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Los minutos pasaban y no había rastros de Alaska, Harry espero paciente pero al ver que estaban todos comenzó a preocuparse.

— Tal vez está en el dormitorio — Dijo Hermione.

Ninguno de los dos había tocado un bocado, excepto Ron quien comía preocupado e intentaba ayudarlos.

— Oliver — Dijo Hermione —. Has visto a Alaska?

— No, porque? — Pregunto el muchacho.

Los tres niños se miraron entre sí y expresaron más preocupación aún, Harry decidió ir por su hermana lo antes posible. Se llevó la sorpresa que no estaba allí, Hermione busco en el dormitorio y tampoco.
Los niños antes de alarmarse buscaron por todos los sitios donde pudiese estar Alaska pero no, nada así que fueron con Dumbledore quien dio la orden de cerrar todas las puertas y envío a todos los profesores en busca de la niña, los alumnos fueron a sus respectivas salas para estar seguros.

— No me iré a dormir mientras mi hermana puede estar en peligro — Dijo Harry.

Los dos niños lo apoyaron y se escaparon de los prefectos, se escabulleron en los pasillos para que nadie los encuentre.

Por otro lado Alaska, despertaba aturdida y con inmenso dolor en su cabeza, tocó su frente y en ella salía un poco de sangre. Al ver que estaba en un sitio desconocido comenzó a gritar pidiendo ayuda, cada vez sentía miedo y no entendía que estaba sucediendo.

— La princesa ha decidido despertar, que bien — Era el profesor Quirrell.

Alaska retrocedió con desconfianza y lo miro con miedo pero también molestia.

— Que quieres de mí?

— Yo nada, pero él te ha estado buscando hace mucho tiempo — Dijo Quirrell.

Se acercó a ella a pesar que está retrocedía cada vez más hasta que se topo con una pared, estaba acorralada allí el hombre saco un polvo azul de su bolsillo y con su dedo índice lo toco, allí dejo su dedo en la cicatriz de Alaska. La niña grito del dolor hasta caer inconsciente.

Habia agua en sus pies y todo a su alrededor estaba oscuro, sentía murmullos en todas partes generaron su temor.
De pronto una luz muy brillante se apareció frente a ella, la niña comenzó acercarse y cuando intento tocarla Voldemort se aprecio asustandola.

— Cuánto poder Potter, te he dicho que eres mi preferida? — La luz envolvió el cuerpo de Alaska dejándola inmóvil.

Su pecho subía y bajaba del temor mientras veía como Voldemort daba vueltas a su alrededor.

— No quise asesinar a tus padres, pero no me dieron otra opción. Solo quería que me entregaran a tí y a Harry — Dijo Voldemort —. Pero no obedecieron y termino en catástrofe.

Voldemort quería entrar en el cuerpo de Alaska pero una fuerza mayor se lo impedía. Hasta que comenzó hablar en parsel y cada vez Alaska se iba debilitando.

Todos los recuerdos de su niñez, hasta sus padres se aparecieron en su mente sabía que este era su fin pero se alegro un poco al ver a sus padres esperando por ella.

— No lo hagas, aún no es tiempo Alaska, cuida a Harry — Dijo Lily deteniendo a Alaska.

Alaska elevó su mano para intentar tomar la mano de su madre o su padre pero ellos no la aceptaron, no era su tiempo aún. Así que la niña extendió su mano a Voldemort quien parecía querer tomarla pero ninguno de los dos espero a que ante ese roce sucediese una gran explosión. La luz cegaba los ojos de Alaska y los gritos desgarradores de Voldemort se oyeron”.

Sus ojos pesaban mucho pero la voz de Harry se escuchó a la perfección. Vio como su hermano luchaba contra los ataques de Quirrell quien también quería hacer lo mismo con él para que su amo al fin viviese gracias al poder de alguno de los Potter.
Alaska con debilidad se levantó para ayudar a su hermano, vio como el fuego los rodeaba. La niña comenzó a sentir ese calor en su cuerpo pero que no llegaba a dañarla, presiono sus puños y con las fuerzas que logro tener en ese momento corrió hacia Quirrell y con tan solo un toque hizo que se quemara.
El hombre soltó una piedra que llevaba en sus manos y Harry aprovechando eso la tomo, causando que su cuerpo sintiese ese mismo calor que su hermana y ahora los dos hermanos comenzaron a enfrentarse a su profesor quien al sentir el contacto con la piel de los niños comenzó a quemarse cada vez más.

— Al! — Dijo Harry con alegría.

La coloco detrás de él para protegerla y ambos vieron como Quirrell se destruía. De pronto Voldemort salió de él muy enojado y voló cerca de los niños pero no los tocó, salió huyendo de esa sala.

— Alaska estás bien? Al?! — La niña cayó al suelo desmayada cuando Voldemort abandono el lugar.



[...]





Cuando despertó se encontraba en la enfermería, miro a su alrededor y estaba sola. Tomo asiento en su cama para recomponerse más rápido, iba a levantarse pero escucho que alguien se acercaba.

— Señorita Potter — Era Dumbledore —. Que alegría verla bien.

— Gracias director — Sonrió la niña —. Que fue lo que pasó? Donde está Harry.

El director se tomó el tiempo en explicarle cualquier duda que tuviese a cambio que ella le contara todo, desde sus sueños hasta lo que ocurrió cuando Quirrell la secuestro.

— Y cuando se marchó...mi cuerpo cayó al suelo, desde ahí no recuerdo más nada ni siquiera cuando llegue aquí — Dijo Alaska.

Dumbledore le dijo que había estado inconsciente tres días pero si mostraba una buena recuperación podría irse a su habitación lo más pronto posible.

— Alaska, no debes de temer, él ya se ha marchado y se que no volverá a molestarte...pero promete que si vuelves a tener esas pesadillas me diras, está bien? — Pregunto el director a lo que ella asintió —. Bien creo que dejaré que vengan tus amigos y Harry, han estado muy preocupados por tí, hasta Draco Malfoy no sabía que se llevaban bien.

— Draco?

— Así es, ha preguntado todos los días por tu despertar — Dijo Dumbledore —. Bien descansa un poco.

Eso hizo hasta que el trio se hizo presente junto con los gemelos Weasley y Oliver, el último parecía demasiado preocupado pero al verla despierta le enseño una gran sonrisa y no dudo en ir abrazarla.

— No sabes lo asustado que estaba por tí...— Confesó Oliver.

— Gracias Oli, ya estoy mejor — Ambos sonrieron.

Estuvieron con ella por un largo tiempo hasta que debieron irse ya que la enfermera los obligó a salir, Alaska debía descansar para después irse.

𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora