Poesías en el viento.

El caballero de la armadura oxidada

Del caballero de la armadura oxidada, basado en el libro con el mismo nombre
Robert Fisher

Atrapado estoy en mi armadura perdiendo mi juicio, la cordura; liberarme de ella es el camino y recuperar por tanto la razón;
aferrarme a ésta mi armadura ha sido por demás equivocado, vivir mi vida en desventura, ha sido una locura y obsesión;
es vivirla en el desquicio y vivirla en amargura, es no amarse así mismo; es vivir una vida dura sin valía y con temor,
quitarme la armadura es liberarme por completo; es luchar porque me quiero, es luchar con valentía y también con mucho corazón.

- Será mejor buscar ayuda, quizás el herrero en la tienda del castillo, me ayudará a sacarme de esta delicada situación.
- No es quien su armadura pueda quitarle; le exclamó el bufón del reino, sólo el mago Merlín podrá liberarle, sin ser vacilador.
- En los bosques le hallareis al gran mago, y el será quien te guíe en el camino, para que de tu armadura, podáis despojar con gran primor.
- Iré en su búsqueda y encontrarle es lo indicado y será quien pueda con su ayuda darme con esperanza, una salida y una solución.

Iniciaré una aventura de alquimia de bajada a los infiernos; entraré a una nueva fase, en un proceso de transformación;
estar a solas será el camino para conocerme a mi mismo, tomando conciencia de mi armadura y liberar a mi yo interior,
quitarme mi armadura será liberarme de esta grande pena, de este gran dolor, y poder llegar así a la fuente sin temor,
pues me tiene encerrado ahogándome en un mar de llanto y con lágrimas de autocompasión, dentro de esta pena mía que ha sido mi prisión.

Iniciarás el recorrido por el sendero de la verdad -le dijo Merlín- para entrar en un proceso constante de renovación,
- se vuelve más empinado y estrecho a medida que a la cima se acerca, lo lograrás con coraje, con determinación y con valor,
se logra escalar con autenticidad, sinceridad y rectitud, si desvías el camino te perderás y será un grave error.
adelante en el sendero al cruzar la pendiente avista el castillo del silencio que a lo lejos observó el caballero con decepción.

El castillo del silencio era al caballero por demás aterrador,  producían miedo y soledad el silencio en aquella habitación;
el silencio es algo más que no hablar, es hallar una vida auténtica y se vuelve conocimiento, cuando aparece el silencio interior,
es no ponernos las máscaras ante los demás de lo que no somos y les queremos demostrar, siendo falso, irreal y un impostor,
es admitir nuestros miedos, logrando una percepción más clara de la realidad, teniéndo en nosotros mismos una mejorada visión.

El castillo del conocimiento le era al caballero en demasía impactante; con una puerta dorada y una portentosa construcción,
en él no buscaba fama, reconocimiento y poder, más con los ojos del corazón comenzaba a ver, reconociéndose en amor,
el conocimiento es luz que dispersa las tinieblas e ilumina el camino, borrándo la noche del alma y purgándose del dolor,
sin confundir la necesidad con amor, desarrollándo ahora al hombre perfecto, mirándose en el espejo con amor y compasión.

El castillo de la voluntad y la osadía era por mucho más alto y sus muros más gruesos con los otros castillos en comparación,
enfrentándo al dragón del castillo después de un puente levadizo por un momento con indecisión, después con coraje y con valor,
el dragón del miedo y de la duda no era en sí más que una ilusión, si el caballero se mostraba con duda o se mostraba con gran temor,
venciendo al dragón con voluntad y osadía, haciéndolo cada vez más pequeño y lanzándo sus semillas de la duda en su corazón.

Es su ascención por la montaña un proceso doloroso, purgándose de sus apegos que son causa de su sufrimiento y su destrucción,
un canto rodado casi llegar la cima en la siguiente inscripción: "Aunque este universo poseo nada poseo" descifrándo con fervor,
"pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido" desprendiéndose de ideas erróneas que le hacen ser mejor,
su bajada a los infiernos es por mucho su ascención; por su subida a los cielos en una nueva persona llena de amor y compasión.

22/03/2020

Ismael González Domínguez