Capítulo 29: La bestia

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Capítulo 29:
La bestia

Capítulo 29:La bestia

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Selt Riquelme


—Selt. ¿Selt, me escuchas?

Entreabro los ojos, ante el agite de mis hombros producto de alguien más. Sergio se ha cubierto mitad del rostro con una tela oscura, puedo ver la bestia asomarme en su mirada. Arañando su iris intentando hacerse paso al exterior.

—S-Siii —me ahogo con mi propia voz. La lengua la tengo algo rígida. También me siento pesada, es bueno estar sentada... en el suelo. Tierra. Estamos fuera de la mansión. No creo que me pueda sostener de pie. Recupero un poco la movilidad de mi lengua—. ¿Qu- qué ocur- ocurre?

—No estoy seguro. Quédate aquí. Necesito regresar a dentro.

Me deja de inmediato. Corre al interior de la mansión. No soy la única que se encuentra fuera aspirando aire limpio. Esa niebla logró que perdiera la conciencia por unos minutos y estoy segura de que no fui la única.

No parece haber nadie herido. Exaltados, sí. Heridos, no. Entonces, ¿Qué finalidad tuvo esa niebla? Dudo que sea solo para arruinar la celebración. Entre los invitados no veo a ningún integrante de la familia De la rosa. Quiero levantarme y buscar por mí misma, pero todavía siento mi cuerpo algo entumecido.

Pasa u tiempo antes de que Sergio salga de nuevo de la casa. Esta vez trae a Mia con él. Mi amiga sale en mejores condiciones que yo de allí. Caminando, mientras que yo sigo estando tirada en el suelo.

—Permanezcan aquí las dos —ordena Sergio.

Mia se acomoda a mi lado. Como una gatita obediente.

—Sí, señor lobo, nos quedaremos aquí —dice ella mordaz.

Sergio mueve la cabeza en negación, y aunque no puedo ver por completo su rostro sé que está sonriendo. Lo vemos regresar de nuevo a interior de la casa. Esto parece que fuera un incendio, pero no, la espesura de la neblina apenas y se ha disipado un poco.

—¿Te encuentras bien? —pregunta Mia entornando sus felinos ojos sobre mí. —Vi como caías inconsciente en brazos del lobo.

—Me encuentro mejor ahora. ¿Todo bien allá dentro?

—No, todo es un desastre. Alguien arruino mi cumpleaños —se cruza de brazos evidentemente, molesta. —Es una muy cruel broma.

Me muerdo el labio, pero no puedo contenerme.

—Si no es una broma.

Ella siente el temblor en mi voz. El miedo deslizarse sobre mi piel. Su violeta mirada es salvaje.

—No. Seguro que ha sido una broma. Ni siquiera hay heridos —dice, pero no la noto convencida. —No va a pasar nada. Todo saldrá bien.

Asiento e intento dejar ir el miedo. Siento un nudo en el estómago. Ella tiene razón esta noche nada saldrá... nada debió haber salido mal. Pero aquí estamos, fuera de la casa porque a alguien se le ocurrió la idea de liberar... Déjalo ir Selt. Solo déjalo ir.

Enmerald. Guardianes 1. Origen De Los OscurosWhere stories live. Discover now