Jurassic World (Dinosaurios&Tú)

55- La Culpa

Narra ____:

Nubes. Estoy en las nubes otra vez. Ja. En mi adormecida mente imaginé a Billy subiéndole a mi regulador de morfina, dándome las buenas noches (a pesar de que vivía en un eterno buenas noches) y aliviandome de los oscuros rincones en los que mi mente me recluía a veces.

Aún no sé por qué me hago esto a mi misma, pensé, acariciando la vaporosa nube rosada, milagrosa. Si el cielo existía era ese, esa calma, esa...

No. No, esto no es el cielo, es el infierno. Subo y bajo entre el éxtasis y la agonía, entre la dulce ignorancia y la amarga culpa ¿Por qué mi inconsciente me hace esto?

¿Es por la desaparición de Rex? Hice todo lo que pude, lo juro. Me lo juro.

Sigo acariciando nubes.

¿La muerte de Hoskins? Eso no me apena, y soy consciente de ello.

Las nubes brillan, qué bonitas son.

¿Jurassic World?

...las nubes se vuelven grises.

¿Qué? ¿Por qué siquiera dije eso? Yo ni tuve la culpa de nada de lo que sucedió en ese parque. Soy una de las heridas, soy una de las que sufrió las consecuencias.

Estoy en un árbol. Bajo mis pies hay una rama gigante donde puedo caminar despacio, hacia el tronco que forma una superficie. Hay tres personas durmiendo allí.

Volteo y veo una llanura infinita en la cual sale el sol, reflejado en un lago del cual beben algunos herbívoros.

¿...cómo?

Un sueño. En el sueño, hay un monstruo. Un monstruo blanco.

El monstruo me asusta. Antes no lo conocía, pero ahora sé que es. Se quién es. Lo oí hablar, sentí sus fauces, su fuerza, sus consecuencias.

El Indominus Rex se me aparece en un sueño de mi infancia, y toma revancha de mí. Se lanza sobre Alan, Lex y Tim y...

Volteo. No quiero ver. No quiero hacerme esto nuevamente. Pero no puedo dejar de oir sus gritos ¿Por qué?

"¿Qué hice?"

Gota.

¿Cómo puede ser, cómo puedo haber predicho su existencia con nueve años?

No, no puede ser. Mi mente, como una máquina perfecta, se encarga de explicarle a mi conciencia de que no existe la magia.

Sólo la ciencia.

Y entonces, me explica lo que hice.
De entre las tinieblas de mi alma, viene a mí un recuerdo vago, antiguo, reprimido, puede que por intrascendente, puede que por culpa.

Tengo catorce años. Transpiro, siento el sudor resbalar por mi frente. Estoy en un aula, sola.

Hay una hoja frente a mí, y diecinueve a un lado, volteadas. Tengo miedo. Habría salido de ese maldito lugar hace un año si no hubiera terminado ese exámen, y de no ser obviamente por los sucesos que se dieron después.

Tal vez, si hubiera sabido realmente qué hechos se hubieran dado después, habría dejado la página en blanco.

Pero no. Empecé a escribir, dibujar, teorizar, crear.

Y veo mi mano moverse en el lápiz sobre el papel, y no puedo detenerme. Aprieto con todas mis fuerzas, pero esta sigue su curso inevitable, caótico, directo hacia la catástrofe.

Las lágrimas me corren por las mejillas pero mi mano escribe a toda velocidad, y mezcla.

Velociraptores, Tiranosaurios.

ADN de rana para tapar los vacíos genéticos.

Cromosoma del pigmento suprimido para la piel blanca, translúcida, de pesadilla.

¿Cómo pude ser tan ciega?

Apreto tanto el puño que siento que se va a romper. Y en ese momento, paro.

La imagen estaba terminada. El dinosaurio estaba terminado.

Me levanto y entrego el exámen. Al apoyar la hoja sobre la mesa, veo que mis manos estan manchadas de sangre.

-Gracias, muchas gracias- me dice Hoskins, mi profesor, a quien le entrego los papeles- nos será de mucha ayuda.

Y volteo, y todas las ventanas se cierran. Y los bancos vacíos ya no estan vacíos.

Cadáveres. Desmembrados, sangrientos. Todos tienen los ojos abiertos, todos me miran fijamente.

"Los desaparecidos de Jurassic World"

Se me corta la respiración. Tengo la culpa, la culpa, la culpa.

Ahora sé qué hice. Y no lo soporto. No soporto la culpa.

Una mano me agarra la garganta, asfixiándome. Es la mía.

Se me nubla la vista. Me estoy ahogando. Todo corre a la velocidad de la luz frente a mis ojos. Mi sueño, el dibujo, el indominus, Hoskins, mi madre, mi hermano.

Mi hermano.

-¿Curioso, no?- comenta Hoskins, quien ahora también sangraba- que buena idea nos diste.

Perfeccionamiento. Dina Saur lo empezó, y yo lo terminé.

-Hasta nunca, hija de una puta- me dice Hoskins, mientras mi corazón se prepara para dejar de latir.

Mi hermano.

Y saco fuerzas de donde no tengo, y me suelto el cuello. Y escucho mis latidos, acelerados, las imágenes de mi vida aún corren como una película ante mis ojos. Los cadáveres me observan con deseo. Quieren llevarme con ellos.

Y se me llenan los ojos de lágrimas, porque ellos también tenían hermanos.

-Lo siento- todo por un maldito exámen, todo por un maldito sueño- pero aún tengo cosas que hacer. Podrán encagarse de mí luego.

Recupero el control de mí cuerpo. Y entonces, tomando una bocanada de aire, despierto.

.....

....

...

..

.

Pum.

Quiero estrellas para este capitulazo, y para mi constancia (ansiedad por publicar) nunca antes vista.

-C