fresca y seca, su herida de bala brillaba, su piel era de color blanco y su gesto se había aflojado, finalmente rindiéndose ante tanta lucha.

____ había descendido hasta los infiernos para buscar a su raptora, y se había perdido en el camino de vuelta.

Se esta terminandooo

Jurassic World (Dinosaurios&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora