TE ENCONTRÉ... [The Promised Neverland]

CAPÍTULO 55

Habían pasado aproximadamente 10 meses, los niños eran el orgullo para ambos, un par de niños inteligentes y sorprendentes. Emma siempre los comparaba con Norman, mientras que él la comparaba con ella.

—Buenos días papá —La sonrisa en el rostro de Emma cargando a la pequeña Norma le generaba una linda satisfacción a Norman de alegría.

—Buenos días mis amores —Se acercó a ambas para abrazarlas y dar vueltas con ellas haciendo que la pequeña comenzará a reír —¿Y Emil?

Emma le entregó a Norma para cambiar su expresión a una de preocupación —Sigue durmiendo, iré a verlo, no es normal que el este durmiendo hasta muy tarde...

—Esta bien... ¿A que hora entras hoy?

—A las 9, pero si se encuentra mal, no iré...

Emma subió las escaleras de forma inmediata, él mejor que nadie sabía que estaba muy preocupada en especial porqué el pequeño Emil era muy activo apesar de su corta edad.

—Bueno, vamos a desayunar mientras mamá viene —Pronuncio Norman jugando las mejillas de la pequeña.

Incluso ella mostraba preocupación, pues sabía con perfección que ellos estaban sincronizados y podían entenderse. Pero era imposible que papá no le robara una sonrisa.
Ambos estaban desayunando cuando comenzó a escuchar los pasos rápidos de Emma en el segundo piso.

—Espera cielo, voy y vengo —Revolvía el cabello de la pequeña para luego ir en dirección a la planta alta—. ¿Qué pasa, Emma?

—Tiene fiebre... Si no baja la temperatura, lo llevaré al pediatra.

—Te acompa...

—No, tienes que ir a trabajar y llevar a Norma a la guardería, recuerda que yo puedo justificar con facilidad pero en tu caso no es fácil.

Norman sujeto sus manos y la miró con ojitos de suplica, pero ella solamente beso su frente para indicarle que no funcionaría, ella se soltó del agarre y camino a la habitación del pequeño, mientras él bajaba con la pequeña.

Norman se encargó de arreglar a la pequeña para luego salir de la casa y llevarla a la guardería, mientras tanto Emma se ocupaba de todos los movimientos para llevar al pequeño al pediatra.

Las horas del día pasaban de forma lenta lo cual comenzaba a desesperar a Norman.

—¿Qué te pasa? —Pregunto la joven rubia dejándole en la cabeza una lata de café.

Él se sorprendió y luego la sostuvo —¿A que te refieres?

—Tus alumnos estaban comentando que te equivocaste al hablar de fechas, confundiste tres períodos en uno solo. Eso no es normal en ti, ¿y porqué no vino Emma?

—Sin duda no podemos ocultarte nada, Ayshe, —Pronuncio con una sonrisa —Emil continuaba dormido cuando, Norma ya estaba despierta, así que Emma fue a verlo y se dio cuenta que tenía fiebre, no vino porque lo iba a llevar al pediatra.