El arte de fingir

Capitulo 11. Molly

Querida Molly Allen.

Recuerdo que siempre eras mi apoyo en los momentos difíciles, después de lo que paso con Aiden necesitaba a alguien más que no fuera Anne.
Tú siempre me aconcejabas y fuiste la que me dijo la supuesta verdad sobre Anne. Sólo pensé que podías ser alguien en quien confiar para contarle mis preocupaciones.
Siempre pensé que estabas de mi lado, era cierto que tenías otros amigos y continuamente te alejabas de nosotras para ir con ellos, pero siempre que pedía tu ayuda, tú estabas ahí, y eso yo lo apreciaba como no tienes idea.

Lo triste de la vida es enterarse de la verdad, nunca fuiste mi verdadera amiga, tus concejos y ánimos eran falsos. En realidad tú eras más del equipo de Shelia, nunca me valoraste, sólo eras mi amiga por lo que te podía dar y no por lo que realmente yo era.

Fue una gran idea ser amiga de una de las chicas más inteligentes del colegio, la hija unigenita del dueño del colegio. Pensaste que ser mi amiga significaba privilegios, dinero y buenas notas, pero no fue así, por que todo lo que soy es por mis logros, no por que mis padres me solucionan todo. Aún así yo siempre te ayudaba en tus tareas, incluso te las enviaba cuando no las hacías por asuntos "familiares", quizá fue eso lo que te llevo a permanecer más tiempo conmigo, quizá fue por la popularidad de Shelia, querías agradarle más a ella que a mi, ahora ya se todo.

No somos enemigas, eso esta claro.
Pero créeme que nunca voy a volver a tener contigo la misma confianza de antes. Como una hoja en blanco es marcada para no ser utilizada otra vez, tú tienes una mancha que te marca de por vida, la cual me recuerda siempre porqué no debo volver a ser tu amiga.

Me duele terminar con esto. Pero es lo más correcto para las dos.
En fin...
El punto de todo esto era aclarar una de mis tantas dudas, por eso sin más que decir, quiero preguntarte algo.
¿Por qué fingir empatía?