Capitulo 8. Primeras declaraciones

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Parte 1.

Decir la verdad no es fácil, pero más difícil es mantener una mentira.

...

Tenía una hora que las clases terminaron, tres horas desde que le envíe a Hesse el mensaje para citarlo aquí. El aparcamiento estaba ya vacío, sólo dos personas se encontraban en el lugar. Hesse y yo.

Los dos nos miramos sin saber como continuar la platica. Habíamos comenzado hablando sobre cartas, él dice que es buena idea plasmar mis pensamientos en cartas y mejor si las escribo pensando en un destinatario.
Ya no sabía si llenarlo de preguntas ahora mismo era lo correcto o preguntarle de su día era mejor. Lo que sabía ahora, más bien, estaba segura que Hesse estaba nervioso y prefería no hablar de nada en absoluto. Pero la realidad de todo es que había mucho de que hablar, aún así preferí no llenarlo de tantas preguntas, quizás con el paso de los días u horas mis dudas iban a ser aclaradas poco a poco.

El silencio era cada vez más desesperante. Llevo 15 minutos esperando que comience a contarme lo que tenía que decir y no pasó nada, si él no comenzaba la platica alguien tenía que hacerlo, y ese alguien era yo, la única persona en todo el lugar aparte de él. Ahí voy.

—Entonces... —Inicio la conversación.

—Sí... Perdón por ocultartelo —Se apresura a contestar.

—No hay problema, pero me hubiera gustado que me lo digan en su momento. ¿Sabes por lo menos como me siento ahora, Hesse?

—Sí, te entiendo. La verdad es que no queríamos hacerte daño, nuestro fin era ayudarte a descubrirlo por ti misma. Con su muerte todo se complicó y era necesario que supieras —Se excusa, pero aún así no logro entenderlo del todo.

—No puedo. Bueno, en realidad no creo que todo esto es verdad. Todo es confuso y duele, como si todas las personas que conocía fingieron. Una parte de mi siente que nada de lo que viví fue real. Todo se destruyó.

—Eso es cierto, pero siempre puedes comenzar de nuevo Alice.

—Comenzar de nuevo suena bien, lo que me duele es que nada será igual, el daño ya está echo. ¿Alguna vez has visto el ejemplo del plato roto?

Mi preguntó debió sorprenderlo, porque inmediatamente abre los ojos asombrado y sonrie asistiendo con la cabeza antes de darme su respuesta.

—Sí, cuando lo rompes puedes pegarlo, perdile perdón y comenzar de nuevo, pero nunca vuelve a estar igual, porque después de todo... sigue roto.

Exactamente era eso. Era justo lo que quería que él entendiera.

Molly, Shelia, ni Anne volverían. Ellas ya no formaban más parte de mi nueva vida.

—Eso justamente es lo que me pasa a mi. Puedo pegar con el mejor pegamento mis roturas, aún así no cambia el echo de que estoy rota, las grietas siguen ahí —Afirmo para converselo de mi teoría.

—Entiendo tu punto Alice. Pero en realidad tu eres como un billete, puedes arugarlo, pisarlo y maltratarlo, pero nunca pierde su valor. Eres especial para mi y eso nunca va a cambiar, quiero que lo tengas siempre en tu mente—confiesa para hacerme sentir mejor, su sinceridad se podía notar a kilómetros, y la duda que me consumía por dentro pedía salir a flote sin más demoras.

—Gracias. Dejemos las comparaciones con objetos por favor —bromeo un poco para liberar la tención.

—Vale, ¿Alguna duda más?

Ese era mi momento, quiero preguntarle sobre sus sentimientos.
Sólo quiero que por primera vez después de mucho sea sincero conmigo. Voy a preguntarle.

—¿De verdad te gusto?

El tose exaltado por mi pregunta y se levanta de las escaleras de la entrada del colegio —lugar donde llevamos sentados hace más de treinta minutos— con las mejillas coloradas y sin saber como expresarse. Me mira y abre la boca para responder, al final termina cerrandola  nuevamente repetitivas veces, hasta que logra reaccionar. Traga un poco de saliva, toma nuevamente asiento y al fin puede hablar.

—Sí, incluso más que eso. Creo que, estoy enamorado de ti, no puedo evitarlo. Es la verdad, me gustas. Pero no quiero que esto te haga cambiar tu manera de tratarme, sólo quería que lo supieras, pero todo puede seguir igual —aclara. Yo sin evitarlo bajo la mirada.

Rayos y centellas...

El momento más incómodo de mi vida había llegado, no sabía que decirle o responderle, no debí apresurarme a preguntárselo. Él estaba nervioso, eso no quita que fue muy directo con la declaración.
Cuando Aiden me dijo que gustaba de mi fue más fácil, por que el me llevaba lanzando indirectas todo el tiempo y yo fui la primera en decirle, básicamente el solo me correspondió, falsamente claro esta. Descartando a él nadie más me había confesado sus sentimientos hacía mi.

¿Qué decirle en esta situación? ¿Gracias? ¿Está bien, te cuidas? ¿tú igual me gustas? Ni yo misma se lo que siento.

Pero la incertidumbre fue aún peor cuando él habla nuevamente callando mis pensamientos.

—No es necesario que me respondas, sólo seamos amigos, ¿ok? Todo va estar bien.

Tengo mi cabeza echa un lío en estos momentos, lo mejor era aceptar su propuesta, así podíamos terminar esta platica más tranquilos y sin nada que pueda incomodarnos.

—Esta bien, te quiero Hesse, lo sabes. ¿Quieres hacerme el honor de ser mi nuevo mejor amigo? —pregunto esperando no ser rechazada.

—Sólo si tu lo eres primero —responde con una sonrisa, que borra al instante cuando su teléfono vibra por la llegada de un nuevo mensaje—. Quería que supieras algo más, por eso le dije a alguien que venga, llega en un minuto —agrega con la vista fija en el teléfono móvil.

¿Más secretos? ¿Con quién más tenía que hablar? ¿Algo demasiado importante? ¿por qué tanto misterio?

La espera termina y mis preguntas fueron resueltas al instante, cuando un automóvil rojo brillante aparece en la entrada principal del colegio, bajando de el una chica castaña, guapa, delgada, con ojos destellantes y una mirada triste. La descripción de lo peor, una de las chicas que más me había odiado en todo el colegio. Kenna Anderson, mi "enemiga" en los últimos años.

N/A
Hola, ¿cómo están? ¿Qué les va pareciendo esta pequeña historia?
Comenté sus opiniones y támbien si quieren sus correcciones, todo es más que bienvenido!
Gracias por leer.
Sólo pasaba por aquí para explicarles que este capitulo es un poco corto por que lo partí a la mitad, así que sí, son dos partes, mañana estaré publicando la continuación. ¿por qué lo hice así? para no hacerlo tan largo, pero más bien para dejarlos con las dudas jajajaja, ok no. Bye, nos leemos pronto :)♡ .

El arte de fingirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora